miércoles, 7 de septiembre de 2016

Circo Máximo: la ira de Trajano

Habitualmente aprovecho el verano para emprender la lectura de alguno de esos libros gordos, gordísimos que llevo tiempo queriendo leer pero que me dan como respeto, precisamente por su gran extensión y que ahí van quedando rezagados en la lista de espera hasta que me encuentro inspirada para lanzarme a su lectura aprovechando, generalmente, las fechas veraniegas en las que son más las horas diarias dedicadas a la lectura. Hace ya algunos veranos, precisamente, que leí la primera parte de la Trilogía de Trajano, "Los asesinos del emperador" y reconozco que, no siendo por lo general muy dada a las historias "de romanos" la disfruté enormemente, así que ya era hora de ponerme con su continuación, con este "Circo Máximo" en el que Santiago Posteguillo continúa contándonos la vida del emperador de origen hispano Trajano y haciéndonos revivir una época histórica fascinante en todos los aspectos.

Es de destacar el equilibrio perfecto que el autor logra entre los diferentes elementos de la novela; no es posible hablar del imperio romano sin hacer hincapié en las guerras y batallas constantes que el ejército romano llevó a cabo en su misión de ampliar hasta lo imposible sus fronteras y, por tanto, a combatir incansablemente contra los pueblos recién conquistados o con los vecinos más inmediatos que temían, con razón, ser el próximo objetivo en esa continua extensión del imperio. En esta novela, estas batallas se centran en las campañas llevadas a cabo en el entorno de la Dacia, en los enfrentamientos militares, los combates y la planificación de las estrategias, Pero, como decía, estos escenarios se combinan en buen equilibrio con las tramas que tienen lugar en la propia ciudad de Roma, que, a mi entender, son las que más atractivo tienen, en las que nos muestra la vida cotidiana de los habitantes del imperio, la de los ciudadanos de a pie y, por supuesto, de aquellos cercanos a los círculos de poder, en un ambiente plagado de conjuras, de luchas entre distintas familias o bandos, los que añoran los tiempos del odioso Domiciano, el cruel emperador que sembró Roma de terror e injusticias, pero que también compró el favor de muchos con privilegios que no les correspondían. Estos personajes favorecidos por Domiciano serán los que se opongan al nuevo emperador, Trajano, un hombre completamente diferente a su antecesor, forjado en el campo de batalla, un hombre de honor y en esencia justo que se rodeará de un grupo reducido de hombres leales y tratará de recompensar a aquellos que realmente cumplan con lealtad con el imperio. La tercera línea argumental gira en torno a la vestal Nemenia, elegida siendo niña para formar parte de las vírgenes que han de velar por la llama sagrada de la diosa Vesta, símbolo de la pervivencia del mismísimo imperio. El origen secreto de la joven vestal, las acusaciones de que ha faltado a su voto de castidad al relacionarse con un exitoso auriga, amigo de la infancia de la joven, lo que pone en riesgo su propia vida y las intrigas que se mueven a su alrededor, desde los intereses de aquellos que se juegan sus fortunas en las carreras del Circo Máximo a la relación que une a Nemenia con la persona del emperador, son algunos de los asuntos que nos tendrán en vilo a todo lo largo de la novela.

La lectura de esta entrega de la trilogía vuelve a ser apasionante, una experiencia fascinante en la que nos moveremos entre la alternancia de escenas de variada temática en la que se pasa de la magna tarea de construcción de un puente imposible sobre el Danubio a las electrizantes carreras de cuádrigas en el Circo Máximo, de la vida en las domus de los patricios a la de los militares que van de batalla en batalla, cada escenario conlleva su dosis de pasión y luchas, de conjuras, traiciones y matanzas, que tienen lugar tanto en el corazón de la propia ciudad de Roma como en los confines más apartados del mundo conocido. Una lectura magnífica para revivir el imperio romano en toda su grandeza. Yo la recomiendo, no cabe duda, incluso para aquellos que consideren, a priori, que "las de romanos" no les van mucho. Seguro que esta sí que les va.

8 comentarios:

  1. Las tengo pendientes esperándome en la estantería, cualquier día empiezo a darme un atracón romano, me has animado,
    besucus

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    1. Te recomiendo que te lances a por ellas; no sé si los tres del tirón no serán un poco demasiado romano junto, pero todo es cuestión de ponerse. Espero que los disfrutes pronto.
      Saludos.

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  2. Esperando que se complete la trilogía en bolsillo para hacerme con ella.
    Besotes!!!

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    1. Es una buena opción, te ahorrarás mucho peso 😉. Espero que las disfrutes.
      Saludos.

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  3. Tengo a mi cuñado enganchadísimo a las novelas de Santiago Posteguillo, y sólo hace que recomendármelas. Me frena su extensión. Pero igual que acabé leyendo los de Follett, encontraré el tiempo para estos libros.
    Un abrazo

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    1. Haz por leerlas. Los argumentos son muy variados, los cambios de escenario constantes, no da tiempo a que se te hagan pesadas ni siquiera las escenas de batallas que son las que más temo yo. Ya verás que valen la pena.
      Saludos.

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  4. Yo las tengo en espera pensaba comprársela a mis hijos y resulta el menor ya los había comprado el .

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    1. Pues yo de ti, le daba una oportunidad. Insisto en que no es una lectura "masculina", muchas amigas me están diciendo que sus maridos, sus hijos... lo han leído y les ha encantado y a mí también me ha encantado y sé que muchas mujeres pueden disfrutar estas novelas, perfectamente.
      Un saludo.

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