sábado, 30 de diciembre de 2017

Tormenta de nieve y aroma de almendras

Retomo nuevamente a mi querida Camilla Lackberg, la autora nórdica que se ha colado entre mis autores de cabecera a los que sigo fielmente, con la lectura de este libro de relatos que se inicia con el titulado "Tormenta de nieve y aroma de almendras" que da también nombre al volumen y que, a pesar del aire evocador del tiempo navideño en el que se sitúa temporalmente, no resultará en absoluto entrañable ni encantador, como ya nos podemos imaginar siendo un producto de la maestra sueca del crimen. Respirando todo el aire de las historias clásicas de Agatha Christie de la que la Lackberg es una discípula aventajada, la historia nos presenta un asesinato por envenamiento con cianuro que ocurre en el marco de una reunión familiar previa a laNavidad en una isla aislada por una tormenta de nieve; un misterio por resolver con unos sospechosos limitados a los presentes en el lugar y rodeados de nieve infranqueable al más puro estilo de "Asesinato en el Orient Express", aunque finalmente resulte ser un caso más bien heredero de Sherlock Holmes.

Tanto esta, que es la de mayor extensión, como las otras cuatro narraciones que completan el volumen tienen entre sus protagonistas a algunos de los personajes ya conocidos anteriormente por la serie de novelas del policía Patrick Hedström y su equipo de la comisaría de Fjällbacka. Las historias son en ocasiones apenas breves fábulas muy bien trazadas, con personajes cuyas vidas se cruzan en tramas no siempre policiales aunque tengan a policías como protagonistas. Casos de diverso tipo, criminales o no, pero todos ellos con final insospechado y sorpresivo.

El volumen se completa con "La escuela del crimen", un breve apartado con consejos de la autora, ejercicios de escritura y lecturas recomendadas para aquellos que sientan la tentación de ponerse manos a la obra con su primera novela de misterio, por si se da el caso, como se dice de las bodas, de que "de una novela sale otra" ¿Alguien se anima a intentarlo?

lunes, 25 de diciembre de 2017

Navidades trágicas

Leer a Agatha Christie es una buena costumbre que de vez en cuando retomo y es que no hay  experiencia con la Dama del Crimen con la que no acabe satisfecha, siempre triunfo con la gran maestra y pionera del género de misterio que en esta ocasión demuestra que siempre mantuvo perfectamente engrasada la máquina de crear historias criminales ya que el origen de esta "Navidades trágicas" responde a una solicitud de su cuñado que le pidió  "un buen crimen violento, con mucha sangre". Y, dicho y hecho, la Christie toma la pluma y le pone en bandeja una historia con un misterio que deberá desentrañar el excelso Poirot en torno a una noble familia no muy bien avenida, la de los Lee, con numerosos hijos más o menos enemistados con un padres tiránico que, sorprendentemente, invita a todos sus descendientes a pasar juntos las fiestas de Navidad en la mansión familiar. Como es costumbre en la autora, la novela se inicia con el retrato individual de los principales personajes, unos breves apuntes sobre cada uno que sirven eficazmente para determinar las personalidades, las debilidades y sobre todo la relación que cada uno de ellos tiene con el viejo Simeon Lee: el hijo obediente que se ocupa del negocio familiar; el soberbio diputado; el artista desligado de la familia; la recién descubierta nieta, un personaje casi "exótico", hija de la única hija ya fallecida y de un español de turbio pasado; e incluso el hijo pródigo, aquel que escapó de malas maneras del dominio del padre y al que se creía muerto. 

Queda claro desde el principio que esta no va a ser una reunión cordial, eso lo comparten todos los asistentes "-¿Una reunión familiar? ¿Qué le pasa al viejo? Antes no tenía nada de sentimental. Tampoco recuerdo que le importase gran cosa la familia. Debe de haber cambiado." Pero en realidad el viejo lo que tiene es un plan, un siniestro plan para enfrentar a todos sus hijos unos contra otros, sólo por el placer de manipular y controlar a todos los que le rodean. Su endemoniado caracter, su actitud tiránica hacia los hijos lo convierte en la víctima propicia de un asesinato, cualquiera de ellos tendrían sobradas razones para desear su muerte. Pero, ¿cuál de todos sus hijos será el auténtico culpable?

La novela se lee con gran soltura, con un estilo moderno que podría corresponder perfectamente a una obra actual, alejada de la envarada corrección británica de otras novelas, los personajes actúan con más soltura de lo habitual, a pesar estar ubicada allá por los años 30 en ocasiones suena casi como una novela contemporánea. Tiene, eso sí, elementos propios de la época como las relaciones distantes entre los miembros de la familia, la lejanía de aquellos que proceden del extranjero que son prácticamente desconocidos para sus propios familiares, hijos ilegítimos nunca reconocidos, elementos todos que sirven de base al investigador para apoyar las posibles razones ocultas que pueden haber llevado al asesinato del viejo patriarca, además de jugar con trucos y engaños que tratan de oscurecer las circunstancias precisas del momento y el modo en que se cometió el crimen. El resultado es una lectura llena de entretenimiento al cien por cien como suele proporcionar siempre una de mis autoras favoritas con la que aprovecho para desearos a todos que tengáis una muy feliz (y nada trágica) Navidad.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Tomorrow will be better (Mañana puede ser un gran día)

Betty Smith vuelve a trasladarnos con "Tomorrow will be better" al Brooklyn de los años 20 donde ya se ubicó su maravillosa primera novela, "Un árbol crece en Brooklyn", el barrio obrero y humilde donde los descendientes de emigrantes irlandeses e italianos se buscan la vida y crían a sus familias entre estrecheces económicas y grandes sacrificios. Flo y Henny Shanon son un matrimonio católico de origen irlandés con una convivencia complicada; en realidad son buenas personas pero han visto como el tiempo pasaba sin ver cumplidos los sueños y aspiraciones que tenían en su juventud. El padre desilusionado y la madre amargada no son ya la pareja ilusionada que soñaba con una vida próspera. Su única hija, Margy, es una chica obediente y respetuosa que, recién terminado el instituto, busca su primer empleo como la mayoría de las jóvenes de familia modesta. Ella quiere triunfar en la vida, no limitarse a encontrar un marido y dedicar su vida a criar hijos, sino que piensa que puede hacer algo importante, diferente y mejor que sus padres. Este esquema se repite en todos los personajes: los jóvenes como Reenie, la compañera de Margy en la oficina o Frankie, el chico por el que suspira la protagonista, son optimistas y ambiciosos, desean escapar de una vida triste y de escasez como las que han llevado sus padres, tienen grandes esperanzas de futuro, al tiempo que llenan su presente con planes para ir a bailar, comprar ropa nueva y disfrutar todo lo posible de su juventud, mientras que los adultos son figuras resignadas a su mala suerte que miran al pasado con añoranza, a los años en que también ellos tenían sueños. Pero lo cierto es que el sueño americano se les escapó de las manos, pero tal vez sus hijos aún estén a tiempo de alcanzarlo.

La novela supone una lectura amable, con todo el aire de inocente bondad y positivismo que convierte a los personajes por lo general en buenas personas, los hijos respetan a sus padres a pesar de no estar de acuerdo con sus ideas y tener siempre ansias de superar su situación, de no caer en sus mismos errores. Se repite mucho la idea de que los jóvenes tienen un futuro brillante ante ellos, toda una vida para disfrutar y ascender en la sociedad aunque sospechemos que la realidad los acabará defraudando finalmente. El libro retrata la sociedad americana durante unos años de grandes dificultades económicas, escasez y escasas perspectivas pero que contaba con unos ciudadanos honrados y trabajadores con un fuerte apoyo familiar, especialmente en las familias católicas de origen europeo recién inmigrados, humildes pero luchadores. El resultado es un relato impregnado de tristeza y esperanzas, de inocencia y rebeldía a partes iguales

viernes, 15 de diciembre de 2017

Muerte en mar abierto

Después de salir de un thriller nórdico como ha sido mi estreno con el investigador Harry Hole, volver a leer a Andrea Camilleri es como recibir un soplo de aire fresco porque, aunque parezca extraño tratándose como se trata este "Muerte en mar abierto" de un libro de relatos policíacos, las novelas del viejo autor italiano son para mí como las "comfort food" de la lectura, esas a las que se vuelve de vez en cuando para descansar del ajetreo diario y encontrar un puerto seguro. El ambiente en el que se mueve Montalbano, este comisario siciliano ya icónico y con un numeroso club de fans entre los que me cuento, es el contrapunto de aquellos gélidos paisajes y personajes de la Noruega de Nesbø, en el mundo de Montalbano siempre brilla el sol, hace calor, la vida transcurre relajada a orillas del Mediterráneo en el pueblo de Vigàta, en Motelusa y sus alrededores, a pesar de la intervención de las familias mafiosas en la vida cotidiana de sus habitantes o de los crímenes que suceden de vez en cuando y que el inspector debe resolver de la mejor manera posible. En cualquier caso este entorno es siempre un mundo de gente sencilla, de personajes bastante prototípicos: el ingeniero, el doctor, el ama de casa, el amante, que actúan llevados por los principales impulsos que rigen a la mayoría de los hombres: el dinero, la venganza o el amor, por lo que seguir los razonamientos que llevan a Montalbano a resolver los casos es como pasear por un paisaje familiar, seguir un camino ya conocido y saludar a viejos amigos. Al margen de las relativas sorpresas que cada relato pueda deparar, las deducciones que llevan hasta la resolución de los crímenes siempre siguen una lógica básica fundamentada en el conocimiento de los mecanismos más básicos de la naturaleza humana que, resultando siempre sorprendentes, al mismo tiempo responden a patrones mil veces repetidos a lo largo de los siglos.

