La protagonista de esta sencilla y delicada historia es un ser rarito dentro de lo rarita que ya de por sí nos puede resultar la sociedad japonesa en muchos aspectos que la distinguen de la occidental: la obsesión por cumplir con las expectativas que se les marcan a los buenos ciudadanos para conseguir un trabajo bien remunerado, formar una familia y ajustarse al máximo al estándar de comportamiento cívico. Keiko es lo que sus conciudadanos prácticamente consideran como un parásito, una persona sin apenas utilidad, no encaja ni sabe cómo encajar, pero lo mejor de todo es que no le interesa tampoco convertirse en una persona de provecho, le basta con formar parte de su pequeño mundo, ser una pieza más del engranaje que permite seguir funcionando a su konbini. Eso es lo único que necesita para dar sentido a su pequeña vida.
lunes, 30 de noviembre de 2020
La dependienta
viernes, 27 de noviembre de 2020
El silencio del bosque
Iremos descubriendo también la estrecha y peculiar relación no sólo profesional sino también de amistad que une a Ryan con Cassie Maddox, su compañera de trabajo con la que conforma una atractiva pareja de investigadores. Como va a ser habitual en las novelas de la autora, el caso que les toque investigar va a tener una estrecha relación con las propias vidas de los detectives. Así, el caso que centra la acción en esta ocasión arranca con la aparición del cadáver de una niña en Knocknaree, zona residencial al sur Dublín que resulta ser el lugar donde Ryan vivió en su infancia y a donde no había vuelto desde que todo aquello ocurrió. El regreso al escenario de aquellos hechos y algunas similitudes entre ambos casos provocan que Ryan trate de recordar algo de lo que les ocurrió a él y a sus amigos hace ya tantos años en el mismo bosque, pero su cerebro parece que borró por completo todo aquello como un sistema de defensa contra el horror vivido, lo que dificulta el tratar de determinar si ambos casos tienen alguna relación más allá de la coincidencia geográfica y el tener a unos niños como víctimas.
Me ha sorprendido gratamente la forma en que la autora relata los hechos, alejada de la frialdad e imparcialidad con la que se supone que los detectives de homicidios analizan sus casos. A todo lo largo del relato vamos adentrándonos en los más profundos sentimientos de Ryan que narra el caso en primera persona y resulta muy cercano y sincero en la expresión de sus temores y sensaciones. Se logra humanizar el trabajo policial mientras asistimos a su lucha personal contra el trauma causado en su infancia que le impide recordar los hechos que protagonizó y sus sentimientos al aproximarse a las víctimas sin poder evitar sentir empatía por los niños que han pasado por situaciones y pérdidas por las que él también pasó. Igualmente, resultan interesantes sus opiniones y su posición frente a temas como la muerte y la forma en la que esta se afronta en la sociedad actual, sus reflexiones sobre la infancia, el origen de la maldad y la bondad, el debate sobre si los criminales lo son por naturaleza o meras víctimas del sistema y la sociedad, su indignación en relación con la corrupción política de su país o las complicadas relaciones entre ingleses e irlandeses. Sin duda esta es una novela que merece mucho la pena leer, más allá de la pura trama policial que supone el centro de su argumento, pero que también nos hará disfrutar de un amplio repertorio de temas paralelos, personajes atractivos y mucha acción acompañada de interesantes reflexiones. Una lectura bastante completa como podrán comprobar todos aquellos que se decidan a disfrutarla.
lunes, 23 de noviembre de 2020
Hannah
La protagonista de la novela es Hannah, una joven estudiante de psicología que se encuentra preparando su doctorado sobre las expresiones faciales de las emociones en el arte renacentista, para lo que se ha instalado junto con una amiga en la ciudad toscana. El fallecimiento de su abuela con la que compartía nombre y que la había criado tras la muerte de sus padres en un accidente, lleva a Hannah de vuelta a Madrid donde, organizando cajones, descubre una cartilla militar nazi donde aparece el nombre de su abuela junto a un número y un nombre: G. Wolf. Si bien la abuela, italiana de origen judío, vivió sus primeros años como niña en Florencia durante la II Guerra Mundial, nunca compartió con su nieta ningún recuerdo de aquellos años ni menciono aquella libreta. La joven Hannah siente, sin embargo, que si su abuela conservó aquel documento durante tanto tiempo fue porque lo consideraba importante, por lo que inicia una investigación para tratar de descubrir así algo más sobre la vida de su adorada abuela. «Preservar la memoria. Es lo único que tenemos».
Placa en recuerdo a Wolf en el Ponte Vecchio |
"Las personas que tienen la osadía de creer que pueden cambiar el mundo son las que terminan cambiándolo."
martes, 17 de noviembre de 2020
Escrito en el agua
Pero la historia negra de aquel lugar no es algo nuevo; hace varios siglos ya se practicaban allí ordalías contra mujeres acusadas de brujería: se las ataba de pies y manos y las lanzaban al agua en la creencia de que si eran inocentes se hundirían pero si se trataba de auténticas brujas quedarían flotando sobre el agua; de una manera u otra acababan muriendo: bien ahogadas, bien en la horca.
