domingo, 18 de septiembre de 2016

La venganza del asesino par

Habitualmente, en todos los ámbitos de la vida, trato de ser ordenada, de seguir los procedimientos y de no andar por ahí a lo loco, saltándome las reglas. También aplico esto, claro está, a la hora de seguir las series literarias, siempre en su orden y una detrás de la otra, si bien existen excepciones, como puede ocurrir con las novelas de Andrea Camilleri por poner un ejemplo de lectura reciente que se me ocurre así, a bote pronto, no considero que el no seguir el orden cronológico afecte mucho al seguimiento de los argumentos. Así que, de acuerdo con mi habitual comportamiento ordenado, he ido leyendo una tras otra las novelas de Reyes Calderón protagonizadas por la jueza Lola MacHor. Pero, hete aquí, que en esta ocasión comencé esta última entrega de la serie, de título "La venganza del asesino par", habíendome saltado a la torera la entrega anterior, "El último paciente del doctor Wilson". Y que conste que lo hice de manera inconsciente, sin saber que las tramas de ambas novelas estaban íntimamente unidas, es más, que esta de "La venganza..." era la continuación inmediata o la consecuencia de su predecesora. Pero así y todo, los hados de la literatura (¿existe algo así?) me han querido ser propicios y resulta que, dada la abundante información que sobre el anterior caso se va proporcionando durante toda la novela, no he tenido problema alguno en hacerme una idea del origen del mismo, conocer sin problema a los protagonistas de la novela precedente y engancharme inmediatamente al argumento de esta, tanto en lo que se refiere a lo personal como a lo puramente referido a la trama del caso que se traen entre manos la jueza y su siempre inseparable Juan Iturri, con lo que me da la sensación de que no necesitaré pasar ya por la anterior novela para tener una visión completa de la historia, cosa que por un lado me apena porque la lectura de las novelas de Reyes Calderón suponen siempre una experiencia agradable, pero por otro me alivia al permitirme saltarme un título en mi extensa lista de lecturas pendientes.

Nos encontramos así que en esta novela Lola MacHor acaba ser nombrada jueza del Tribunal Supremo, lo que le supone alejarse, al menos en teoría, del día a día del mundo del crimen y de la investigación a la que se había estado dedicando durante los últimos años. Pero otro asunto será el que le ocupa y le preocupa por encima de su nuevo destino profesional: su matrimonio se encuentra al borde del abismo dado que la jueza debe enfrentarse a la repentina huida de su marido Jaime que marcha repentinamente a los Estados Unidos abandonando a Lola y a su familia sin más explicaciones, lo que deja a la protagonista hundida en la más profunda pena e incertidumbre sobre su futuro sentimental. Pero a pesar de sus problemas familiares, Lola deberá centrarse en las obligaciones de su nuevo cargo y además volverá a recebir las delirantes cartas de Rodrigo, alter ego del chalado doctor Wilson, protagonista de la anterior novela, un psiquiatra que padece desdoblamiento de personalidad y que se encuentra ingresado de por vida en una cárcel estadounidense donde fue encerrado después de que MacHorr e Iturri descubrieran su serie de asesinatos cometidos bajo una de sus personalidades.

Lo cierto es que se están sucediendo una serie de muertes supuestamente accidentales o causadas por enfermedad entre adinerados hombres de negocios en diversas partes del mundo, sin conexión aparente, si no fuera porque esas muertes están siendo detalladamente descritas en una página web donde se publican relatos breves de temática negra, misterios supuestamente ficticios pero que presentan demasiadas coincidencias con las muertes reales. Si Rodrigo/ Wilson continúa encerrado en la cárcel, entonces ¿quién puede estar detrás de esos relatos? Y si, además Rodrigo se dirige por carta a la jueza española pretendiéndole que se involucre en la investigación de esas muertes, ya tenemos montado el argumento de esta novela en la que se conjugan la locura, el intento de demostrar que puede darse el asesinato perfecto, algo que Lola no podrá consentir en ningún caso, y además tendremos el elemento inquietante de como Juan Iturti, compañero fiel y hasta ahora solamente amigo de la jueza, pretende dar un paso adelante en esa relación, una vez que el matrimonio de Lola pende de un hilo.

Con la ya habitual agilidad en el relato característico de Reyes Calderón donde la narración discurre fresca y desenfadada en su expresión, con frecuentes comentarios humorísticos y óptimo dominio del diálogo que se combina con acertadas reflexiones sobre lo divino y lo humano, todo ello hace, una vez más, que nos encontremos con una novela de lectura entretenida, ligera y que al mismo tiempo incide en asuntos más profundos sobre la sociedad actual, la familia, la naturaleza humana... en fin, una lectura muy completa y recomendable, no hay duda de ello.

4 comentarios:

  1. Pues no he leído aún nada de esta autora. Y veo que tengo que ponerle remedio.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene tramas muy actuales y se leen muy bien. Te la recomiendo.
      Saludos.

      Eliminar
  2. ¡Hola! Yo también soy bastante ordenada a la hora de leer series, aunque también me ha ocurrido como a ti empezar una y no enterarme de que no era la primera ya avanzada la lectura. Pero bueno, hay veces que como en este caso según lo que nos cuentas, no parece afectar demasiado.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que las series o se siguen en orden o te saltas cosas. Aunque ya se suelen ocupar los autores de dar pinceladas generales de los temas importantes por si no se han leído los anteriores. Pero si se puede ir uno tras otro en su orden, pues mucho mejor.
      Saludos.

      Eliminar