Los seis relatos breves que componen este libro incluyen incendios intencionados, desapariciones de esposas, muertes inesperadas o crímenes accidentales y en cada uno de los casos el trabajo de Montalbano se basa en conversar con los implicados, conocer sus antecedentes personales, familiares y económicos y sin hacer uso de ninguna técnica de análisis de restos biológicos, conexiones de internet ni modernas teorías conductuales, alcanzar la resolución del caso en base al razonamiento y la deducción. La narración es bastante acelerada, no se para en descripciones innecesarias ni en reflexiones superfluas, va presentando los datos, las entrevistas, los datos recabados y culmina en una solución rápida de cada caso, con lo que cada relato ocupa unas pocas horas de lectura. Tal vez no sea el mejor libro de Camilleri, más bien se trata de una novela menor pero posee todos los elementos que los apasionados del autor siciliano esperamos encontrar en sus libros, en este caso en formato breve y concentrado. Una gozada, en cualquier caso.

sábado, 9 de diciembre de 2017

El muñeco de nieve

Tenía pendiente todavía conocer la serie de novelas del autor noruego Jo Nesbø protagonizada por el detective Harry Hole. Ya sé que no es muy común (al menos para mi mente habitualmente cuadriculada y sistemática) comenzar una serie por la séptima entrega, pero teniendo en cuenta que por un lado "El muñeco de nieve" es una de las novelas mejor valoradas de la serie y por otra parte considerando la inminencia del estreno de la versión cinematográfica de la obra, no me quedaba más remedio que comenzar mi aproximación al personaje por este libro y, a partir de ahí, decidir si continúo con el orden natural de publicación o me decanto por seleccionar de entre la serie los títulos más relevantes.

Al ser novata con la serie, carecía de cualquier referencia previa que me orientara sobre la personalidad y circunstancias del protagonista que seguramente se fueron exponiendo y desarrollando en las anteriores entregas, pero eso no ha sido impedimento para hacerme enseguida una idea de por donde respira el detective, más aún cuando cuento con su propia autodescripción tan breve como acertada:
"«Mi alma gemela en Bergen», pensó Harry después de oír la  descripción de Müller-Nilsen: una relación poco saludable con el alcohol, un temperamento difícil, un lobo solitario, de moral dudosa y conducta muy censurada."
Así y todo, tal vez por ignorancia de los oscuros episodios de su pasado o porque soy de las que adivina siempre la parte positiva de cualquier protagonista por oscuro y torturado que me lo hagan ver, no me ha parecido que se trate de una figura tan turbia como él mismo se dibuja, a pesar de su lucha contra sus fantasmas y debilidades he visto en Hole un policía decente y avispado.

Entrando en el argumento del libro, se nos presentan varios casos de desapariciones de mujeres, algún asesinato, casos ocurridos en el pasado con puntos coincidentes que hacen creer a Hole que se encuentran tras un criminal en serie que ha vuelto a actuar. Lo cierto es que todas las víctimas son mujeres de mediana edad con hijos y que desaparecen de sus casas sin dejar pista alguna. En todos los casos se da la circunstancia de que en las cercanías del lugar de la desaparición, que siempre coincide temporalmente con la primera nevada de la temporada, se encuentra un muñeco de nieve, tétrica figura que no tiene nada del encanto inocente que habitualmente acompaña a esos entrañables muñecos.

El relato se encuentra inmerso en un ambiente gélido, no sólo en lo referido al tiempo atmosférico que cubre todo de nieve, silencio y luz grisacea, sino también en lo que se refiere a los personajes a los que les falta calidez en el trato, en las relaciones personales y familiares. El propio Hole es muestra de ello, de una persona solitaria e incapaz de abrirse a los que le rodean. Los crímenes que se investigan conllevan una crueldad que no podemos evitar asociar al propio carácter criminal nórdico donde no se evita la violencia más brutal a la hora de cometer los asesinatos. La tensión es constante desde el principio, desde la primera desaparición que conocemos y según se va complicando la trama las perspectivas no mejoran, no se adivina una salida favorable a los hechos investigados. Algunos pasajes resultan bastante sórdidos pero al fin y al cabo nos encontramos frente a una novela negra, no podíamos esperar encontrar precisamente mariposas y confeti. En cualquier caso, supongo que no será la última novela de la serie que lea ya que tengo cierta debilidad por el género y Harry Hole no me ha defraudado.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Cabaret Biarritz

El escenario de "Cabaret Biarritz", novela con la que José C. Vales se hizo con el Premio Nadal 2013 es, obviamente, la alegre y elegante ciudad de Biarritz del año 1925 en plena temporada de baños, la "belle saison" como la llaman allí, donde aparece, tras una terrible galerna, el cadáver de una joven, presunta suicida, arrastrado hasta el puerto. Pero no es la única muerte violenta o accidental que se da en esos días en la ciudad y hay que reconocer que esa no es la mejor publicidad para una población que vive del lujo, la fiesta, el desenfreno y la alegría de vivir, así que el caso se despachará a prisa por parte de la policía y a la chica se le dará rápida sepultura y el resto de muertes serán consideraras como tristes sucesos esporádicos y sin ninguna conexión entre ellos.

Pero siempre hay alguien a quien le favorecen los muertos, como por ejemplo a los periódicos sensacionalistas que saben que los crímenes pasionales, los suicidios, las jóvenes muertas en extrañas circunstancias e incluso los trágicos ahogamientos atraen el morbo de los lectores. Así, al periodista Paul Villequeau, más conocido como Vilko, le será encomendado por el diario para el que trabaja la cobertura de esta noticia a la cual deberá de sacar el mayor jugo posible. Acompañado por el fotógrafo Marcel Galet, enviado desde Burdeos y una excéntrica inglesa con el complicado nombre de Beatrix Ross Buttgereit-Dientzenhofer, que no es preciso tratar de pronunciar del tirón, convertirán la cobertura del suceso en una auténtica investigación criminal. Pero el relato que tenemos entre manos es la reconstrucción que de aquellos hechos trató de realizar bastantes años más tarde el escritor Georges Miet que emprendió la ingente tarea de recabar la mayor cantidad de testimonios sobre aquellos sucesos con el fin de elaborar una novela. De este modo, el autor se propone entrevistar a una gran variedad de personajes que rondaron la ciudad aquel verano y que van contando su propia versión de los hechos: el propio periodista Vilko, el fotógrafo Galet, el policía a cargo del caso, las sirvientas, familiares o amigos de los involucrados son entrevistados tantos años después de los hechos para tratar de reconstruir lo que realmente ocurrió. Cada uno dará su visión de los sucesos y también irán retratando los distintos aspectos de aquel mundo de lujo y depravación de la tentadora ciudad costera, polo de atracción tanto de la realeza mundial de aquéllos años de entreguerras como de la nobleza arruinada, de actores, modistos y gente del espectáculo, bailarinas y buscavidas.

La novela presenta una magnífica recreación del ambiente de lujo y decadencia donde los placeres y los vicios conviven con los baños de sol y las cenas lujosas frecuentadas por nobles y artistas. Pero el relato al comienzo resulta algo deslavazado, cada capítulo podría ser un relato independiente de los demás, un pequeño cuento completo, al tratarse de la visión por parte de los distintos implicados en un hecho que les une: la trágica muerte de la joven. Sólo hacia el final logramos recomponer el puzle completo de los hechos. En cada intervención, los personajes se retratan a sí mismos a través de sus propias palabras, según van refiriendo el papel que tuvieron en los dramáticos hechos sucedidos en Biarritz, cada uno va mostrando lo más ridículo de su propia personalidad, sus obsesiones, sus opiniones sobre el mundo, sus pretensiones y prejuicios, todo punteado de un humor más bien negro cargado de mala uva que convierte cada retrato de personaje en una parodia, como si de un enorme desfile de esperpentos se tratara. La estructura de la novela es bastante compleja, con testimonios cruzados en distintos momentos temporales, voces diversas y datos ciertos o falsos que se combinan correctamente hasta alcanzar un final que da sentido a todo lo leído. Una lectura poco complaciente que presenta una imagen bastante pesimista del género humano en general pero contado con maestría y acierto..

martes, 28 de noviembre de 2017

El próximo funeral será el tuyo

Rebeca Turumbay acaba de perder a su madre y decide tomarse unas vacaciones en Cárcar, el pueblo navarro donde nació su abuelo Ángel que fue para ella como un segundo padre y de cuyo pasado durante los años que aquel vivió en el pueblo ella no conoció nada. Un grupo de ancianos que conocieron al abuelo de Rebeca, un joven periodista en cuya casa rural se alojará la chica y otros paisanos le irán haciendo descubrir la historia que durante años ha corrido por el pueblo sobre el antiguo crimen de Celia Urbiola por el que Ángel fue condenado. Pero lo cierto es que nunca hubo pruebas definitivas que inculparan a Ángel del crimen, muchos secretos quedaron ocultos en aquella época y no todo lo que se contó respondía a lo que realmente ocurrió. La joven Rebeca tendrá que ir escarbando en ese borroso pasado hasta sacar al descubierto la verdad de aquellos hechos.

