lunes, 29 de junio de 2015

Tú te vas, tú te quedas

Me encanta encontrarme con novelas como esta de "Tú te vas, tú te quedas" en las que ya el inicio te atrapa por su impactante fuerza, con unas imágenes muy vivas, casi como si asistieras a una película y la acción a partir de ahí ya no decae en ningún momento. Así es esta novela de M. J. Arlidge en la que una endiablada trama de extraños asesinatos aparentemente sin sentido pone en jaque a la policía de Southampton. Los caso se repiten con el mismo esquema: de dos en dos, las víctimas van siendo secuestradas por parejas, encerradas en un lugar inexpugnable, incomunicadas, sin comida y recibiendo un siniestro ultimatum: el que asesine al otro será liberado y salvará su vida. El modo en que el instinto de supervivencia se enfrenta a las barreras impuestas por las normas sociales de no matarás, la manera en que las víctimas se ven reducidas al nivel animal en que sólo queda la lucha por conservar la propia vida es un elemento muy bien tratado en esta historia y la que hace que el lector no pueda quedar indiferente ante la acción de los secuestrados que se convierten al mismo tiempo en víctimas y asesinos.

La inspectora Hellen Grace, está a cargo de la investigación de esta serie de casos. Es una mujer fuerte y pero con una personalidad bastante oscura, debido, sin duda, a un pasado que le hace sufrir, pero al tiempo es una profesional concienzuda y que maneja con mano dura a su equipo en la investigación de estos incomprensibles casos sin conexión aparente, ni pistas aparentes, ni un hilo lógico del que tirar para tratar de desentrañar la razón o motivo que los origina. Al igual que Grace, destacan otros personajes femeninos, como la periodista que sigue el caso o una retorcida psicóloga implicada en el asunto, ambas desarrollando papeles algo ambiguos en la trama y, desde luego, no siendo precisamente de ayuda para el trabajo de la inspectora y sus colaboradores. La trama avanza a un ritmo frenético, con una intriga que no decae ni un segundo, enfrentándonos con unos asesinatos bien calculados, tremendamente crueles y planificados a sangre fría, lo que indica que detrás de ellos se encuentra una aguda mente criminal fuera de lo común, cuyas retorcidas motivaciones y objetivo final deberán descubrir los investigadores.

Ayudan a mantener la tensión constante de la lectura unos capítulos muy breves que enganchan con un ritmo trepidante, donde la adrenalina siempre se mantiene a tope según se va complicando aún más y más una trama en la cual llega un momento en el que nadie puede confiar en nadie. Una novela para disfrutar de veras, que te mantendrá en vilo de principio a fin.

domingo, 21 de junio de 2015

La leyenda de la isla sin voz

¡Cómo he disfrutado con "La leyenda de la isla sin voz"! Y eso que no tenía demasiadas referencias sobre esta novela de Vanessa Montfort, si bien sabía que se desarrollaba en la época de Charles Dickens y que el escritor aparecía como personaje en el relato, pero apenas había investigado más antes de empezar a leerla. Y es que a veces resulta positivo acercarse a una novela con pocas ideas preconcebidas ya que, de esta manera, es posible verse sorprendido por una historia como esta, en la que se nos muestra un encantador retrato de una época histórica apasionante, la posterior a la guerra Civil norteamericana, con un entorno de cambios y novedades fascinantes en lo que al progreso social se refiere y, al tiempo, en un escenario lleno de magia como es la isla de Blackwell, situada en el East River, desde donde se adivina, cuando la niebla no lo impide, el perfil de la creciente ciudad de Nueva York, pero al tiempo se mantiene fuera del alcance de los que en la isla se encuentran atrapados. Y si a ello le añadimos la figura de Dickens como protagonista, al que el libro retrata como un hombre apasionado, inteligente, curioso e inquieto, todo ello suma para dar por resultado una lectura llena de interés y emociones.

El argumento se inicia cuando el ya afamado escritor recibe una misiva anónima mientras se encuentra de gira por los Estados Unidos, en la que se le invita a conocer la isla de Blackwell, a descubrir su secreto y el tesoro que encierra en su interior. A este apartado lugar son enviados desde la gran ciudad todos los desechos de la sociedad, aquellas personas consideradas como cargas: huérfanos, presos, locos... todos va a parar a ese rincón del mundo en donde parece que no pasa el tiempo, hasta donde no llegan los progresos técnicos, científicos, médico ni los cambios históricos o sociales que se están dando a tan poca distancia de sus costa. Este es un lugar donde nadie quiere entrar y de donde muy pocos lograrán salir sanados.

