Belle da Costa Greene es una joven de origen humilde aunque en su familia se ha dado siempre mucha importancia a los estudios y la cultura por lo que, a pesar de las estrecheces económicas por las que atraviesan, todas sus hermanas, como ella misma, han estudiado y trabajan como maestras y su único hermano estudia ingeniería. Pero la familia de Belle oculta un peligroso secreto ya que, a pesar del color claro de su piel, los Greener en realidad son de raza negra, algo que tratan de ocultar a toda costa y provocará el distanciamiento de su padre, un abogado luchador por las causas de la igualdad y la no discriminación racial, llegando incluso a cambiar su apellido y modificar sus nombres para evitar ser relacionados con sus verdaderos orígenes. En unos tiempos en que la segregación racial y la violencia contra las personas de color se encuentran en su mayor apogeo, presentarse ante el mundo como una familia blanca no es más que un escudo defensivo que los Greene crean para protegerse.
Belle se encuentra trabajando en la biblioteca de la universidad de Princeton cuando, gracias a una buena recomendación, recibe una oferta para convertirse en la bibliotecaria personal de J.P. Morgan, poniéndose al mando de la nueva biblioteca que el magnate de la industria y las finanzas está construyéndose en la ciudad de Nueva York, donde Belle asumirá la gestión de su ingente colección de joyas bibliográficas. Este trabajo permitirá a Belle disfrutar de la inigualable experiencia que supone trabajar, durante décadas, junto a un hombre que fue de crucial importancia en la economía y la política norteamericana y mundial de principios del siglo XX. Entre las tareas que le corresponden estará gestionar los fondos de la biblioteca, así como acudir a subastas, actos culturales y fiestas en representación de J.P. Morgan, pero además Belle se convertirá en su confidente y persona de máxima confianza, ganándose la antipatía de la propia hija de Morgan; le asesora sobre nuevas adquisiciones y sobre cómo gestionar los fondos de su colección con el objeto de convertirlo en el nuevo mecenas del arte mundial al nivel de los Medici en la Florencia del Renacimiento y situar su biblioteca en lo más alto del panorama cultural.
Su condición de mano derecha del millonario le ofrece a Belle la oportunidad de frecuentar la sociedad más exquisita del Nueva York de aquella época, acudir a la opera, a bailes y reuniones sociales y, por supuesto, participar de lleno en el mundo de los grandes coleccionistas y museos, relacionarse con los mayores conocedores de arte del momento, de aquellos que atesoran manuscritos, incunables, joyas de colección y también con los que se dedican a descubrir, estudiar y negociar con todos estos tesoros. Su trabajo le llevará a viajar por Europa donde disfrutará en vivo de las grandes joyas artísticas de Inglaterra, Francia e Italia, además de hacerle vivir una complicada historia romántica que se prolongará durante años entre secretos, traiciones y grandes decepciones.
El papel de librera personal le permitirá a Belle da Costa acceder a un mundo inimaginable para cualquier mujer de su época y especialmente de su raza. Deberá adaptarse a un nuevo entorno casi inaccesible no sólo por estar compuesto por miembros de familias poderosas poseedoras de grandes fortunas, sino por ser también un mundo eminentemente masculino. A estos obstáculos se añade el peliagudo asunto de la verdadera raza de Belle, un secreto bien escondido que durante años supuso una amenaza latente para la estabilidad de la bibliotecaria y de toda su familia que dependía directamente de ella para conservar su estatus profesional y su seguridad personal.
Una lectura muy atractiva. Me gusta los años en los que se desarrolla. Tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
La protagonista es un personaje muy particular. Diría que su retrato está un poco edulcorado por parte de las autoras, pero así y todo resulta una historia digna de conocerse.
EliminarSaludos.