"El próximo funeral será el tuyo" de la autora navarra Estela Chocarro es una novela que se lee fácilmente, que no plantea una intriga demasiado complicada de seguir y aunque los diálogos suenan a veces poco naturales y los personajes carecen de mucha profundidad, igualmente la trama se sigue con interés a la espera del misterio que se oculta en el pasado del abuelo de Rebeca. No es una gran novela pero sirve para pasar el rato, yo no la despreciaría para quien busque algo de lectura de pura evasión que no le plantee muchas complicaciones. No todo van a ser grandes joyas literarias.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

El pintor de Flandes

Paul van Dyck se ha criado en casa de la familia del famoso pintor flamenco Anton van Dyck como un hermano más, pero sabe que su origen es otro, él sospecha y anhela que su padre sea el gran maestro Rubens en cuyo taller de pintura trabaja. A pesar de su talento y esfuerzos no logra brillar como cree que merece, por lo que cuando se le presenta la oportunidad de viajar a Madrid para trabajar a las órdenes del conde de Villamediana, personaje cercano a la Corte de Felipe IV, ve en ello una posibilidad de brillar en la capital más poderosa de Europa y cree que su trabajo le posibilitará convertirse en pintor al servicio del rey, pero el trabajo que se le encarga es, además de monumental, una tarea secreta que en ningún caso debe de ser revelado fuera de los muros del palacio del conde.

En "El pintor de Flandes" Rosa Ribas nos presenta el Madrid de 1622, la ciudad sucia y embarrada de casuchas desordenadas y monasterios descomunales, plagada de mendigos y delincuentes, donde los nobles se enzarzan en constantes luchas de poder, situados en bandos a favor o en contra del poderoso valido, el conde de Olivares y tratando de obtener el favor del rey adolescente y voluble. El joven flamenco descubrirá, de la mano de Fernando, secretario del conde, la realidad de una ciudad llena de intrigas que él tendrá que plasmar en su gran cuadro según las indicaciones de su mecenas que le hará retratar a las principales personalidades del momento en la escena del festín alegórico en el que se presenta la cabeza cortada de Juan el Bautista. Todo el que es alguien en la sociedad de la época aparecerá retratado a manos del pintor que demostrará a través de este encargo su gran maestría, lo que le permitirá pasar de ser un artesano manual a ser reconocido como un verdadero artista.

El libro nos presenta un vívido retrato de la España del Siglo de Oro a través de un cuadro que claramente, existe y se exhibe en el museo del Prado de Madrid, si bien su autoría está asignada al pintor de origen polaco Bartolomé Strobel "el joven", ya que la figura del bastardo de Rubens es una creación de la autora, pero es una historia creíble y muy bien contada con la que se disfruta del mundo del arte y de la política de la época retratada.

"La degollación de San Juan Bautista y el banquete de Herodes" Museo del Prado de Madrid

viernes, 17 de noviembre de 2017

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

Hace tiempo que Stefan Zweig es reconocido como un magistral narrador y no seré yo la que lo venga a descubrir ahora, que ya son varias las publicaciones sobre sus obras que he publicado en este blog. Uno de las aspectos que más me sorprenden en sus libros es la capacidad de condensar en las escasas páginas que ocupan la mayoría de sus novelas (no hablo de María Antonieta, está claro), que en ocasiones son más bien relatos y que suelen rondar algo más de cien, pues en esta breve extensión es capaz de plasmar todo un escenario espacial y humano, trazar los rasgos fundamentales de los protagonistas y, según avanza el relato, penetrar en lo más hondo de las motivaciones, de las contradicciones que la educación o las costumbres o las normas sociales plantean a los protagonistas, la manera en que sufren por sus errores, la manera en que se arrepienten o se lanzan a lo desconocido o toman cualquier decisión que puede cambiar su vida o el modo de vivirla.

En esta novelita titulada "Veinticuatro horas en la vida de una mujer" lleva esta capacidad suya al límite ya que son sólo eso, veinticuatro horas, lo que necesita una persona para ver su vida alterada para siempre. Nos encontramos en este caso con una dama inglesa habitual de la alta sociedad que pasa largas temporadas en la Riviera francesa y que hace partícipe al autor de un suceso que hace ya muchos años le habría llevado a renunciar a todo, a dejarse arrastrar irreflexivamente a la locura de una pasión que la abocó hasta el límite de verse capaz de abandonar todo lo que conocía y poseía por un irracional enamoramiento. Y todo ello en esas pocas horas tan intensas como breves.

Los personajes de Zweig son transparentes, muestran todas sus sensaciones en sus gestos, expresiones, ademanes, se expresan con su rostro y, en este caso también con sus manos. Son personajes cuyas pasiones son capaces de someter sus auténticas naturalezas, y el autor lo narra de tal manera que crees que se puede conocer todo de una persona simplemente observando como mueve las manos, que se puede llegar hasta lo más profundo de un alma fijándose en sus ojos, para él el conocimiento del ser humano es posible en base a una atenta observación de su comportamiento y lo que transmite con su actitud, que todo se puede adivinar por su expresión. Yo no lo creo así, pero cuando me lo cuenta Zweig estoy dispuesta a creerlo aunque sólo sea por un rato.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Mr. Mercedes

Hace bastante tiempo que no tenía entre las manos una novela del Rey del misterio con mayúsculas, del gran Stephen King, campeón sin duda de la literatura de misterio y suspense, categoría en la que ya cuenta con un buen número de novelas que pueden considerarse clásicos a nivel mundial. Tanto es así que en este Mr. Mercedes, el propio autor se permite salpicar el texto con varias autorreferencias de novelas propias porque, para qué negarlo, algunos personajes o escenas de sus obras son ya imágenes icónicas de la cultura occidental del cine y la literatura y él mismo lo sabe y no se hace el despistado, sino que presume de ello y se autocita en sus propios libros de manera descarada como sólo un genio puede permitirse.

En lo que se refiere al argumento propiamente dicho, nos encontramos frente a dos protagonistas antagónicos: el policía retirado William Hodges y el culpable de uno de sus casos sin resolver, el frío "asesino del Mercedes", Brady Hartsfield, un loco maniaco que hace algunos años arrolló con un Mercedes robado a una multitud de personas que hacían cola esperando la apertura de una feria de empleo. El asesino no fue identificado pero lo que más fastidia al friki de Hartsfield, lo que verdaderamente no soporta es que el policía que llevó la investigación de su caso se jubilase con méritos y gran fiesta de despedida cuando ni siquiera fue capaz de descubrirle ni detenerle. La obsesión de Brady le lleva a ponerse en contacto con Hodges por medio de una carta donde le convoca a encontrarse en una red social más discreta que las habituales para charlar sobre los motivos de Brady para cometer la matanza del Mercedes y desafiarle de igual a igual mientras planifica una nueva masacre. Esto provoca que el detective comience a darle nuevas vueltas al viejo caso mientras que Brady le mantiene bajo vigilancia tratando de controlar sus pasos e incluso pretendiendo dirigir sus futuros movimientos. Estando retirado y no pudiendo acudir a sus antiguos compañeros policías, Hodges se hará acompañar, a modo de improvisado ayudante, por su joven vecino Jerome, un inteligente adolescente que le asesora en asuntos informáticos y le ilumina en su investigación con su clara mente y acertadas reflexiones.

La atmósfera de la novela es opresiva y tensa por el hecho de que asistimos a una persecución donde el ratón vigila constantemente al gato que le debe dar caza. Desde el primer momento el desquiciado asesino que se transmuta mediante diversos empleos que le permiten camuflarse en distintos ambientes, de manera que controla todos y cada uno de los movimientos del detective, conoce sus costumbres, su localización prácticamente al momento, y casi adivina sus pensamientos y prevé sus próximos pasos. Con buen ritmo, la historia se va acelerando en esa caza a ciegas del fanático asesino del tipo que sólo puede darse en los Estados Unidos: un obseso de la muerte con libre acceso a armamento de todo tipo y que sueña con pasar a la posteridad mediante un crimen de enorme repercusión. Una novela de acción trepidante que demuestra la habilidad de King de crear personajes memorables, sean héroes o antihéroes, pero siempre cargados de potencia y atractivo en medio de tramas muy bien planteadas y entretenidas.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

La mala hierba

Cuando Jacobo pierde el trabajo y su vida se derrumba decide trasladarse junto a su mujer y su hija adolescente al pueblo de origen de la esposa donde intentar comenzar de nuevo desde cero. La casa familiar resulta ser un viejo cortijo cochambroso en la localidad de Portocarrero, un pueblucho en mitad del desierto de Almería. Pero la suerte no les acompañará y la familia malvive a base de favores de familiares y vecinos. Hasta que un suceso espantoso lo termina de desbatatar todo, un crimen cruel y sin sentido que deberá ser aclarado.

