La protagonista de esta sencilla y delicada historia es un ser rarito dentro de lo rarita que ya de por sí nos puede resultar la sociedad japonesa en muchos aspectos que la distinguen de la occidental: la obsesión por cumplir con las expectativas que se les marcan a los buenos ciudadanos para conseguir un trabajo bien remunerado, formar una familia y ajustarse al máximo al estándar de comportamiento cívico. Keiko es lo que sus conciudadanos prácticamente consideran como un parásito, una persona sin apenas utilidad, no encaja ni sabe cómo encajar, pero lo mejor de todo es que no le interesa tampoco convertirse en una persona de provecho, le basta con formar parte de su pequeño mundo, ser una pieza más del engranaje que permite seguir funcionando a su konbini. Eso es lo único que necesita para dar sentido a su pequeña vida.
lunes, 30 de noviembre de 2020
La dependienta
Está claro que para que una novela sea grande no es imprescindible contar con trescientas páginas, basta con que sea capaz de contar una gran historia con grandes personajes y que nos sirva para transportarnos a un lugar atractivo y diferente. Y todo eso lo he encontrado en esta novelita de la japonesa Sayaka Murata en la que nos presenta a Keiko Furukura "La dependienta" del Smile Mart, una konbini o tienda de comida abierta 24 horas al día situada en un distrito de oficinas de Tokio. Keiko es la empleada ideal: soltera, sin compromiso, bastante rarita pero entregada en cuerpo y alma a su trabajo en la tienda. La konbini es todo su mundo, se desvive por cumplir con sus rutinas, atender con amabilidad a los clientes, promocionar la oferta del día, reponer la comida preparada en los expositores y tener siempre bebidas frías en la nevera. Pero Keiko es incapaz de experimentar sentimientos y lo tiene difícil para desenvolverse en el mundo que hay fuera de la tienda, sin embargo ha aprendido a comportarse imitando a sus compañeros, copiando su tono de voz, las expresiones faciales o las palabras justas que debe repetir en cada circunstancia para parecer normal.
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Este lo he leído y me gustó, pero lo justito. No terminé de meterme en la historia y me costó conectar con su personaje principal.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es fundamental sentir conexión con la protagonista para que te guste su historia. Yo le he cogido hasta cariño, fíjate. Pro eso va en cada lector, claro está.
EliminarSaludos.
Es un libro que se me hizo muy repetitivo, no sé pero la literatura japonesa no me acaba de convencer. Besos!
ResponderEliminarEn mi opinión, el libro es suficientemente breve como para no llegar a cansar. La historia y el personaje son originales y a mi me ha resultado interesante. Pero a cada uno le llegan las cosas de un modo diferente, eso está claro.
EliminarSaludos.
A mí no me suele gustar la literatura japonesa por lo rarita que es. Pero esta rara dependienta me conquistó jejeje
ResponderEliminarBesos
Yo no es que sea gran fan de la literatura japonesa pero siempre me asombro de esa cultura que es por un lado tan similar a la occidental pero tan diferente en otros aspectos. Y sólo por sus peculiaridades me suele atraer y resultar curiosa. En este caso eso también ha sido así.
EliminarSaludos.