"La uruguaya" es un titulo del que vengo oyendo hablar maravillas desde hace algunos meses, así que estoy encantada de haberme hecho por fin con esta novela del argentino Pedro Mairal y poder comprobar en primera persona si tantos comentarios a su favor tienen razón de ser. Son muchos y muy actuales los temas que se encuentran en este texto, comenzando por una crisis conyugal común y corriente, la que sufre el narrador y protagonista que nos habla del aburrimiento que genera la rutina, no necesariamente el desamor pero sí el cansancio de luchar contra los problemas económicos, contra los planes fracasados, contra el implacable paso de los días que desgasta la pasión y acaba con los sueños incumplidos que alimentaron el nacimiento de la relación.
Lucas Pereyra, este narrador, es un escritor con problemas financieros debidos a la nefasta situación económica de Argentina. Como tantas otras personas en su misma situación, toma el ferry hasta Uruguay, al otro lado del Mar de Plata, para recoger en efectivo los royalties internacionales generados por sus novelas publicadas en el extranjero para posteriormente introducirlos de manera ilegal en el país. Pero Lucas va a algo más al país vecino: va a reunirse con Guerra, una joven uruguaya a la que conoció en un congreso literario hace algunos meses, una muchacha pasional y provocativa que le hace sentir joven y aventurero de nuevo, olvidar sus problemas domésticos, la falta de plata, su caída en picado en la clase media con dificultades económicas, le evita pensar en el fracaso de su matrimonio. Porque el escritor sospecha que también su mujer le es infiel, que mantiene un romance con alguno de los médicos con los que trabaja, repasa las pistas y los pequeños cambios en su comportamiento que le hacen sospechar, mientras que él mismo se dirige a reunirse con su propia amante, decidido a lanzarse a una aventura con esta veinteañera que le vuelve loco y le permite volver a sentirse joven.
Lucas Pereyra, este narrador, es un escritor con problemas financieros debidos a la nefasta situación económica de Argentina. Como tantas otras personas en su misma situación, toma el ferry hasta Uruguay, al otro lado del Mar de Plata, para recoger en efectivo los royalties internacionales generados por sus novelas publicadas en el extranjero para posteriormente introducirlos de manera ilegal en el país. Pero Lucas va a algo más al país vecino: va a reunirse con Guerra, una joven uruguaya a la que conoció en un congreso literario hace algunos meses, una muchacha pasional y provocativa que le hace sentir joven y aventurero de nuevo, olvidar sus problemas domésticos, la falta de plata, su caída en picado en la clase media con dificultades económicas, le evita pensar en el fracaso de su matrimonio. Porque el escritor sospecha que también su mujer le es infiel, que mantiene un romance con alguno de los médicos con los que trabaja, repasa las pistas y los pequeños cambios en su comportamiento que le hacen sospechar, mientras que él mismo se dirige a reunirse con su propia amante, decidido a lanzarse a una aventura con esta veinteañera que le vuelve loco y le permite volver a sentirse joven.
La ciudad de Montevideo no sólo es el escenario de las andanzas de la pareja, sino que se convierte en un personaje más de la novela; mientras que Lucas y Guerra transitan por sus calles, comparten sus tipismos, sus costumbres, las diferencias entre los dos países vecinos y recorremos algunos de los grandes temas argentinos: el corralito, el fútbol, el sexo, la infidelidad, la reflexión sobre la propia existencia, todo ello a través de un monólogo que discurre con una asombrosa fluidez en la prosa que engancha a pesar de los vocablos tanto en argentino como en uruguayo (que no es lo mismo, no) y que prueban el gran dominio del lenguaje de su autor y la precisa elaboración del relato en el que nada sobra, donde todo tiene valor argumental y de fondo, sin que sobre ni una página en este relato lleno de vida y verdad, lo que lo convierte, sin duda, en una lectura muy recomendable.
Pues parece que esos comentarios tenían razón, que ya veo que te ha conquistado. Tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí que vale la pena, es una novela muy bien escrita, te la recomiendo totalmente.
EliminarSaludos.
Con lo que has contado si que parece una estupenda lectura.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí, mucha calidad en pocas paginas, bien concentrada. Saludos.
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