Desde la primera página de "La mala hierba" de Agustín Martínez nos encontramos en medio de un paisaje seco y desolado donde se mueven unos personajes desencantados, perdidos, tanto los adultos como los adolescentes son figuras cargadas de desilusión en un entorno sin perspectivas de futuro, una población que depende económicamente de un ruinoso Pueblo del Oeste medio abandonando que ya no atrae apenas turistas, donde todo es ruina y escasez en una localidad de calles arrasadas por un calor implacable, sin una mala sombra que alivie de la asfixia permanente, que salve del viento de fuego que asola cualquier vegetación y cualquier asomo de esperanza.

¿Quién organizó el crimen? ¿Puede una adolescente odiar tanto a sus padres como para planear su muerte? ¿Que le puede llevar hasta ese extremo? Esta es, sin embargo, una historia llena de mentiras y medias verdades, de personajes que se van mostrando poco a poco, que cambian de bando según avanza la trama, que parecen culpables hasta que surge otro sospechoso, todos parecen tener razones para desear la muerte de sus familiares o vecinos, nadie está completamente libre de culpa, todos guardan cuentas pendientes por resolver. La novela plantea un debate sobre el origen de la maldad, si está puede ser innata o si debe culpar a las circunstancias o al entorno. Y las conclusiones a las que llegamos no son necesariamente tranquilizadoras.

No es hasta que termino la novela que descubro que este Agustín Martínez es el autor de "Monteperdido", novela que leí hace algún tiempo y que se desarrollaba en un escenario radicalmente opuesto al que encontramos en esta; en aquella ocasión se trataba de un paisaje de alta montañas, un pueblo rodeado de picos nevados, valles escarpados y bosques impenetrables pero sus habitantes se enfrentaban al mismo aislamiento que los de Portocarrero, con la Naturaleza siempre enfrente como una barrera, como un enemigo al que el hombre debe adaptarse en circunstancias extremas. Me admira la capacidad del autor de recrear estos paisajes radicales, del desierto más despiadado a la montaña más inalcanzable, convirtiendo al entorno en un elemento esencial de la novela, en un personaje más que determina la forma y las condiciones de vida en las que se desenvuelve la acción. Un buen autor que tendré que seguir de cerca y que me atrevo a recomendar.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Si esto es un hombre

Por lo general mis lecturas tienen por objeto la pura evasión, el disfrute, el descubrimiento de personajes, escenarios o épocas históricas pasadas que despiertan mi curiosidad o interés. La lectura es, por lo tanto, fuente permanente de goce y disfrute, de ser capaz de vivir historias que otros me cuentan y que me permiten evadirme del mundo. Pero en contadas ocasiones siento la necesidad de enfrentarme a libros como este "Si esto es un hombre" de Primo Levi, el primer volumen de una trilogía en la que el autor italiano y, como bien indica su apellido, judío, narra en primera persona su experiencia como preso en el campo de concentración de Auschwitz, así como continuará en los sucesivos libros contando sus vivencias posteriores, una vez liberado del campo y finalizada la guerra.

No hay manera de resumir o contar brevemente lo que Primo, junto tantos otros miles de judíos vivieron y padecieron en aquellos campos. Cada anécdota, suceso o hecho puntual es un drama inconmensurable. Levi nos cuenta su propia experiencia y también la de otros, con sus nombres y apellidos propios, nos cuenta cómo murieron aquellos que no tuvieron su suerte, con sus detalles particulares de modo que no es un relato genérico sino que trata de acercarnos a cada una de esas muertes, una por una, crueles e innecesarias todas ellas.

El relato se centra en la manera en que Levi y sus compañeros de encierro tratan de subsistir día a día, de acomodarse a normas irracionales y numerosísimas, órdenes en idioma desconocido, la manera en que sus carceleros tratan de hacer que los presos dejen de ser personas, les llevan a perderlo todo, lo más fundamental, su condición de individuos al arrabatarles los aspectos que los distinguen a unos de otros, convertirlos en meros números, en cosas, olvidando que son personas. La máxima lucha que tendrán que enfrentar es adaptarse al ritmo y a las normas del campo, con la convicción de que no saldrán vivos de allí en el momento en que sufran cualquier debilidad, cualquier error o descuido les llevará a la muerte tan rápidamente como cualquiera de las muchas enfermedades que les amenazan.
"Hemos viajado hasta aquí en vagones sellados; hemos visto partir hacia la nada a nuestras mujeres y a nuestros hijos; convertidos en esclavos hemos desfilado cien veces ida y vuelta al trabajo mudo, extinguida el alma antes de la muerte anónima. No volveremos. Nadie puede salir de aquí para llevar al mundo, junto con la señal impresa en su carne, las malas noticias de cuanto en Auschwitz ha sido el hombre capaz de hacer con el hombre."
Levi detalla el complejo sistema de organización, las numerosas y absurdas normas, el mercadeo con los escasos y míseros enseres que son fundamentales para la subsistencia: una camisa andrajosa y sin botones, una cuchara fabricada con chapa o media ración de pan que puede alcanzar un valor altísimo en aquel infierno. Reflexiona a lo largo del relato sobre la naturaleza humana, las técnicas desarrolladas por el ingenio impulsado por el instinto de supervivencia, allí dentro ya no valen las reglas del mundo exterior ni las leyes que antes regían entre los hombres libres: robar es una necesidad, escapar del trabajo en cuanto sea posible engañando o aparentando una enfermedad asegura el poder sobrevivir al menos un día más. 

La lectura, como no podía ser de otro modo, es inmensamente triste, desesperanzada, terrible y a pesar de todo resulta un elemento necesario para conocer lo que ocurrió allí de primera mano. Dice Levi que no escribió el texto ni desde el punto de vista de la víctima ni siquiera con afán de venganza, prefirió reservarse el papel de testigo que presenta el caso a unos jueces que serán los lectores de manera que cada uno juzgue y saque sus propias conclusiones a la vista de los hechos y los datos expuestos ante ellos.
"...ellos, la masa anónima, continuamente renovada y siempre idéntica, de no-hombres que marchan y trabajan en silencio, apagada en ellos la llama divina, demasiado vacíos ya para sufrir verdaderamente. Se duda en llamarlos vivos: se duda en llamar muerte a su muerte, ante la que no temen porque están demasiado cansados para comprenderla."

martes, 31 de octubre de 2017

Viaje con Clara por Alemania

Clara es profesora en un instituto alemán, si bien ya ha tenido alguna experiencia como escritora de un par de libros que, seamos sinceros, no han tenido muy buenas ventas. A pesar de ello, ella sueña con cambiar algún día las aulas por el oficio de escribir a tiempo completo. El último encargo que ha recibido ha sido el de elaborar una guía de viaje por el norte de Alemania, ruta que emprende en coche acompañada por su marido español, una combinación de chófer, crítico literario y asistente y que no podemos evitar creer que se parece mucho al propio Fernando Aramburu, porque el tono de este "Viaje con Clara por Alemania" que está escrito en primera persona por el esposo de Clara, que no es Aramburu pero se le parece, suena tan espontáneo y sincero que cuesta creer que se trate de un personaje totalmente ficticio, además de compartir numerosos datos biográficos con el propio autor.

Tenemos que decir que Clara es más bien quisquillosa, tendente al pesimismo, pelín histérica y demasiado mandona, pero el autor la adora igual; a él se le adivina paciente y bienhumorado y sobre todo enamorado de su esposa alemana y dispuesto a satisfacerla en todas sus exigencias esperando que así ella se encuentre del mejor humor posible de modo que se avenga a cumplir con el débito conyugal con la mayor frecuencia posible. Frente a los esfuerzos de Clara para sacar adelante su libro, afectada como está por por la frecuente falta de inspiración, bloqueo creativo y arrebatos de pesimismo sobre su capacidad de culminar el proyecto asignado, el narrador se presenta como su más fiel apoyo, el hombro sobre el que llorar, el chico de la recados y el felpudo en el que sacudirse los disgustos y frustraciones. Y a pesar de que su mujer le insiste en que no la entiende en sus manías y rarezas porque él no es, como ella, un artista, un novelista, un creador, ello no quita para que él vaya elaborando una narración en paralelo de ese viaje, en ratos muertos en que se sienta a escribir a la mesa de la cocina nos  va contando el viaje en un relato plagado de detalles de la convivencia, costumbres íntimas del matrimonio, hábitos del pueblo alemán y divertidas escenas contadas con humor y desenfado en la mayoría de los casos.
"Hasta la fecha no le he contado que yo también escribo, aunque no soy escritor en el sentido en que ella concibe la tarea de escribir. Ni gozo ni sufro cuando en mis ratos libres converso conmigo por escrito, a veces, como en este instante, mientras se cuecen las legumbres sobre el fuego de la cocina. Redacto a mi aire recuerdos de nuestro viaje; pero cuando quiero me detengo y cuando quiero prosigo, sin que jamás me atosiguen la angustia o las responsabilidades, libre de críticos y lectores, de plazos y reglas, como no sea las que respeto sin darme cuenta o por capricho. Que me perdone la literatura si me río de ella."
El autor demuestra un exquisito uso del lenguaje, un gran dominio de la prosa con frases perfectamente construidas que incluyen palabras inventadas con gran ingenio pero sobre todo una absoluta ausencia de seriedad en el fondo y en la forma, con grandes dosis de humor, a veces cruel, a veces negro, se burla de los alemanes y también de los españoles y, sobre todo, se burla de sí mismo, de esa figura del vividor paseante, del amo de casa que se dedica a la literatura como pasatiempo y que no tiene público ante el que justificarse ni que le juzgue por aquello que escribe y cuenta. Y tal vez por esa ausencia de presión el texto suena tan espontáneo y divertido. Una estupenda broma literaria en la que el lector se sumerge completamente, confundiendo por completo narrador y personaje en una ficción que suena a relato autobiográfico, cosa que no es. ¿O sí?