"Éste es un paraje idílico: los robles dan sombra al sendero, las hayas y los plátanos salpican las laderas de las colinas y, en la ribera sur, hay una orilla arenosa en pendiente. Un lugar para jugar a las palas o llevar a los niños; el sitio idóneo para hacer un pícnic un domingo soleado.
Pero las apariencias engañan, pues se trata de un lugar mortal."
Con la investigación de la muerte de Nel saldrán a la luz toda una serie de relaciones personales, odios y enfrentamientos que existen entre los habitantes del pueblo afectados directa o indirectamente con las muertes más recientes. Numerosos personajes se entrelazan en la trama: Louise, la madre de Katie Whittaker, la última chica que se ahogó, íntima amiga de Lena, la hija de Nel; Jules Abbot, la hermana de Nel con la que no se hablaba desde hace años; Mark Henderson, profesor del instituto cuya directora, Helen, está casada con Sean Townsend, policía local encargado del caso junto a la sargento Erin Morgan, enviada desde Newccastle para colaborar en la investigación. La policía tendrá que desenredar la tramas de relaciones personales, antiguas historias y conflictos hasta llegar a determinar si la muerte de Nel fue accidental o si alguien la provocó.
Me ha parecido que, especialmente al principio, la lectura era poco ágil, la narración demasiado enrevesada presentaba fragmentos de cada personaje que no terminan de resultar esclarecedores. La combinación de historias del presente y el pasado tarda en plantearse. Hace falta avanzar bastante hasta que se aclara un poco el argumento que, finalmente logra recuperar el buen ritmo y situar a cada personaje en su papel en la trama. La narración que alterna la primera persona y la tercera según el personaje que protagoniza cada capítulo, no ayuda a coger ritmo a la novela que da la sensación de ser un intento por parte de la autora de crear una historia más elaborada que su anterior obra, de ofrecer más complejidad en la estructura y mayor profundidad en el retrato de los personajes, pero en mi opinión se ha complicado de más a la hora de contar esta historia de mujeres víctimas de la incomprensión, de unas muertes que han quedado sin aclarar durante años y que han sido cubiertas bajo capas de silencio, vergüenza, mentiras y secretos que necesitaba ser desvelados finalmente. Una buena historia que queda algo ensombrecida por una forma demasiado enrevesada de ser contada.
domingo, 8 de noviembre de 2020
Nos vemos allá arriba
"Nos vemos allá arriba" inicia su acción en noviembre de 1918, a pocos días del armisticio que pondrá fin a la guerra, días en los que el ánimo ente los soldados del frente es básicamente de impaciencia y expectación ante la promesa del deseado regreso a casa y la esperanza de recuperar pronto sus vidas de antes. Un acto irresponsable y egoísta por parte del teniente Pradelle, un oficial ansioso por hacer méritos que le reporten un interesante ascenso antes del próximo fin de la guerra, obliga al batallón de soldados a sus órdenes a asaltar una colina cercana, acción en la que los soldados Albert Maillard y Édouard Péricourt se verán arrastrados al borde de la muerte y sufrirán unas consecuencias que dará lugar a que nunca vuelvan a ser los jóvenes ilusionados y llenos de proyectos que eran hasta ese momento.
Una vez desmovilizados, Pradelle alcanzará un gran éxito económico, emprenderá boyantes negocios y entrará a formar parte de la élite del país gracias a un acertado matrimonio y la falta de escrúpulos para aprovecharse de las circunstancias, mientras que Maillard y Péricourt se convertirán en dos miserables excombatientes quedando relegados a los más bajos escalones de la sociedad. Albert abandona sus planes de casarse con su novia Cecile y llevar una feliz y sencilla vida burguesa, mientras que Edouard desaparecerá literalmente del mundo haciéndose pasar por fallecido para no volver junto a su adinerado e intransigente padre; convertido en un completo incapacitado, optará por vivir escondido de todos, quedando bajo los cuidados de su amigo Albert.
La historia que nos cuenta Lemaitre está plagada de cadáveres, de cuerpos destrozados y mutilados, de almas rotas, algunos con daños bien visibles y otros invisibles a simple vista, de hombres absolutamente corrompidos por dentro, "inválidos del corazón", víctimas todos de la guerra. Nos encontramos con especuladores que hacen negocio a costa del dolor ajeno y de oportunistas que se enriquecen gracias al homenaje a los héroes caídos, mientras que los excombatientes a los que se debería honrar adecuadamente por el sacrificio realizado por el país no son más que unos desgraciados de los que nadie se preocupa y que malviven arrastrando sus lesiones y apenas subsisten con unas exiguas pensiones y ningún reconocimiento por parte de sus conciudadanos. La novela nos muestra un amargo retrato de personajes llenos de claroscuros, de matices, intensos y profundos, que no siempre son completamente positivos o negativos sino hombres con debilidades y sufrimientos que se mueven por maldad, por codicia, por cobardía, miedo o remordimientos, mostrando las numerosas y variadas respuestas del ser humano frente a las dificultades que la vida les plantea. Un novela muy intensa y altamente recomendable que muestra que nada bueno resulta nunca de las guerras.