miércoles, 30 de junio de 2021

El expreso de Roma

"El expreso de Roma" es una novela ya clásica del británico Arthur Griffiths. Escrita a primeros del siglo XX, presenta uno de los esquemas más repetidos en las novelas de detectives: un asesinato es cometido en un escenario cerrado entre un número reducido de personajes. En este caso se trata del tren expreso que une Roma con París. Los sospechosos se limitan a aquellos que ocupaban el coche cama donde se ha producido el asesinato, un grupo variopinto de diversas nacionalidades: dos caballeros ingleses, dos comerciantes franceses, un viajero italiano y una duquesa italiana de origen inglés, además de la doncella de esta y el mozo encargado del vagón. Una vez que el tren llega a París, todos los implicados son retenidos e interrogados por un inspector de policía apoyado por el juez al cargo del caso. Tras las primeras indagaciones, pronto se plantea una hipótesis sobre lo sucedido, aunque tanto los sospechosos como el papel de cada uno de los viajeros en el asunto irá variando según avance la investigación en la que se descubren engaños, trampas y falsas identidades.

Escrita por un autor inglés, la novela no se abstiene de dejar en mal lugar al cuerpo de policía francés, y por extensión a sus conciudadanos que no quedan demasiado bien parados. Los agentes galos son retratados como impulsivos, carentes de la más mínima cortesía y poco efectivos en sus pesquisas, tanto que deben recurrir a la ayuda ofrecida por un policía italiano implicado en el caso así como contar con la participación de uno de los viajeros ingleses que encarna la caballerosidad, la claridad mental y el valor.

La novela resulta tremendamente agradable y entretenida, muy actual en su planteamiento y en su forma de narrar, a pesar de contar con más de cien años desde su publicación original y me ha hecho reflexionar sobre la cantidad de obras y autores desconocidos existen y que todavía tenemos oportunidad de ir descubriendo, que no todo tiene que ser estar al día de las últimas novedades y de los escritores contemporáneos. Una opción totalmente recomendable esta para pasar un buen rato de amena lectura.

viernes, 25 de junio de 2021

Ejercicios respiratorios

Anne Tyler es una prolífica novelista norteamericana especializada en retratar la sociedad de su país a través de historias que, desde o más íntimo o familiar, pueden ser extrapoladas a un plano universal, retratando emociones y sentimientos fácilmente identificables por cualquier lector. En esta novela, "Ejercicios respiratorios", que le valió el premio Pulitzer en 1989, Tyler retrata una de tantas pequeña ciudades norteamericanas donde la vida es aparentemente sencilla, pero donde las relaciones personales son tan complicadas como en cualquier otra parte del mundo. A través de la pareja protagonista, nos muestra las relaciones matrimoniales sin filtros ni idealizaciones, con sus alegrías y desilusiones, con sus proyectos compartidos y sus expectativas no siempre cumplidas.

Maggie y su marido Ira emprenden un breve viaje en coche con destino al funeral del marido de una buena amiga. Ambos constituyen una pareja ya madura, con hijos mayores y en cuyo hogar casi nada es perfecto. Ella es optimista, irreflexiva y entrometida; cree poder influir en los asuntos de aquellos a los que quiere, viendo siempre lo mejor en cada uno, pero muchas veces mete la pata de más tratando de ayudar y es consciente de la desilusión que transluce la mirada de su marido, mucho más realista y desencantado que ella. A lo largo del día en el que se desarrolla la novela, Maggie va a reencontrarse con amigos de su juventud, comprobará lo mucho que han cambiado todos en los años transcurridos, incluidos ella y su marido, lo complicado que es el  matrimonio, que no se vuelve más sencillo con el transcurso del tiempo, con sus roces, su rutina y sus pequeñas batallas cotidianas que desgastan el cariño en discusiones sin sentido y reproches. Constatará que las relaciones familiares nunca son sencillas, que la realidad se impone a la imagen idealizada que podemos tener de las personas que nos importan, imperfectas por definición; que nadie puede dictar el camino a los hijos y que la convivencia es un duro proceso de aprendizaje que dura toda la vida. 

"Fue Serena quien le dijo a Maggie que el matrimonio no era una película de Rock Hudson y Doris Day. Fue Serena quien dijo que la maternidad era demasiado dura y que, tal vez, el esfuerzo no valía la pena. Y ahora esto: que se te muera el marido."

Con un gran dominio de la descripción de sentimientos, con un tono intimista y reposado, la novela nos muestra aquello en lo que se puede llegar a convertir el matrimonio cuando llega la madurez, los hijos se marchan a seguir con sus propias vidas y se comprueba que los planes e ilusiones que nos han impulsando durante tanto tiempo probablemente no se cumplan nunca, pero, a pesar de todo, el amor y la esperanza puede seguir dirigiendo nuestros pasos. 