viernes, 27 de octubre de 2017

Después del amor

"Después del amor" es la tercera novela de la periodista televisiva Sonsoles Ónega y que le ha proporcionado el premio de novela Fernando Lara 2017, cosa que alguna garantía de calidad ya nos puede dar, así de primeras, pero habrá que leerla para comprobarlo, claro.

La novela gira en torno a una protagonista central, Carmen Trilla, mujer de la alta sociedad barcelonesa que vive un matrimonio desgraciado con un reputado doctor en el que el amor se ha apagado hace tiempo, pero lo peor ocurre cuando Carmen descubre que su marido tiene una aventura amorosa con su propia hermana. Carmen está resignada a continuar manteniendo las apariencias en ese matrimonio fracasado, cuando un encuentro casual en un breve trayecto en tren con Federico Escofet, un atractivo militar con un destacado puesto en la complicada Barcelona de los años treinta, da un giro radical a sus sentimientos. En un indudable caso de amor a primera vista, ese encuentro será el inicio de un enamoramiento imposible: ambos están casados en una época en que, a pesar de los nuevos derechos y libertades implantados por la II República, pertenecen a un entorno en el que las convenciones sociales hacen imposible pensar en la separación matrimonial o en rehacer sus vidas dejando de lado a sus familias. Pero a pesar de lo difícil de su situación la pasión entre ambos no decae sino que irá a más con el tiempo. Carmen vive volcada en sus hijos, son ellos los que le impiden plantearse el abandonar a su marido y unirse a Federico. Pero los tiempos se volverán cada vez más convulsos hasta que la incertidumbre de la guerra, la traición imperdonable de su hermana y la crueldad de su marido la impulsarán a tomar la decisión de abandonarlo todo y lanzarse en brazos de su amor, aunque ello suponga alejarse de los niños.

Reconozco que me ha costado sentirme arrastrada en un primer momento por la historia de amor de los protagonistas, no me he sentido implicada en el inicio de la intensa pasión, tal vez debido a que Carmen presenta demasiada indecisión, está llena de incertidumbres, por otro lado lógicas dada su situación personal, pero confieso que su actitud no ha contado con mi empatía hacia ella en un principio. Es cuando su vida se convierte en un auténtico drama, cuando todo estalla y Carmen debe dejar todo atrás y se sumerge en un verdadero infierno, cuando he logrado conectar con esa mujer que lo abandona todo, que arriesga su vida por el hombre al que ama, llegando casi a perder la razón, abandonando la seguridad de su posición, de su familia y de todo su mundo conocido hasta ese momento.

Sí que he disfrutado enormemente con el marco histórico de la Barcelona de la República, de los sucesos de intensa agitación política de aquellos días, el estallido de la guerra civil, el inicio a continuación de la guerra mundial y el incierto itinerario que Carmen y Federico emprenden huyendo de un conflicto bélico y cayendo sin remedio en otro incluso mayor. Sin duda, los hechos relatados en la novela, más aún sabiendo que responden a sucesos realmente padecidos por los protagonistas, están cargados de emoción, peligro, miedo y sufrimiento y están contados con intensidad, profundidad histórica y acaban por atrapar en el relato de la cantidad de penurias y desgracias que tuvieron que atravesar los dos amantes en medio de una Europa en guerra que arrasó con tantas vidas y entre ellas con las de nuestros protagonistas.

Ha sido afortunada Sonsoles Ónega al descubrir esta historia de amor y tener la ocasión de novelar los sucesos que la rodearon pero también hay que reconocer que ha tenido acierto y habilidad al hacerlo, ha sabido reflejar tanto el marco histórico como el fondo humano de los personajes y sus conflictos personales, los ha situado perfectamente en medio de los sucesos que tuvieron que vivir y les ha vuelto a dar vida reconstruyendo su intensa historia de amor con final trágico. Un acierto de novela, sin duda.

domingo, 22 de octubre de 2017

La chica en la niebla

Nos situamos en el lugar de los hechos que suceden en "La chica en la niebla" del italiano Donato Carrisi, a través de un párrafo muy descriptivo del propio libro:
"–Un valle perdido. Pero un día descubren que debajo de las montañas hay un mineral raro como la fluorita. De modo que, de repente, gente normal se hace rica. Un lugar donde todo el mundo se conoce, donde nunca sucede nada. O sí, pero nadie habla de ello, nadie dice nada. Porque aquí la costumbre es esconderlo todo, incluso la riqueza… Ya sabes lo que dicen, ¿no? «Comunidad pequeña, secretos grandes»."
El agente especial Vogel es un investigador policial especializado en casos escandalosos, preferiblemente con gran impacto mediático. Sus métodos de trabajo no son los más ortodoxos pero su índice de casos resueltos con éxito le otorgan una libertad de acción excepcional. Cuando en el pequeño pueblo de montaña de Avechot se denuncia la desaparición de Anna Lou, una discreta chica de dieciséis años cuyo mundo se limita a su familia, el colegio y la congregación religiosa a la que pertenece, Vogel se persona en el lugar y toma el mando de la operación de búsqueda. Pero Vogel ya no busca a la chica a la que da por perdida desde el primer momento, ahora a quien deben buscar es al monstruo que se la ha llevado y seguramente asesinado. Lo que deben encontrar ahora es a un criminal que presentar a la prensa y a los vecinos, a alguien a quien presentar ante los medios y a quien el público pueda odiar y el agente Vogel lo encontrará a cualquier precio y si no existe lo creará, aunque no siempre sea posible usar métodos completamente legales o lícitos para dar con él.

El relato esta narrado en un tono frío e implacable, como la actitud del investigador protagonista; los distintos personajes se van presentando llenos de sombras, las sospechas se extienden entre todos los habitantes del pueblo, ninguno queda libre de ser observado y analizado. La investigación irá tirando de diferentes hilos, siguiendo diversos caminos de acuerdo con los métodos más formales a cargo del oficial Borghi, policía asignado a apoyar al detective estrella y los procedimientos más intrincados de éste otro, más interesado en alcanzar un resultado brillante que en hacer auténtica justicia. Toda la novela está envuelta en un ambiente inquietante de incertidumbre que combina bien con el escenario de frío, niebla y oscuridad que envuelve física y figuradamente al relato hasta el final.

miércoles, 18 de octubre de 2017

La biblioteca de los libros rechazados

Descubrí a David Foenkinos hace ya algunos años a través de su encantadora novela "La delicadeza" que me pareció una obra llena de sensibilidad y romanticismo bien entendido. Esa experiencia tan positiva junto con un título tan atractivo para una amante de la lectura y del mundo de los libros como el es el de "La biblioteca de los libros rechazados" me predisponía, sin duda, del mejor humor posible para disfrutar de otra buena experiencia de parte de este particular y premiado autor francés.

El escenario inicial de la novela es una peculiar biblioteca de pueblo cuyo encargado se ha ocupado durante años de almacenar manuscritos de libros rechazados por las editoriales. En el pueblo se encuentra pasando una temporada Delphine, una joven editora que viene acompañada de su marido, un talentoso escritor falto de inspiración y de éxito editorial. Cuando Delphine descubre entre esos proyectos de libros que nunca llegaron a ver la luz una novela que la cautiva, decide publicarla sin dudas. Pero no sólo la obra en sí es atractiva sino que desde su origen, su misterioso autor, la forma en que fue compuesto y encontrado casi por casualidad, todos los elementos que rodean a la novela añaden valor e interés a ese nuevo libro que todos desean conocer. Y además la aparición de la obra alterará la vida de aquellos que se encuentran en su entorno, de la familia del presunto autor, de la joven editora y su marido, el escritor bloqueado, de los habitantes del pueblo que hasta entonces vivían en la paz de un anonimato que el éxito editorial vendrá a trastocar.

