Estoy segura de que no soy la única que adora la ciudad de Nueva York, tanto como destino de viaje como, y sobre todo, escenario de películas y novelas. Y es que pocos lugares existen más atractivos y vibrantes en el mundo y por ello ha sido desde siempre polo de atracción para escritores y todo tipo de artistas que la han retratado una y mil veces, convertiéndola así en uno de los símbolos más populares de nuestro tiempo. Entre estos artistas que han acudido a la irresistible llamada de la Gran Manzana se encuentra el italiano
Paolo Cogneti, especialista en literatura norteamericana y realizador de cine entre otras cosas que nos relata en este ensayo titulado "
Nueva York es una ventana sin cortinas" sus impresiones y reflexiones sobre su amada ciudad a la que gusta denominar con el mítico nombre de Gotham y sobre la que ha realizado varios documentales, lo que le ha llevado a pasearla barrio a barrio, recorriendo sus calles, recordando sus orígenes históricos, la idiosincrasia de aquellos que vivieron por allí hace siglos y su evolución sociológica. Se detiene en las diferentes colectividades que habitaron cada zona: italianos, judíos, puertorriqueños... tantas nacionalidades que fueron llegando a la ciudad y estableciéndose en los distintos distritos y barrios en función de su riqueza o su más bien de su miseria y fueron modificando el aspecto de las calles, sus negocios, su arquitectura y sus parques, a veces siendo arrastrados o expulsados según los vaivenes económicos o las modas dirigidas por los agentes inmobiliarios.
"Los neoyorquinos, escritores incluidos, tienden a sentirse en una ciudad-mundo: desmesurada pero encerrada en sí misma, autónoma y aislada, como si más allá de sus fronteras comenzara el desierto o el espacio interestelar."
Pero lo que centra el interés de Cogneti son fundamentalmente los escritores neoyorkinos, tanto los nacidos en la ciudad como los llegados de otros lugares y que acabaron por sentirla como propia. Repasando el desarrollo urbanístico de cada zona al tiempo que recupera citas o libros en los que la ciudad ha sido retratada, comenzando por Melville y Whitman nacidos a principios del siglo XIX, cada uno a un lado del East River y siguiendo el recorrido por la historia y la geografía saltando del Greenwich Village poblado por los miembros de la generación beat al Lower East Side, zona de inmigrantes por excelencia donde se escucharon a los primeros poetas hablando en espanglish, cruzando a la otra orilla: a Brooklyn Heights o Williamsburg con sus comunidades de judíos ultra ortodoxos e italoamericanos, llegando a Park Slope a donde Paul Austen y las nuevas figuras de las letras se han trasladado a vivir una vida más tranquila y burguesa que las de sus antecesores. Este recorrido literario y vital nos muestra una de tantas facetas de la gran ciudad: la de fuente de inspiración de escritores y poetas, la de hogar de grandes figuras de las letras y destino de muchos que sueñan con formar parte algún día de la ciudad que nunca duerme.
Nueva York es una ciudad muy atractiva. Aunque no es el tipo de lectura que suelo leer, me has dejado con ganas de conocer la ciudad a través de los ojos de este escritor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es otra opción para visitar Nueva York a través de los libros y autores que la vivieron. Una excusa perfecta para volver a ese fantástica ciudad.
EliminarSaludos.