Llevado por su natural curiosidad, Dickens organiza una estancia de quince días en aquel hinóspito lugar, donde, en principio quedará lleno de estupor ante el abandono en el que viven aquellos lisiados, marginados, locos, niños sin formación ni futuro, enfermos din apenas atención. Poco a poco irá conociendo las historias particulares muchos aquellos desgraciados, habitantes del penal, el orfanato, el manicomio y el asilo que comparten el territorio de la isla, tratará de comprender cuáles fueron las circunstancias que les llevaron a cada uno a terminar en aquel lugar y formará un variopinto grupo humano unido por una vital misión. Al alcance de la vista de la gran ciudad pero muy lejos de ella, a una distancia insuperable y aislados por una niebla persistente, los habitantes de la isla viven en un mundo aparte, donde el tiempo pasa a otra velocidad. Una vez que Dickens entra en contacto con ellos va convirtiéndoles en protagonistas de una historia cuyo relato les ocupa varios días, un cuento en el que cada uno de ellos, pobres infelices, puede verse por un momento libres de la esclavitud que supone su privación de libertad o su enfermedad o su locura y convertirse en alguien importante, en un personaje de ficción que refleja lo mejor que hay dentro de cada uno de ellos. Esta narración creada con la participación de todos sus personajes acabará convirtiéndose en el mundialmente famoso "Cuento de Navidad".

Aparecen a lo largo del relato como personajes de ficción, además del gran Dickens, otras grandes figuras de las letras y el pensamiento del momento como Washington Irving o Julio Verne. Se hacen continuas referencias a numerosos personajes futuros o coetáneos de Dickens en una mágica línea del tiempo donde se nos va conectando el presente con el futuro, nos muestran el momento actual de algunas de esas figuras que, con el transcurso de los años serán mundialmente conocidas, mostrándose las relaciones, en ocasiones insospechadas o accidentales entre personajes de distintas épocas unidos por lazos invisibles y coincidencias inusitadas.

El mensaje final que se desprende de la novela es el extraordinario poder que la imaginación puede tener en la lucha por la libertad, la fuerza que la ilusión y la esperanza otorga a los que no tienen nada por lo que pelear. Toda la historia está aderezada con un sutil toque de magia que se mezcla con la pura y triste realidad de los habitantes forzosos de tan siniestra isla y la manera en que el escritor inglés logra elevarlos de su situación, iluminando sus vidas y dándoles una razón por la que seguir adelante. Por ello esta es una novela tremendamente positiva que, estoy segura, muchos podrán disfrutar como yo lo he hecho.

domingo, 14 de junio de 2015

Las reputaciones

Es la segunda vez que me cruzo con una novela del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, al que conocí con su obra "El ruido de las cosas al caer" y que me pareció un magnífico retrato de toda una generación de colombianos, país del cual me parece que no tenemos una imagen demasiado actualizada. En esta ocasión "Las reputaciones" nos presenta la realidad de la sociedad del Bogotá actual y de los últimos decenios a través de los ojos de Javier Mallarino, un dibujante de viñetas de prensa que lleva cuarenta años retratando a los personajes clave de la política, la sociedad, la economía y el ejército de su país, mostrando a través de sus dibujos aquello que nadie se atreve a denunciar o a poner en palabras en los diarios, mostrando el verdadero rostro de los que pretenden ser lo que no son, en fin, creando y destruyendo reputaciones sirviéndose tan solo de su lápiz y un papel. Al arranque de la novela nos encontramos al protagonista acudiendo a un homenaje institucional que se le dedica por todos estos años de profesión. Tras haber reflejado en sus caricaturas lo mejor y, sobre todo, lo peor de la política de su país, de haber sido la "conciencia crítica del país", de ganarse enemigos en todos los ámbitos, ahora descubre que su trabajo es reconocido y celebrado. Pero no puede dejar de plantearse si ha valido la pena tantos años de denuncia, de crítica, de poner y quitar políticos de sus poltronas, si puede atribuirse a un simple dibujante semejante autoridad, semejante poder.