Todo en esta novela gira en torno a los libros, a quienes los escriben, al proceso creativo, a lo que transmiten a aquellos que los leen, sobre el modo en que los libros hacen sentirse al lector que los descubre y pueden cambiar su propia vida, la manera en que un libro nos muestran siempre algo de nuestra propia realidad, cómo nos vemos reflejados en aquello que leemos. Igualmente se reflexiona en torno a la cuestión de para quién escribe un escritor: ¿para sí mismos, para que los lean, para la posteridad o para comprenderse a sí mismo? ¿Son el éxito o el fracaso de una obra los que determinar su valor? Este es, indudablemente, un claro ejemplo de "libro sobre libros" pero es mucho más, una obra salpicada de anécdotas literarias y artísticas y también una comedia ligera con toques de crítica social que en ocasiones toma la forma de novela de misterio e investigación, casi en un thriller literario que además tiene mucho de novela romántica. Todo un cóctel de diversos elementos que dan lugar a una novela estupenda, muy completa en todos sus aspectos y que confirman la genialidad de su autor, capaz de crear un maravilloso mundo propio con personajes inolvidables.

viernes, 13 de octubre de 2017

Te estoy viendo

Vuelvo a disfrutar con "Te estoy viendo" de Clare Mackintosh de una novela británica de suspense protagonizada por una mujer joven que se ve envuelta en una trama criminal que vuelve del revés su anodina vida cotidiana. Sí, en efecto, esta es una premisa que ya nos suena de "La chica del tren" o a "La mujer del camarote 10 " pero eso no quita para que resulte atractiva, emocionante y podamos disfrutar de la lectura siguiendo de cerca los sufrimientos de la pobre protagonista.

Esta protagonista se llama Zoe y le sucede que una tarde se sorprende cuando, mientras vuelve a casa en metro desde el centro de Londres donde trabaja, encuentra su foto en un extraño anunció clasificado del periódico. A partir de ahí se suceden anuncios similares con imágenes de diferentes mujeres anónimas que casualmente comienzan a ser objeto de diversos delitos que van desde el robo de llaves hasta el asesinato. Nos encontramos, por tanto, con un acosador, un vigilante, un asesino al que no conocemos pero al que oímos en segundo plano de vez en cuando amenazando a sus futuras víctimas en una especie de juego persecución en el que siempre acabará perdiendo la mujer a la que el cazador ha puesto en su punto de mira. Todas las víctimas son usuarias del Metro de Londres que se convierte en una trampa para las víctimas anónimas que el acosador elige, vigila y finalmente da muerte.

El suspense está muy bien dosificado a todo lo largo de la novela, la sospecha recae sobre diversos personajes cercanos a la protagonista que no tendrá ni un momento de respiro hasta el último momento hacia el que avanzaremos a un ritmo imparable, sintiendo el agobio y la incertidumbre constante de Zoe que tendrá que luchar por su propia vida sin saber de donde le viene la amenaza. Pues eso: emoción y adrenalina a tope hasta el final e incluso un poco más allá. 

domingo, 8 de octubre de 2017

El brillo de las luciérnagas

Ya sé que es materialmente imposible mantenerse al dia con la lectura de todas las novedades literarias que constantemente van saliendo publicadas, así que a menudo me encuentro como si fuera corriendo con la lengua fuera tratando de dar alcance a todos esos autores y novelas que voy viendo recomendadas y comentadas en páginas y blogs de confianza y que trato de tener anotados en la siempre creciente lista de lecturas deseadas. Y ese es el caso del escritor madrileño de nombre con resonancias anglosajonas Paul Pen, de cuya última novela no veo más que buenas críticas por todas partes, pero no puedo ponerme con esa novedad cuando hace tiempo que lo tengo apuntado en esa lista de pendientes con su anterior novela, "El brillo de las luciérnagas", que es por la que he decidido comenzar a descubrirlo, de manera que borro un libro de la lista e inmediatamente apunto otro, la cuestión es que siempre me encuentre como Sísifo, subiendo la piedra de una novela que logro leer a lo alto de la montaña, para inmediatamente apuntarme un título nuevo por leer y vuelta a empezar otra vez.

Al menos puedo decir que el estreno con este autor ha sido plenamente satisfactorio, ya que se trata de una lectura absolutamente inquietante, con un ambiente totalmente claustrofóbico dado que el escenario en el que transcurre la acción es un sótano en el que vive el chico protagonista junto a su familia que se encuentra allí desde antes de que él naciera. Todos los mayores sufren quemaduras de diverso alcance causadas por un fuego que él no conoció pero que fue la razón que les llevó a encerrarse en esa casa bajo tierra ajena al mundo exterior, de manera que ese hogar subterráneo es todo lo que el chico conoce, su único mundo, con sus olores propios, luces huidizas que se cuelan por las ranuras, todo allá abajo tiene la apariencia de ser una vida normal salvo que el chico nunca ha salido de allí y no sabe qué es una vida normal. Únicamente dos visitas del mundo exterior entran en aquel sótano: las luciérnagas que se cuelan en su cuarto y traen su luz misteriosa y fascinante y el hombre grillo, una aterradora presencia que el chico no ha visto nunca directamente pero lo adivina cuando lo escucha arrastrarse por el pasillo, procedente de ese mundo exterior que su padre le ha dicho que duele, que no es seguro; sólo allí abajo junto a su familia puede estar el chico a salvo.

La novela está contada con un tono que mezcla la magia con la que la imaginación del chico recrea la realidad y el misterio de los secretos que la familia le oculta. Los personajes y sus relaciones son ciertamente inquietantes y el descubrimiento de lo que ocurrió es una historia que está llena de belleza y horror, de amor familiar y de necesaria huida del mundo. Una lectura llena de emoción que no defrauda.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Más allá del invierno

La ultima novela de Isabel Allende, "Más allá del invierno" transcurre en Brooklyn durante una terrible tormenta de nieve que deja la ciudad paralizada y sirve de elemento que reúne de manera casual bajo el mismo techo a tres personas diferentes pero que acabarán atados por un secreto compartido, por un asunto al que deben encontrar una solución que no les comprometa seriamente a ningún de ellos. La convivencia forzosa les obligará a conocerse, a abrirse a los demás y a desplegar ante los otros sus pasados conflictivos, traumáticos o complicados que configurarán, junto con la peripecia en la que se ven envueltos, el grueso de la trama.

Los tres personajes centrales me han parecido bastante prototípicos: Lucía, la mujer ya sesentona pero con espíritu juvenil y gran fuerza interior que, no sé por qué razón, he estado identificado constantemente con la propia autora, seguramente debido a su origen chileno y su edad semejante; Richard, el taciturno profesor universitario imagen fiel del norteamericano WASP, intelectual, progresista y solidario de exterior duro y frágil interior; y finalmente Evelyn, la diminuta inmigrante explotada por sus patrones y que se encuentra indefensa ante el mundo en medio de la gran ciudad.

El estilo y planteamiento es el propio de la novela romántica norteamericana que sigue el esquema de chica impetuosa conoce chico reservado y sabemos que al final acabarán juntos como pareja ideal porque resultan ser totalmente complementarios. Poca sorpresa por ese lado.

Más interés me ha despertado el retorno a los orígenes de los protagonistas, a la Guatemala de los guerrilleros, las maras, la miseria y la emigración; al Chile de Allende y el golpe de estado, las ideologías enfrentadas, los ideales políticos derrumbados. Los temas que sobrevuelan la narración son variados y atractivos: la posibilidad del amor otoñal, la inmigración hispana en los Estados Unidos, incluso aparecen elementos cercanos a aquel realismo mágico del inicio de la obra de la autora y que últimamente han derivado más hacia asuntos de santería, pluralidad de religiones, la intervención de los espíritus y las fuerzas sobrenaturales en la vida cotidiana de los personajes. Asuntos y temas secundarios todos estos que enriquecen el relato.

Pero debo concluir reconociendo que no, definitivamente no me he reencontrado con aquella Isabel Allende que me hizo amar la novela con la ya mítica "La casa de los espíritus". Lo sospechaba en cualquier caso, no tenía todas mis esperanzas puestas en esta novela, pero al final voy a tener que admitir que tal vez esa Isabel mágica que yo añoro y ansiaba recuperar ya no existe y ha sido sustituida por esta escritora madura, vivaracha y vitalista con gran dominio del oficio y que nos deja cada año una novela bien escrita, entretenida y ligera con la que consolarnos aunque sea un poco de nuestra pérdida.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Americanah

Hace tiempo que veo rondar por la red comentarios entusiastas sobre esta novela, "Americanah", una historia sobre jóvenes africanos emigrados a Estados Unidos obra de la autora nigerana Chimamanda Ngozi Adichie. Reconozco que temía que un entorno en principio tan extraño al mío como es el de la sociedad nigeriana me iba a llevar a encontrar una historia que quizás me pillara muy lejana, en unos escenarios totalmente ajenos a mi propia experiencia y sobre unos personajes con los que no sabía si podría conectar. Y es que tengo la sensación de que la visión que desde España tenemos de Nigeria y su población procede eminentemente del tipo de inmigración que recibimos desde aquel país: jóvenes generalmente poco cualificados y que permanece en ámbitos casi marginales de nuestra sociedad. Poco que ver con la imagen que la novela nos traslada de una juventud altamente formada, con grandes influencias culturales del Reino Unido, lo que se refleja especialmente en el correcto idioma inglés que se maneja entre las clases más formadas, lo que se combina con los sueños de unos jóvenes de salir de su país para desarrollar sus carreras profesionales en entornos más favorables, bien en el Reino Unido, bien en los Estados Unidos.