"¿En qué pondremos nosotros dos nuestras ilusiones el resto de nuestras vidas?"

Sin ser algo que responda a una elección intencionada, he observado que algunas de mis lecturas de los últimos meses como "Olive Kitteridge" o "Unas vacaciones en invierno", o incluso "El cuello importa" tienen un punto en común: todas ellas giran en torno a personajes de mediana edad que ya han dejado atrás la juventud y se enfrentan serenamente a la madurez e incluso a la vejez sin edulcorar su realidad, aceptando los errores cometidos y los defectos propios y ajenos; entendiendo que no existe el mundo idealizado que se cree o se sueña cuando se es joven. Aceptan que el amor no es eterno, ni la belleza ni la tersura de la piel, pero en muchos casos logran alcanzar la sabiduría que proporciona, a la fuerza, la vida vivida. Debe ser que las lecturas van madurando más o menos al mismo ritmo que lo hacemos los propios lectores; que nuestros intereses, gustos, inquietudes y preocupaciones se reflejan en las elecciones que hacemos a la hora de elegir nuestras lecturas, aunque no se haga de una manera plenamente consciente y entiendo que esa es la forma natural de madurar como lectores y como personas. 

viernes, 18 de junio de 2021

El cuello no engaña y otras reflexiones sobre ser mujer

Nora Ephron era una neoyorquina de los pies a la cabeza; hija de una pareja de guionistas del Hollywood clásico, también ella encaminó sus pasos, tras estudiar periodismo, hacia el mundo del cine, trabajando como guionista, productora y directora de títultos tan sonados como "Algo para recordar", "Se acabó el pastel" o su gran éxito, "Cuando Harry encontró a Sally". En esta colección de artículos con base autobiográfica, "El cuello no engaña", además de lamentarse con mucha gracia sobre los estragos que la edad inflige en la belleza femenina, especialmente en el cuello, esa parte de su anatomía que ella odia, también toca otros asuntos tanta o más enjundia que aquel: los bolsos desordenados, las modas culinarias, la depilación, la manicura, la paternidad responsable, el precio de los alquileres en Manhattan, o la muy divertida forma de contar sus "relaciones" con los presidentes Kennedy o Clinton. 

El libro está estructurado en capítulos independientes unos de otros, cada uno sobre un asunto diferente, donde la autora revive episodios de su propia vida, experiencias sobre asuntos que van de lo más trivial a lo más serio, vertiendo sus propias opiniones sobre los más variados temas, siempre empleando un tono bastante divertido o al menos contándolo todo con mucho humor y sobre todo demostrando que es capaz de reírse de sí misma, de afrontar la vida con optimismo permanente a pesar de los problemas por los que haya podido atravesar a lo largo de los años. Sin eludir asuntos como la enfermedad o la muerte, muestra en todo momento una filosofía de vida basada en no tomarse casi nada demasiado en serio, comenzando por ella misma. Esta ha sido, sin duda, y a pesar de su levedad, una de las lecturas con las que más he disfrutado en los últimos meses y estoy segura de que se va a convertir en uno de esos títulos que recomiende sin dudar a cualquier amiga de esas que, de vez en cuando, me piden que les recomiende algo que valga de verdad la pena leer. 
"¿Hay que vivir cada día como si fuera el último o es mejor guardar el dinero por si acaso vives veinte años más? ¿La vida es demasiado corta o puede que sea demasiado larga? ¿Tienes que trabajar todo lo que puedas o pararte a oler las rosas? Y en todo esto, ¿qué lugar ocupan los hidratos de carbono? ¿De verdad vamos a tener que pasar los últimos años de nuestras vidas sin probar el pan?"

viernes, 11 de junio de 2021

Orient-Express. El tren de Europa

No he logrado determinar si este fabuloso libro "Orient-Express. El ten de Europa" es un ensayo, una autobiografía novelada, un libro de viajes o un relato de ficción. Imagino que su autor, Mauricio Wiesenthal, mezcla un poco de todo ello en esta peculiar obra en la cual, usando como vehículo, tanto en sentido literal como figurado, los vagones del mítico Orient-Express nos embarca en un relato que va siguiendo tanto el curso de la Historia como el recorrido de sus vías por los diversos países, épocas y guerras del viejo continente. Los caminos que traza el tren símbolizan esa unidad europea, la forma de conectar países, personas e ideas. El Orient-Express, símbolo indiscutible del lujo y la elegancia, del gusto por los viajes, la cultura y la gastronomía, se presenta también como el máximo exponente del concepto de mundo occidental basado en el progreso de las ciencias y la técnica en un tiempo en que "tener trenes puntuales distinguía a los países civilizados". El tren simboliza la concepción de Europa como un todo cultural, "un hogar común de libertad, civilización y justicia social".

