"Tú no eres como otras madres" es un título que retrata plenamente la imagen que de su madre tuvo siempre la escritora alemana Angelika Schrobsdorff que en esta obra, a camino entre la biografía de su madre y su propia autobiografía nos cuenta la vida de Else Kitschner, una joven alemana de familia judía que crece en los primeros años del siglo XX en la ciudad de Berlín en un ambiente de libertad y afán de descubrimiento, sin sentirse nunca obligada a respetar la ley judía en la que la educaron sus padres. Else no fue una madre como las demás porque tampoco fue como otras judías o como otras mujeres alemanas de su tiempo. Fue, esencialmente, una mujer necesitada de alegría, culta, estrambótica, capaz de convivir con su marido y su amante bajo el mismo techo de una manera civilizada y amistosa, gozó de una vida amorosa sin prejuicios, sus matrimonios, sus hijos, sus numerosas relaciones de amistad protagonizan una convulsa época, la que se inicia en la Belle Epoque, con los bailes, la música, las tertulias, las ganas locas de vivir intensamente saltándose las normas y los prejuicios. Else encarna a la perfección esos locos años veinte donde el disfrute y la despreocupación eran la norma de vida. Pero, sobre todo, Else fue una madre amorosa que vivió por y para la felicidad de sus hijos.
Mediante cartas, testimonios de quienes la conocieron y los propios recuerdos de la autora que se narran en primera persona, va reconstruyéndose una vida vivida al máximo, una figura a la que todos describen como una persona excepcional, diferente, original, "la loca de la familia", una mujer decidida a disfrutar de la vida ante todo, convencida de que hay que tener un hijo con cada hombre que se ama y así lo hace, sin pensar en las consecuencias, en qué ocurrirá mañana.
Pero el mañana llega y el país cae en el abismo más absoluto, en lo inimaginable, lenta pero inexorablemente Alemania se desliza hasta la locura y Else, que se siente ante todo alemana y berlinesa, no cree en lo que se les viene encima cuando sólo se la considera una judía más, ella que nunca ha ejercido como tal se ve condenada como tantos otros a abandonar lo que hasta entonces fue su mundo plácido, alegre y despreocupado.
"Lo ha votado la escoria, ¿o acaso creéis de verdad que el pueblo entero, la Alemania intelectual que amamos con razón, de repente ha cerrado filas en torno a un criminal demente? (...)¿Dónde estaban, al fin y al cabo? ¡En Alemania, sin duda, país civilizado y amante de la cultura donde los hubiera!"
Primero llegará el ascenso al poder de Hitler y las leyes antisemitas que y finalmente llegará la guerra y Else acabará por perder todo su mundo; en primer lugar tienen que salir de Alemania, pero no sólo perderán su país, su patria; la guerra se llevará, antes o después, a su adorado hijo, a sus padres, a su marido, las llevará a Else y a sus hijas a malvivir en Bulgaria en circunstancias inimaginables, con el corazón en un puño durante años siguiendo el curso de una guerra que desean que pierda su país de origen, su amada Alemania, incapaces ya de distinguir a los buenos alemanes, sus compatriotas, de los odiosos nazis. Esos años suponen el paso de Angelika de la infancia a la juventud sin pasar por la alegría, el desenfado o la ilusión propias de esa etapa, unos años de miseria, hambre y abandono que le hacen decir a Else, una vez finalizada la guerra: "Hemos sobrevivido muertas"
Magníficas descripciones fiestas, viajes, paisajes, carácter numerosos personajes pasan por la vida de Else igualmente describe precisión estados de ánimo y sensaciones, los duros conflictos interiores, los sentimientos encontrados, el sufrimiento, el amor sentimental pero, sobre todo el amor maternal y el amor de los hijos. Tal vez le sobren páginas al libro, porque es cierto que reitera muchas ideas, da vueltas sobre asuntos que obsesionan a Else y podría haberse evitado su repetición, pero queda, en cualquier caso, reflejada la vida de una mujer que sólo quiso ser feliz y se vio inexorablemente arrastrada a la infelicidad más absoluta perdiendo todo: su bienestar material, a las personas que quiso y el mundo en el que vivió y gozó.
"- Arrastramos una maldición.
- La maldición es la humanidad."
Este libro lo he tenido inumerables veces entre mis manos, pero ha acabado descartándolo por otros. Sin embargo, tras leerte, y observar que a pesar de que le pudieran sobrar páginas, es la vida de una mujer que trasciende al odio sin sentido de la Guerra y que busca seguir siendo alemana, redescubriendo a las personas que hay debajo del nombre de un país, creo que merece bastante la pena. No dudaré en visitarle cuando de nuevo me encuentre con él.
ResponderEliminarMuchas gracias, un saludo y feliz día.
Tiene, ciertamente, un punto de vista diferente a lo habitual: el de una mujer que se siente ante todo alemana antes que judía. Creo que es una novela que merece la pena conocer.
EliminarSaludos.