Dentro de este grupo de nigerianos educados y formados se encuentran los protagonistas de la novela, empezando por Ifemelu, una joven que regresa tras quince años residiendo en los Estados Unidos donde ha cursado estudios universitarios y donde gestiona un interesante y exitoso blog sobre las condiciones de vida y las peculiaridades con las que se encuentran los negros no norteamericanos en aquel país. A su regreso a Nigeria Ifemelu se resiste a reencontrarse con su antiguo novio, Obinze, que ahora es un hombre de negocios de gran éxito en Lagos. Precisamente la conciencia de que ninguno de ellos son las mismas personas que eran tantos años antes, cuando ambos eran prometedores estudiantes de secundaria llenos de sueños y planes en común, la conciencia de lo mucho que han cambiado ambos retrasa este encuentro. 

En ese espacio de tiempo Ifemelu va recordando cómo era la Nigeria en la que se educó y creció: un país revuelto y efervescente con una población hundida en el desencanto de las huelga continuas, las protestas contra el gobierno, funcionarios que no reciben sus pagas, universidades paralizadas y jóvenes que suenan con escapar a América como pudo hacer ella. Igualmente reflexiona sobre la sorpresa que sintió cuando descubrió la imagen que de los africanos tienen los norteamericanos, la cantidad de prototipos y prejuicios sobre África en general que el desconocimiento de la realidad provoca. Allí ella pertenece a un grupo ajeno al de los afroamericanos, es una verdadera africana, un elemento exótico que los americanos identifican con costumbres tribales, pueblos pobres subdesarrollados sobre quienes hacer caridad a través de múltiples ONGs, pero les cuesta considerarlos como iguales, miembros de sus universidades, vecinos en sus propios barrios.

A su regreso, lo que Ifemelu se encuentra es una Nigeria que ha evolucionado hacia una sociedad occidentalizada ávida de riqueza y éxito en base a un nuevo resurgir de la economía donde la ambición por la formación y la cultura ha sido sustituida por la persecución del mero éxito económico.

Me habría gustado leer esta novela en inglés para captar en versión original los contrastes entre el habla británica y la norteamericana, la cantidad de giros y expresiones que a Ifemelu tanto le sorprenden, la diferencia en cuanto a educación y cultura dentro del mismo país que suponen, por lo que recomiendo a quien tenga la posibilidad de hacerse con esa versión original y ser capaz de leerla, no dude en hacerlo. También confieso que he acabado un poco saturada de tantas reflexiones sobre la raza y sus avatares porque con frecuencia las reflexiones superan al argumento, se da más disgresión que narración, más antropología que puro relato. Pero a pesar de ello he descubierto a una buena narradora que transmite a la perfección las circunstancias de una sociedad y de unos personajes que, continentes de origen aparte, color de piel o problemas de control del pelo más o menos crespo aparte, en lo básico no se diferencian tanto de cualquiera de nosotros.

domingo, 24 de septiembre de 2017

El encanto

Desde las primeras líneas de "El encanto", la encantadora primera novela de Susana López Rubio, tengo la sensación de que no van a tardar mucho en convertir esta historia magníficamente ambientada en una miniserie " de amor y lujo" de las que últimamente abundan en nuestra televisión. No en vano, la autora tiene bastante experiencia como guionista televisiva y este acertado manejo de las escenas se le nota a la legua. La verdad es que esta historia que nos traslada a la Cuba de principios del pasado siglo está narrada con una prosa enormemente visual que logra evocar un ambiente, una sociedad de disfrute, lujo y alegría que antecedió a la revolución que a finales de los cincuenta terminó con la influencia norteamericana en la política y la economía de la isla y dio inicio al régimen socialista.

Pero antes de que todo esto ocurriera, la Habana era una capital llena de vida y posibilidades lo que la convertía en objetivo de muchos españoles que huían de la miseria que les amenazaba en su país, sumido en continuas crisis económicas y políticas, y buscaban hacer fortuna allende los mares, como ocurre con el protagonista de la novela, el joven asturiano Patricio que desembarca en su puerto sin un real en los bolsillos pero la energía y la ilusión de su juventud y la esperanza de alcanzar fortuna en aquel magnífico escenario. Muy pronto Patricio conocerá a la otra protagonista de la novela: Gloria es una bella habanera casada casi siendo una niña con el malévolo César Valdés, un mafioso sin escrúpulos que provocó la ruina de la familia de la joven para ofrecerle después el matrimonio como única salvación para su honor. 

El escenario del encuentro es también un protagonista más de la historia: los almacenes El encanto no sólo son el paraíso de las compras más lujosas, de los productos de la más alta calidad a la altura de las grandes capitales mundiales, también es un mundo de sueños donde se ponen en marcha las primeras técnicas de marketing y fidelización de clientes, donde la decoración exquisita con vitrinas expositores y paredes forradas de madera, el selecto trato de los empleados a los clientes o la gran novedad de las escaleras mecánicas iguales a las instaladas en los almacenes Macy's de Nueva York los convierten en un lugar de ensueño donde todo es posible, salvo la historia de amor condenada al fracaso entre un joven empleado estrella y una adinerada clienta habitual.

Pero los almacenes no sólo sirven para disfrute de los mismos cubanos; en aquellos tiempos todas las estrellas del cine y la música del mundo pasaban por La Habana, todo el glamour de los años 40 y 50 desfilaba por la ciudad y por la tienda, por los teatros y las salas de fiesta, desde John Wayne a la seductora Ava Gardner, Christian Dior o Frank Sinatra aparecen en pequeños papeles secundarios en la trama de la historia, incluyendo al mismísimo Hemingway escribiendo en calzoncillos en la terraza del hotel Ambos Mundos.

Aunque en algún momento se le va la mano a la autora como en la excesivamente romántica y fantasiosa escena de la noche pasada por los amantes dentro de los almacenes saltando de departamento en departamento, en general la historia es, volviendo al juego de palabras, absolutamente encantadora, con unos protagonistas que caen simpáticos enseguida, él con su ingenio y desparpajo, ella con su atractivo y su deseo de encontrar la felicidad, la historia está contada con la ilusión que emana del amor más inocente que hace fácil empatizar con la pareja y su historia de amor imposible. El resultado es una bonita fábula romántica en el escenario fascinante de la vieja Habana. Muy recomendable.

martes, 19 de septiembre de 2017

El grupo de lectura

Esta de "El grupo de lectura" es la primera novela que leo de Elizabeth Nobel y no me ha parecido una mala experiencia, si bien no será de esas novelas que permanecen en tu pensamiento más allá del momento en que pasas la última página, sí que me ha entretenido mientras ha durado su lectura. La trama del libro va repartida entre las distintas protagonistas que se nos van presentando con sus diferentes caracteres, situaciones personales, familiares y sentimentales y la forma en que se ponen en contacto unas y otras a través de ese grupo de lectura que da título a la novela, se desarrolla de modo ágil y dinámico precisamente por esa abundancia de personajes y tramas que  se van cruzando. La novela es netamente coral sin que haya una historia que prevalezca sobre las demás y cada una de ellas nos acerca a mujeres con diferentes perfiles con sus diversos problemas matrimoniales, con madres enfermas, hijos que se apoyan en ellas con sus propios problemas... Susan, Polly, Nicole, Harriet y Clare representan diferentes perfiles de mujer con variedad de edades, formación y situación sentimental pero comparten en esa reunión mensual en la que comentan la novela elegida por una de ellas no sólo sus puntos de vista sobre la lectura sino también sus propios problemas o sus grandes alegrías. En mi opinión el club de lectura no es más que un pretexto de la autora para reunir todas las historias de mujeres y hacerlas confluir en una trama común. Bien es cierto que los libros que se van leyendo a lo largo del año en el que se desarrolla la historia son obras generalmente recientes, otras más clásicas, muchas de las cuales yo misma he leído y tienen parte de peso en el argumento de la novela, se vuelcan comentarios acerca de ellas pero estos no suelen ser de gran profundidad y no constituye el eje de la historia, sino que siempre terminan interpretándose en función de las propias circunstancias personales de las protagonistas.

