Hasta ahí un poco del argumento de la historia, pero el problema de esta lectura está en que muchas veces no sabía que es lo que me estaban contando, no hay una línea narrativa clara sino que la autora va dejando caer ideas con las que completar las historias que nos presenta casi a pinceladas sueltas. Me he encontrado, además, ante una narración sin diálogos, con largas descripciones de sucesos delirantes de su pasado que en muchos casos ni entendía ni me llegaban a interesar. Metáforas y referencias intrincadas, larguísimas frases subordinadas y yuxtapuestas que ocupan decenas de líneas sin un mal punto y seguido, formando párrafos interminables que se extienden a lo largo de más y más páginas.
Claramente, esta ha sido una de las peores lecturas de los últimos tiempos y en verdad que me siento mal teniendo que escribir una opinión tan negativa sobre una novela porque habitualmente abandono enseguida los libros que no me agradan pero en este caso, en parte por la brevedad del mismo, apenas 200 páginas, en parte por la esperanza de que llegara un momento en que me enganchara a la historia, he seguido hasta el final, en ocasiones leyendo casi en diagonal, cosa que no he hecho apenas nunca antes. Pero para mi desgracia no ha surgido la magia, no ha habido conexión alguna con esta novela. Y cuánto lo siento por haber perdido mi tiempo y no haberlo disfrutado nada. En fin, espero que os vez haya más suerte.