Ni siquiera va a tener suerte cuando decida quitarse la vida porque no va a ir de cabeza directamente a la muerte como era su intención, sino que aterriza en la biblioteca de la medianoche, un espacio intermedio, una suerte de limbo donde la anciana bibliotecaria de su antigua escuela le ofrece la oportunidad de revisar su vida pasada, todo aquello de lo que se ha arrepentido de no hacer y descubrir otro posible destino.
"Entre la vida y la muerte hay una biblioteca. Y los estantes de esas biblioteca son infinitos. Cada libro da la oportunidad de probar otra vida que podrías haber vivido y de comprobar cómo habrían cambiado las cosas si hubieras tomado otras decisiones"
Para Nora, que siempre examinó su vida en función de lo que no había logrado: no se convirtió en campeona de natación ni triunfó en la música por su miedo a tomar decisiones, no fue esposa ni madre, no conservó su trabajo ni fue siquiera capaz de cuidar a su gato, se le presenta ahora la oportunidad de darle la vuelta a todo y tomar las decisiones correctas. Se encuentra ante la posiblidad de participar en una especie de "elige tu propia aventura" real donde, según las decisiones que tome, su destino se encaminará hacia una dirección u otra. Aunque en algún momento el ir y venir entre las distintas versiones de la vida se desmadre un poco, Nora descubrirá mil y una líneas temporales alternativas entre las que paraelegir si vida perfecta.
Esta es una lectura fundamentalmente positiva, cargada de buenas vibraciones y que deja lecciones de filosofía vital muy básicas como que no hay que tener miedo a tomar decisiones, a arriesgarse, que de los errores se aprende tanto como de los éxitos, que no hay que subestimar la importancia de las cosas pequeñas y por encima de todo, que no hay que tener miedo a amar y a vivir la propia vida, con sus luces y sus sombras, con sus alegrías y tristezas; todo acaba mereciendo la pena, menos de las lamentaciones por lo que no se hizo.
"La única manera de aprender es viviendo"