El autor divaga y se extiende sobre temas de lo más diverso: política, historia, arte y cultura, sirviéndose de recuerdos personales, historias y personajes reales, reflexiones y anécdotas sobre cualquier asunto en las que el tren aparece siempre como excusa, escenario o personaje protagonista. Pero sobre todo, el tren juega un papel esencial, en una versión actualizada de las antiguas rutas de los peregrinos, con elemento que disuelve fronteras, propaga la cultura  y combate las ideas nacionalistas. Este ensayo/novela se alimenta de una exhaustiva documentación histórica, técnica y emocional, pero también de la vastísima cultura y numerosos episodios extraídos de la propia biografía del autor, una vida que ha llevado a Wiesenthal a conocer y residir en diversos países europeos y durante la cual ha recorrido muchos kilómetros a través de Europa a bordo de este fabuloso tren.

Stefan Zweig, Mata Hari, Agatha Christie, Coco Chanel y otros muchos personajes de lo más más variopinto como espías, escritores, músicos, aristócratas, políticos y reyes protagonizan romances, negociaciones, intrigas o simplemente disfrutan del propio viaje y todos ellos desfilan por esta mirada nostálgica a aquel que el admirado Zweig denominó como "El mundo de ayer", un repaso a la historia de aquella vieja Europa vista desde el vagón de un (lujosísimo) tren.

viernes, 4 de junio de 2021

Feria

El prologuista de "Feria", este libro de la periodista de origen manchego Ana Iris Simón, dice que "Ana Iris nos pone delante de nuestras na­­rices a los padres, las madres, las muertes y los nacimientos, grandezas de la existencia que muchas veces perdemos de vista, seducidos por la brujería de turno, un lamparón en nuestra camisa o por la interesantísima programación de interné." Y tiene toda la razón, porque esta es una atípica autobiografía donde se nos muestra lo que de verdad importa a la hora de retratar una vida.

Como niña de pueblo, Ana Iris ya ansiaba la modernidad, todo lo nuevo que asomaba en el horizonte: la llegada del euro, los centros comerciales, los MacDonald's, las tiendas de chinos y el Actimel, todo lo que era ajeno al mundo de sus padres y sus abuelos. En aquellos años de su infancia lo que antes había sido extraordinario, los juegos, la comida de capricho, la diversión, todo aquello que antes se conseguía sólo en días especiales en las ferias de los pueblos y de lo que vivían sus abuelos ahora se ha convertido en cotidiano, "las ferias habían dejado de tener sentido porque la vida, el mundo, nuestra propia existencia se había convertido en una."

Pero el tiempo avanza y con la cierta madurez adquirida con los años la autora se dedica a desmontar la idea de que, como pensaba cuando era una cría, lo moderno es siempre mejor. Los jóvenes hoy viven peor de lo que vivieron sus padres, en un estado de permanente inmadurez, de juventud perpetua, como una condena, que no les permite independizarse, tener una familia propia ni comprarse un piso "En propiedad no tenemos nada más que un iPhone y una estantería del Ikea de treinta euros porque no podemos tener más" Y nos quieren convencer o se autoconvencen de que eso es lo que desean, que la estabilidad y la seguridad son conceptos pasados de moda.

Pero lo que realmente se retrata en esta obra que comienza con una frase tan contundente como "Me da envidia la vida que tenían mis padres a mi edad" es a la familia de siempre, a la de la autora y a la de muchos de sus lectores. Una familia de pueblo, numerosa por ambas ramas, por la de los Simón y por la de los feriantes, con sus abuelos, tíos y titas, primos, hijos de primos, todo un clan unido por los lazos de un amor sólido y permanente, con sus reuniones multitudinarias, sus celebraciones, nacimientos y muertes, tradiciones propias, en un mundo rural y errante, de pueblo y ferias, de agricultores y obreros cuyos hijos con suerte y gracias a los nuevos tiempos estudian en la universidad y se van a vivir a la capital pero no rompen sus lazos con sus orígenes. 

Figuras destacadas son, cómo no, sus padres, ambos carteros: el ateo monoteísta, comunista convencido y la Ana Mari, la que se expande como el universo, entre el realismo mágico y el sentido común, junto con su hermano que tardó en llegar pero que es una parte de ella misma, al que adora sobre todas las personas. Y luego los abuelos y abuelas con su amor inconmensurable y sus constantes enseñanzas. Y finalmente el hijo, ese que todavía no ha nacido pero al que piensa contarle lo que es un pueblo, el orgullo de vivir en uno y sobre todo de ser parte de él y toda su historia familiar para que el niño entienda de dónde viene, que sepa que es realmente el heredero de una raza mítica.

Todo ello contado con absoluta naturalidad y genialidad, con sencillez y enjundia, con acento manchego y espíritu de feria de pueblo.