miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ana María Matute

Buena noticia, excelente, la concesión del premio Cervantes a esta gran escritora que es Ana María Matute. Este premio es el más importante de las letras españolas y es plenamente merecido por esta magnífica escritora. Comenzando por su apariencia y la actitud que siempre ha mostrado, su humildad y simpatía personal, su sencillez como persona siempre me ha hecho sentirme atraída por ella como ser humano y luego, además, cuando conoces su obra en la que vuelca su inmensa imaginación en relatos adorables no puedes más que declararte fan incondicional. Es uno de esos casos en los que se piensa: "Si yo puediera ser escritora, querría escribir como Ana María Matute" Algo imposible, sin duda.

Reconozco que he llegado tarde a conocerla como escritora, conozco dos de sus últimas creaciones: Olvidado rey Gudú y Paraíso inhabitado, cada una en su estilo, maravillosas obras literarias. Me alegro de que haya recibido este reconocimiento que hará posible que algunos lectores que tal vez aún no la conocían se acerquen a su obra y queden, seguramente, impresionados. Yo aprovecharé para buscar algo de su creacción anterior que sin duda no me defraudará.

Felicidades.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Leer, leer y leer

Hace algunos días leía en un blog cómo una madre había logrado encontrar veinte minutos al día para leer aprovechando el rato en que esperaba a sus hijos a la salida del colegio. Realmente el asunto me hizo gracia porque yo también he aprovechado ese ratito para avanzar con algún libro, incluso yendo a la puerta del colegio o de la academia de inglés con algo de antelación adrede para poder disfrutar de esos escasos diez minutitos en que sólo me dedico a leer, sin estar pendiente de otras cosas, como me ocurre muchas veces en casa: que si el pequeño tira la tierra de una maceta o la lavadora está a punto de terminar o la mayor me trae un problema de mates que no entiende para que se lo explique... en fin, que si se tiene interés, esos momentos se encuentran. Me hace gracia la gente que, a la pregunta de si leen mucho contestan que no tienen tiempo; creo que no es cierto, si no lees es porque no te gusta mucho, porque tiempo siempre se encuentra: el ratito antes de caer dormido en la cama, la sala de espera del médico donde siempre tenemos asegurada una buena espera, por no hablar de los trayectos diarios en metro que en mi época de estudiante en Madrid disfrutaba tanto con un libro en la mano.Pues eso, que aunque sea de a poquito en poquito, siempre es posible encontrar esos ratitos, aunque sean robados de otras actividades para arañar unos minutitos de lectura en cualquier momento del día.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Guías del Museo del Prado

El pasado fin de semana estuve en Madrid, el sábado era mi cumpleaños y tenía ganas de celebrarlo en plan cultural, por lo que nos fuimos con los niños y una programación bien completa que incluía patearnos Madrid desde el Palacio Real hasta el Museo del Prado, haciendo parada en los iconos más destacados de la capital: Plaza Mayor, Puerta del Sol, Congreso de los Diputados...

Lo cierto es que el día fue estupendo y las visitas resultaron un éxito, teniendo en cuenta que arrastrábamos tres niños de distintas edades y ninguno se quejó demasiado ni de la caminata ni de las visitas realizadas y quedaron encantados de conocer tantas cosas de las que habían oído hablar con anterioridad.

Yo no soy mucho de comprar souvenirs, realmente no me atraen los platos de cerámica tipo "recuerdo de Benidorm" pero lo que sí que suelo traerme de los viajes son libros, generalmente guías de los lugares que visito, libros de fotografía o catálogos de museos o exposiciones. De este viaje me he traído la clásica guía de la visita al Palacio Real de Madrid, que, por cierto, debo decir que me ha gustado mucho y que me ha hecho recapacitar sobre los mucho que nos atraen los palacios europeos y lo poco que conocemos los nuestros (hagan una pequeña encuesta doméstica entre las personas de su entorno y descubran cuántos conocen Buckingham Palace o Versalles y cuántos han visitado el Palacio Real de Madrid o el Escorial o el Alcázar de Segovia; los resultados seguramente serán asombrosos)

Pues, como decía, además de la guía del Palacio, también me traje dos pequeñas guías de visita del Museo del Prado, una dedicada a las 10 obras maestras del Museo y otra monográfica sobre Velázquez. Existen otros títulos pero nos limitamos a estas ya que eran los temas en los que nos habíamos centrado con los niños. Son en realidad mini guías por su tamaño y por su precio (1,00 € en los expendedores situados en distintos pasillos del propio museo) pero por su contenido son grandes obras, ya que están escritas por especialistas, recogen los datos fundamentales de las distintas obras y comentarios sobre autores, épocas y demás. Están editadas por la Fundación Amigos del Museo del Prado y me parece que son de gran valor, a pesar de su pequeño tamaño. Una buena adquisición, sin duda, que nos permitirá refrescar desde casa aquello que vimos en nuesta visita.

viernes, 5 de noviembre de 2010

True Tales of American Life

Me extraño al comprobar que no tengo en este blog ninguna entrada sobre Paul Auster, teniendo en cuenta que es uno de mis autores preferidos. Lo cierto es que hace algún tiempo que no leo nada de él, no sé porqué pero sus últimas obras no me han atraído demasiado. Lo que sí que tengo en proceso de lectura es un libro de relatos en el que Auster aparece como editor y que se titula "True Tales of American Live" (la versión castellana recibió el título de"Creía que mi padre era Dios", nombre extraído de uno de los cuentos que se incluyen en el volumen)

El libro está compuesto por pequeños relatos, en su mayoría de no más de dos páginas de extensión, los más largos creo que no pasan de seis páginas y los más breves ocupan tan solo unas pocas líneas. Es una colección de auténticas joyas breves enviadas por los oyentes de un programa de radio que presentaba el propio Auster, autores anónimos pero que se prestaron a poner por escrito hechos excepcionales que les hubieran ocurrido a lo largo de sus vida y que desearan compartir con el resto de los oyentes. De la selección de los mejores de esos relatos que llegaron por cientos a la emisora surgió este libro.


Decía anteriormente que tengo este libro en proceso de lectura; lo que no he especificado es que este proceso lleva ya varios años en curso. No es que sea demasiado largo ni que me cueste avanzar por él; lo que ocurre es que este es lo que yo llamo un "libro almohadilla": lo tengo siempre en la mesa de noche y echo mano de él cada vez que termino un libro y no me decido por cuál será el siguiente que empezaré; durante un día, o dos, o más, según lo que tarde en centrarme en otra lectura, me sumerjo en de estas historias fascinantes que lo son más aún si creemos en que todas ellas cumplen la premisa que se estableció al solicitar los relatos: que fueran, como el título indica, cuentos reales, hechos vividos por los autores o por alguien muy cercano. Resulta fascinante cómo la realidad muchas veces es más fantástica, emotiva, sorprendente que cualquier ficción creada por un novelista. No sé si las historias fueron de algún modo adaptadas o arregladas antes de ser impresas pero lo cierto es que, cada una en su estilo, es un pequeño tesoro en miniatura, cada una con su gota de humor o de sentimiento o de sorpresa, cada una en su estilo, algunas con final feliz, otras impactante pero casi todas llegan al corazón y llevan a la reflexión.