La novela está muy bien contada, la historia es totalmente creíble, tal vez algo exagerada en cuanto a algunos de los cambios que se han producido durante esos diez años que en ocasiones resultan un tanto drásticos, pero en general es bastante realista en cuanto al modo en que el mundo de una joven recién casada se ha transformado por completo diez años después, la manera en que se descubre ahora transformada en una ocupada y más madura ama de casa llena de compromisos y obligaciones, con un ritmo de vida y unas preocupaciones que le son ajenas por completo. Asistimos a la genuina incredulidad de Alice que va redescubriendo su propia vida desde cero con la mentalidad que tenía a los veintipocos años, el modo en que debe de conocer de nuevo a sus propios hijos, a sus amistades y vecinos, a las madres del colegio de los niños, al hombre en que se ha convertido su esposo o esa gran amiga suya, Gina, a la que todos mencionan y que ella ni siquiera recuerda. Es esta una historia que hace reflexionar sobre las decisiones que se van tomando en la vida sin saber hacia dónde te dirigen, sobre el modo en que cambiamos al madurar, como cambian nuestras prioridades e intereses y nos amoldamos a lo que se supone que debemos hacer al progresar en la vida. Es una historia sobre segundas oportunidades o más bien sobre vernos a nosotros mismos sin prejuicios, con una mirada nueva que es, en realidad, la de nuestros propios ojos cuando éramos más jóvenes. A Alice se le concede la oportunidad de probar la extraña pero enriquecedora experiencia de contemplar su propia vida y a sí misma y los que la rodean desde fuera, desde una perspectiva más inocente, como un espectador ajeno a sí mismo y decidir si ha encaminado su vida hacia donde siempre deseó o si habría preferido dirigirla por otro camino, dar importancia a otras cosas, centrarse en lo que realmente le habría hecho convertirse en una mujer feliz; obtener, en fin, la respuesta a esa pregunta tantas veces planteada y nunca jamás resuelta de ¿qué hubiera sido de mi vida si...?
Con un lenguaje sencillo y una forma limpia y clara de describir los sentimientos, desde la inocente mirada de Alice que descubre su propia vida con auténtica sorpresa, el descubrimiento de lo que supone ser madre, lo complicado de mantener una relación de pareja que resista la rutina y el paso del tiempo, hasta la amargura de su hermana Elisabeth, su resentimiento expresado con sinceridad y llaneza, la facilidad para entender su hastío, su rendición en la búsqueda de ese hijo que se resiste a nacer. Todas las historias que se nos cuentan en la novela son creíbles y cercanas y dejan un sabor agridulce al mostrarnos cómo el paso de los años suele convertirnos a todos en personas menos felices, más complicadas y más aburridas de lo que imaginábamos que seríamos en el futuro. Pero al menos nos deja abierta la puerta a la posibilidad de que, si nos damos cuenta de ello a tiempo, tal vez podamos tratar de corregir esa inexorable tendencia. ¿O será sólo en las novelas donde es posible esa vuelta atrás?
No la conocía pero la buscaré gracias por el descubrimiento. Muchos besos.
ResponderEliminarDe verdad que es de esas novelas que, una vez leídas, te apetece recomendar. Espero que la disfrutes.
EliminarSaludos.
A mi me encanto y a penas empecé a sentarme y leer libros por placer y este me encantó, lloré, rei y me enoje con algunos personajes. Es tremendo libro.
EliminarEs una gozada cuando un libro te hace sentir tantas cosas,verdad? Me alegro de que lo disfrutaras tanto.
EliminarSaludos.
Pues me dejas con ganas de disfrutar de esta novela. La tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Seguro que no te defrauda. Yo me he apuntado ahora "El secreto de mi marido" de la misma autora. A ver qué tal.
EliminarSaludos.