Es habitual en la literatura iberoamericana actual el reflejar a través de la trama de las novelas la realidad social de los países desde una posición bastante crítica casi siempre. Es una manera de plantear a través de la ficción el juicio a sus propios sistemas políticos, a sus estructuras sociales y al papel que, no sólo desde la prensa como es en este caso, sino la generalidad de los ciudadanos tienen en lo que le ocurre a sus gobiernos, lo que les permiten hacer a sus dirigentes y qué le queda a cada individuo por hacer desde el puesto concreto que ocupan en el mundo. Y estas reflexiones son las que van desgranándose en esta novela en la que se nos plantea toda la vida profesional y también personal de este personaje, de este hombre honrado que acaba dudando de su propia profesión, del manejo de la responsabilidad que supone el poder que le da su tribuna diaria en la prensa, la posibilidad de denuncia constante de la realidad, del papel, en fin, de la prensa contra o frente al poder.

El relato es corto, pero está plagado de reflexiones de interés, con un estilo muy ágil, aunque no ligero, donde cada frase contiene intensidad, las ideas se expresan con palabras acertadas, bien escogidas. No es una novela donde prime la acción de las cosas que ocurren, sino las reflexiones que se desprenden de ellas, las ideas que nos plantea el autor para que nos hagamos nosotros mismos esas preguntas que se hace el protagonista. Y este tipo de lecturas que te hacen plantearte cosas siempre son de agradecer y más aún si están tan bien escritas como en este caso.

lunes, 8 de junio de 2015

Extraños en el tren nocturno

Hoy traigo en mi recomendación una entretenida novela de suspense de la escritora británica Emily Barr de título "Extraños en el tren nocturno". Esta es una de esas novelas que podría haber escrito Agatha Christie si su edad le hubiera permitido llegar a los tiempos actuales ya que reúne muchos de sus elementos clásicos: los trenes británicos, las estaciones, los pasajeros que se encuentran, cada uno con su historia y un misterio cuya raíz está en el pasado. Igualmente nos encontramos mucho de las películas de Hitchcock en lo que a la manera de plantear el suspense, sus personajes femeninos y el ambiente se refieren. Todo esto hace que la novela sea interesante de leer y me haya hecho pasar un buen rato. 

El argumento se centra en una mujer, Lara Finch, una esposa aburrida de su vida en Cornualles, a donde se trasladó con su encantador marido dejando atrás una actividad profesional bastante más emocionante en Londres, además de un pasado tormentoso que tendremos que descubrir poco a poco. En su nueva vida tan solo cuenta con una incipiente amiga, Iris, que también oculta su propio secreto. Cuando se le presenta la oportunidad de huir de su rutina gracias a una oferta laboral que la obligará a pasar la semana en la capital y tomar el tren nocturno cada viernes y domingo, Lara no duda en aceptar. Entre los viajeros habituales del tren Lara conocerá a Guy, un atractivo padre de familia con el que no tardará en iniciar un romance. Pero todo dará un vuelco cuando se produzca un asesinato y la desaparición de Lara. Sólo Iris confiará en su amiga e iniciará su búsqueda, teniendo para ello que investigar en su pasado.

La novela es entretenida, no es de las que no puedes soltar, pero sí que mantiene el interés y el suspense durante toda la lectura. Está dividida en dos partes fundamentales: la primera en la que conocemos a los personajes, algo de sus vidas, sus relaciones, sus inquietudes y es cuando Lara comienza su nueva rutina laboral en Londres y su romance con Guy, hasta el momento en que se produce el asesinato. Posteriormente damos paso al periplo que supone la búsqueda de Lara por parte de Iris y el tratar de descubrir quién y porqué fue asesinado Guy en el tren nocturno. Aunque se supone que esta segunda parte es la que centra el argumento y da sentido a la novela, tengo que decir que he disfrutado más con toda la primera parte, aquella en la que se nos presenta a los personajes, sus conflictos internos, la amistad que forma el grupo de viajeros semanales, el contraste entre la tranquila vida en Cornualles y la agitación de Londres, la relación de Lara con su hermana, con sus padres y con su marido, el aislamiento de Iris del resto del mundo, en fin, la novela de personajes anterior a la pura trama de acción. Esto no quiere decir que no me haya resultado emocionante toda la parte que supone el desentrañar el misterio de la desaparición de Lara, el conocer su historia pasada, disfrutar con la emoción del periplo por el sudeste asiático y sorprenderme con el desenlace de la historia. Pero antes de esto destaco el retrato de los personajes en los que se basa la novela que son los que nos hace interesarnos por la resolución de sus aventuras y desventuras. Una buena novela de misterio que se puede recomendar sin duda.


martes, 2 de junio de 2015

All the light we cannot see (La luz que no puedes ver)

He tenido el placer de disfrutar de la novela "All the light we cannot see" ("La luz que no puedes ver"), del norteamericano Anthony Doerr, ganador del premio Pulitzer 2015, premio que, sin duda merece ampliamente, ya que es una fantástica historia contada de un modo conmovedor que no puedo dejar de recomendar.

