Hay que tener en cuenta que esta es una saga en la que es imprescindible haber leído la novela anterior para adentrarse en esta segunda porque lo que se cuenta es una continuación inmediata de aquella, las tramas se conectan directamente, apenas hay explicación de lo que ocurrió en el pasado, al contrario, se hace referencia a personas y situaciones que ya ocurrieron y que se dan por conocidas. Yo he tardado un año y medio en volver con la serie pero, desde las primeras páginas, allí estaban Lila y Lenù junto con el resto de personajes, exactamente las mismas chicas que dejé al finalizar "La amiga estupenda", en el mismísimo lugar donde las vi por última vez, continuando con su tormentosa relación que pasa de la más incondicional fidelidad al alejamiento temporal, del amor fraternal a la traición y el enfrentamiento, lo que no impide que sigan sintiéndose como auténticas hermanas, la vida de una inseparable de la de la otra.
Lila se acaba de casar a los dieciséis años con Stefano Carracci pero la vida matrimonial no es lo que esperaba. Su fuerte carácter y su espíritu independiente no se amoldan a las exigencias de su marido. Por su parte Lenù duda sobre si continuar con sus estudios de bachillerato en los que siempre ha brillado o si entregarse también ella a la vida doméstica, fantasea con tener una casa propia, moderna, con sus muebles nuevos, una nevera y hasta una bañera como la de su amiga, mientras se debate entre entregarse a su novio Antonio Capuccio y su oculto amor nunca declarado por Nino Serratore.
La energía de Lila arrastra a la siempre prudente Lenù que se ve envuelta aún sin quererlo en el torbellino de insensatez de su amiga, en sus planes delirantes que ponen en peligro a ambas. Lila es tan intensa, apasionada, con un descaro temerario, mientras que Elena es discreta, reflexiva y carente de autoestima, considerándose siempre menos valiosa que los demás, insignificante, a pesar de sus éxitos en los estudios, de que es capaz de hablar en correcto italiano frente a sus vecinos del barrio que sólo emplean el dialecto local propio de las clases humildes. Mientras que Lila se queda atrapada en la vida doméstica, violenta y conflictiva del barrio, Elena sale al mundo cuando marcha a estudiar a Pisa donde siente que nunca podrá encajar en el ambiente culto, informado y políticamente posicionado que encuentra en su nuevo entorno universitario.
Los acontecimientos por los que transitan las dos amigas son intensos y tumultuosos; forman parte de un mundo que lucha por ascender económicamente si bien nadie aparte de Elena tienen verdadero interés por la superación intelectual o cultural. El suyo es un entorno donde la pobreza y la supervivencia son el pan de cada día. En aquella época y lugar, la violencia doméstica está normalizada: los marido, los padres, los hermanos pueden pegar a las mujeres de su casa que no se someten a sus normas, pero, ¡ay del que toque a una mujer ajena! Eso no se le perdona nunca, una mujer se rebelará contra ese maltrato mientras que el otro lo considera parte de la desgracia de haber nacido mujer. Y en ese escenario Lila y Lenù tratan de sobrevivir sin ser realmente capaces de alejarse del barrio y de la gente junto la que han crecido, de cortar los lados que las unen a sus orígenes y que les marcan la existencia.
No me he estrenado aún con la autora. Y creo que me gustaría su narrativa, sus historias, conocer a sus protagonistas. A ver si me animo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Las protagonistas de esta serie son realmente dignas de descubrir, muy intensas y muy verdaderas. Seguro que te gustan.
EliminarSaludos.