En definitiva, considero esta novela como una lectura entretenida para pasar las tardes del verano, una historia plagada de los avatares sentimentales que atraviesa un grupo de mujeres a lo largo de un año donde no faltan embarazos, fracasos matrimoniales, relaciones materno-filiales y que nos habla fundamentalmente de la capacidad de resistencia femenina, de la amistad como clave en la que apoyarse para afrontar los grandes problemas y de las familias de todo tipo que siempre tienen como eje una mujer que lucha por mantenerla unida.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Azul de medianoche

No puedo evitar recordar, al hilo de esta última lectura, la maravillosa novela de Tracy Chevalier "La joven de la perla" que, aunque no se encuentra reseñada en este blog, es una de las lecturas recomendadísimas para cualquiera que disfrute con la buena narrativa histórica. Y es que todos aquellos que disfrutamos con el evocador ambiente de aquella obra que nos trasladaba a los Países Bajos en los años más brillantes de la pintura barroca, no podemos dejar pasar este "Azul de medianoche" de Simone Van Der Vlugt que nos lleva nuevamente a aquellas ciudades del norte, a aquella sociedad de comerciantes que navegaban por todo el mundo en busca productos exóticos que traer a Europa mientras que en tierra permanece un gran número de artistas que reflejan el mundo cotidiano de las ciudades en delicadas y exquisitas obras pictóricas.

Estos dos mundos, el del comercio y el de la pintura, serán los que descubra la joven Catrijn, nuestra protagonista, que huyendo de un pasado triste y de un matrimonio que sólo le producía sufrimiento llega, tras emplearse como ama de llaves en Amsterdam, a la ciudad de Delft, donde consigue trabajo en un taller de ceramistas como pintora, su gran pasión y para la que está bien dotada. Allí conocerá al maestro Rubbens, admirado por todos los demás artistas locales, desde Nicolas Maes hasta Vermeer, al que conocemos más en su faceta de mesonero que la de pintor, pasando por Carel Fabritius, famoso por su cuadro del jilguero, que será maestro de pintura de Catrijn. Nos paseamos, así, gracias a esta novela, entre los grandes maestros flamencos, conocemos a los comerciantes que pusieron en marcha la Compañía de las Indias Orientales, descubrimos el funcionamiento de los gremios de artesanos, entre los que se encuentran los pintores como otros artesanos más y nos pasearemos por una sociedad puritana y recogida donde la creación de las grandes obras artísticas convivía con un modo de vida discreta, de duro trabajo y donde la protagonista consigue ascender socialmente con esfuerzo y dedicación. Una novela que se disfruta en distintos niveles y que deja un buen recuerdo tras su lectura.

viernes, 8 de septiembre de 2017

New York, New York...

Ya desde la vista de la portada, con esa fotografía cargada de evocador ambiente y bellísima luz otoñal, me siento transportada de la mano de Javier Reverte a ese "New York, New York..." al que el afamado escritor y viajero se traslada durante unos meses y nos invita a acompañarlo a través de este entretenido diario en el que va alternando el relato de sus infatigables paseos, alguna recomendación de restaurantes y muchos bares, infinidad de detalles sobre la vida cotidiana, de la ciudad y sus barrios como espacio geográfico, las peculiaridades del paisaje urbano y del carácter de sus habitantes, notas históricas y otros muchos comentarios que nos hacen sentirnos parte del paisaje que recorre incansable y sobre el que Reverte reflexiona con lenguaje sencillo y profundidad al mismo tiempo. 

No son muchas las novedades o hechos desconocidos que nos va a mostrar el autor, al menos para aquellos que, como yo, somos desde hace tiempo fanáticos de la gran ciudad. Son numerosas las novelas, diarios de viaje y obras de no ficción que llevo ya leídos con la ciudad de Nueva York como fondo, por lo que muchos de los lugares y personajes que aparecen en este libro me resultan ya conocidos pero ello no quita para que haya disfrutado del encanto de la crónica bien narrada, de las impresiones de primera mano que surgen de la pluma del periodista viajero, que nunca turista, que disfruta de la ciudad sin prisa, con pasión, que la observa con atención, trata de empaparse de su esencia y nos transmite su fascinación por el lugar y sus habitantes.
"Voy descubriendo Nueva York como un flâneur, un deambulador, un callejeador, al modo en que Baudelaire y Walter Benjamin gustaban de describir a este espécimen: un tipo inquieto, holgazán, observador apasionado, inmerso en la multitud como un ser anónimo, espectador urbano (...), como «un botánico de las aceras»."
Muchos paseos, mucho jazz, capítulos cortos e intensos, uno por día a lo largo de tres meses de patear calles, montar en ferrys y trenes, subir a edificios y bajar a sótanos y metros, de rozarse con la gente, de descubrir la variedad humana, cultural, religiosa y social del lugar, profundizar en su origen histórico y su carácter tan puramente norteamericano y a la vez tan diferente al resto del país. Una mirada imprescindible para todos aquellos que nos seguimos sintiendo fascinados por la ciudad que nunca duerme.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Nieve en otoño

En lo más alto de mi pódium de autores favoritos figura en un lugar de privilegio la escritora ucraniana Irene Nemirovsky desde el momento en que descubrí, hace ya bastantes años, su magistral "Suite Francesa" y desde entonces voy leyendo, sin prisa pero sin pausa, sus restantes obras en las que siempre encuentro esa maravillosa forma suya de narrar y, especialmente, el retrato de unos personajes que cobran vida en unas pocas y acertadas pinceladas y en cuyo interior profundiza con intensidad al tiempo que nos muestra un mundo que dejó de existir pero que sigue vivo gracias a obras como la que hoy comento, "Nieve en otoño", un breve retrato a la altura de lo que acostumbra la autora en la que pone en el primer plano protagonista la figura de la vieja Tatiana Ivanovna, criada de la aristocrática familia rusa de los Karin a los que sirve desde que era una jovencita. Muchas guerras y enfermedades que durante años han asolado Rusia se han llevado a numerosos miembros de varias generaciones de la familia y mientras tanto ella persevera en su entrega a su trabajo con una lealtad a toda prueba, sufriendo como propios los dramas de sus señores y siempre confiando en la voluntad de Dios en cuyas manos pone el destino de la familia y el suyo propio que siente unido irremisiblemente a lo que les suceda a ellos.

El relato nos muestra como Tatiana abandona el palacete de los Karin y sigue a la familia en su huida de Rusia tras el estallido de la revolución hasta París donde a la vieja criada le impactan los modos de vida con los que se encuentra, tan distintos a lo que le marca su talante religioso y sacrificado y a lo que estaba acostumbrada la antigua y tradicional sociedad rusa. Mientras que los miembros más jóvenes de la familia tratan de habituarse a los nuevos aires y modas y los mayores se esfuerzan por su parte en olvidar los malos momentos vividos y hacerse a su nueva situación, la vieja criada conserva la memoria de aquellos días, el lujo de los viejos tiempos en los que su condición de miembro de la servidumbre no le impedía sentirse parte de algo importante, una más de la familia y la única encargada de conservar las costumbres y maneras de ese mundo que ya nunca volverá y que tal vez sólo ella lamenta realmente haber perdido.

Una nueva muestra de la maravillosa obra de Nemirovsky que siempre supone un placer reencontrar y disfrutar.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Los días modernos

"Los días modernos" supone el estreno como novelista de la periodista radiofónica Cristina López Schlichting en la que nos narra una tierna historia de iniciación en la adolescencia situada temporalmente entre los meses que transcurren desde la llegada del hombre a la luna y la muerte de Franco, en una España que comienza a abrirse a una supuesta modernidad, el inicio de esos días modernos a los que se refiere el título. Amelia, la protagonista de la historia, vive una infancia feliz e inocente en un barrio del extrarradio de Madrid. Pero ya está entrando en esa edad en la que se da cuenta de que los adultos les ocultan muchas cosas a los pequeños, tiene ganas de ser mayor, de descubrir el mundo y conocer lo que hay más allá del pequeño universo de su barrio y su colegio de monjas.

La novela supone un simpático relato mitad antropología social, mitad desenfadado retrato costumbrista de una España en proceso de cambio, la del baby boom de los últimos sesenta en un Madrid en desordenado crecimiento, donde la vida comenzaba a ser más fácil gracias a los nuevos electrodomésticos y los horizontes se abrían a la modernidad. Todo ello desde el punto de vista de una niña que entra en la adolescencia con una mirada todavía inocente que da lugar a una narración alejada de los juicios políticos de la situación del momento, más centrada en la vida cotidiana, en los usos y costumbres, en los descubrimientos propios de la edad.
"Muchos españoles intentaban rescatarse a sí mismos de la boina, la alpargata y la pobreza, que se les pegaban como una segunda piel. Ese esfuerzo los impulsaba vigorosamente hacia delante, como un resorte que hubiese estado constreñido los veinte años en que Europa prosperó al calor del Plan Marshall y nosotros nos cocimos en la miseria de la autarquía. El resorte saltó de golpe, proyectándonos a toda velocidad hacia el futuro."
La novela está plagada de tópicos que siguen la actual moda de revisionismo nostálgico tipo "yo fui a EGB" que nos muestra aquellos años como una auténtica edad dorada para los que ya peinamos canas y que revive verdaderos tesoros sentimentales de nuestra infancia y adolescencia casi perdidos en la memoria. El resultado es una historia que se lee con una sonrisa en los labios, sin más ánimo que el de recordar, con nostalgia y sin profundizar en otros asuntos, unos años en los que los niños fuimos felices en nuestra ignorancia y que fueron el comienzo de un cambio radical en la forma de vida de nuestro país.