Marie-Laure es una niña francesa, ciega desde muy pequeña, que vive en París con su padre, trabajador del museo de Ciencias Naturales, responsable de todas las llaves y cerraduras de los museos y jardines. Marie-Laure aprende a leer en braille gracias a los libros que le regala su padre y con los cuales viaja con su imaginación de la mano de las aventuras de Julio Verne. Cuando la amenaza de la ocupación alemana cae sobre Francia, ambos huyen de París para proteger un valioso tesoro oculto en el museo que es encomendado al padre. Acaban refugiándose en Saint-Malo, en casa del tío abuelo Etienne, veterano de la Gran Guerra que lleva años sin salir de su casa, acosado por los fantasmas de su experiencia en los campos de batalla.

El segundo protagonista de la novela es Werner, un huérfano alemán que vive con su hermana y otros niños en un orfanato dirigido por una religiosa, frau Elena, que es una segunda madre para los chicos que viven en su casa. Aficicionado a la ciencia, la técnica y todo tipo de inventos, la radio se convierte en su gran pasión, aprende a montarlas y repararlas, y junto con su hermana descubren a través de las ondas de radio todo un mundo allí fuera a donde escapar de la oscura realidad de su entorno, donde todo habla de guerra y violencia. Weener desea escapar al destino del trabajo en la mina local que le espera al cumplir los quince años, quiere estudiar, aprender. Para su fortuna, es seleccionado para asistir a una selecta academia donde se forma a los chicos más brillantes del país para servir con honor y valor a la patria, para luchar por la gran Alemania. Aunque Werner lamenta profundamente despedirse de su hermana y frau Elena, sigue el camino que se le marca y se convierte, demasiado joven, en soldado, sin tener otra opción en los tiempos de guerra que corren.

La novela es una maravilla, una delicia tanto por la forma en que está contada como por los personajes y la manera tan sencilla y a la vez tan profunda de acercarnos a las vidas de estos dos niños que se ven agitados por una guerra que no logra, sin embargo, alterar la pureza de sus corazones. El libro está lleno de enternecedoras escenas donde la vida familiar, las escenas domésticas, la relación fraternal de Werner con su hermana, los esfuerzos del padre de Marie-Laure por sustraer a su hija del horror de la realidad de la guerra, la solidaridad entre los vecinos que resisten a los invasores, los sueños que conservan los protagonistas, la fuerza de sus fantasías, la importancia de las cosas pequeñas donde reside el verdadero valor de la vida humana, están narradas en imágenes repletas de fuerza y ternura al mismo tiempo.

El relato se compone en base a frases cortas, a veces como flashes, con alta carga poética, con un lenguaje y unas imágenes sencillas pero cargadas de significado. Las descripciones son potentes y al tiempo delicadas, las expresiones de los sentimientos son simples, cargadas de inocencia, sin excesos de ningún tipo, absolutamente sutiles, sin grandilocuencia alguna. La forma en que nos transmite el modo de ver el mundo de Marie-Laure, aún sin contar con sus ojos, es mágico, la manera en que conoce el entorno a través del resto de sus sentidos, con su imaginación, ayudada por los recuerdos y su fuerza de voluntad. Igualmente, nos transmite la ilusión de Werner por el futuro, sus ansias de aprender, de escapar de su destino, de no dejarse arrastrar por  la marea de irracionalidad de la guerra, sino que trata de mantener sus principios frente al absurdo que le rodea. Los dos relatos se van desarrollando en paralelo hasta que se crucen por un brevísimo instante, pero esa conexión es suficientemente fuerte como para perdurar por años.

Una novela, en fin, que retrata dos grandes historias humanas, las de dos personajes pequeños, casi insignificantes, pero que se crecen frente a la barbarie de la guerra, convirtiéndose en personajes inolvidables. Una novela llena de magia y emoción.