Me sorprende enormemente que Milena Busquets no haya escrito ninguna otra novela de importancia antes de esta "También esto pasará". Cómo es posible que la primera vez que te enfrentas a la escritura seas capaz de desnudar el alma y mostrar el dolor de esta manera tan maravillosa. E incluso teniendo en cuenta que, según afirma ella misma, el libro no es puramente biográfico, porque no nos confiesa la autora en ningún momento que hable de su propia vida ni de su propia madre, sino de una hija y una madre cualesquiera, sin duda la muerte de su propia madre es la que la ha empujado a esta forma de escritura, a mostrar al desnudo, en forma de extensa carta, todo lo que debe contener el corazón de una hija que acaba de perder a una madre con la que siempre tuvo sus tiras y aflojas, a la que nunca creyó llegar a satisfacer totalmente, con la que mantuvo una relación libre de respeto y mucho amor. En definitiva, una madre como todas y como ninguna. Me admira la manera de plasmar con las palabras justas el tono exacto que nunca es sensiblero ni lastimero, pero que es capaz de exponer los sentimientos que se acumulan en su corazón: el dolor, la soledad, el arrepentimiento por lo que no fue o fue mal, al reparar en todos los momentos en que la va a echar de menos de ahora en adelante, en los buenos y malos ratos compartidos, especialmente malos durante los meses de la enfermedad que le arrebató a la mujer valiente, decidida y vital que siempre fue esa madre. Fundamentalmente expresa la extraña sensación de tener que afrontar el resto de su vida sin esa figura que siempre estuvo ahí, sin el apoyo, la crítica, el consuelo y la seguridad que le proporcionó en todo momento. Estoy segura que nadie que no haya pasado por ese trance puede escribir un libro como este.
Transcurrido poco tiempo desde el fallecimiento, la protagonista se traslada con sus hijos, un par de amigas y sus dos exmaridos a Cadaqués, donde también veranea su actual amante junto a su esposa. Este pueblo pesquero, refugio tradicional de hippies y figuras de la cultura de izquierdas de Barcelona, es el escenario ideal para esta partida de gente desinhibida y libre que disfruta de la vida y sus placeres, que crían a unos hijos más responsables y conscientes que sus propios padres y que se mueven por la vida con absoluta falta de pudor, sin temas tabú, con lo que la autora nos abre su casa y su mundo sin ocultarnos sus debilidades y conflictos, ni su azarosa y variada vida sexual, ni su contacto habitual con el alcohol y las drogas. Pero la falta de pudor más sorprendente es la que le permite abrir en canal su corazón y describir sus sentimientos, su desconsuelo, su añoranza por lo que no volverá, poner en palabras la tristeza, verbalizar el dolor sin sentimentalismo, con desgarro, amargura y al tiempo sin abandonar un toque de humor y desenfado de la joven que nunca ha pasado necesidades ni le ha faltado de nada, que acompañan siempre a la sombra de la pena, que no entiende de riqueza, educación o cultura. Y todo esto con un lenguaje limpio, sencillo, con frases claras y llamando a las cosas por su nombre. Un cóctel perfecto de simpleza y profundidad.
Y con todo esto, lo que queda a la protagonista es continuar adelante: no hay más camino por seguir que superar el duelo, asumir la pérdida, entender que se portó con su madre lo mejor que supo y pudo y que a continuación le tocará convertirse definitivamente en la mujer adulta que a sus cuarenta años ya le corresponde. Y tendrá que hacerlo apoyada en el constante recuerdo y sometida al peso enorme de la ausencia de su madre.
Transcurrido poco tiempo desde el fallecimiento, la protagonista se traslada con sus hijos, un par de amigas y sus dos exmaridos a Cadaqués, donde también veranea su actual amante junto a su esposa. Este pueblo pesquero, refugio tradicional de hippies y figuras de la cultura de izquierdas de Barcelona, es el escenario ideal para esta partida de gente desinhibida y libre que disfruta de la vida y sus placeres, que crían a unos hijos más responsables y conscientes que sus propios padres y que se mueven por la vida con absoluta falta de pudor, sin temas tabú, con lo que la autora nos abre su casa y su mundo sin ocultarnos sus debilidades y conflictos, ni su azarosa y variada vida sexual, ni su contacto habitual con el alcohol y las drogas. Pero la falta de pudor más sorprendente es la que le permite abrir en canal su corazón y describir sus sentimientos, su desconsuelo, su añoranza por lo que no volverá, poner en palabras la tristeza, verbalizar el dolor sin sentimentalismo, con desgarro, amargura y al tiempo sin abandonar un toque de humor y desenfado de la joven que nunca ha pasado necesidades ni le ha faltado de nada, que acompañan siempre a la sombra de la pena, que no entiende de riqueza, educación o cultura. Y todo esto con un lenguaje limpio, sencillo, con frases claras y llamando a las cosas por su nombre. Un cóctel perfecto de simpleza y profundidad.
Y con todo esto, lo que queda a la protagonista es continuar adelante: no hay más camino por seguir que superar el duelo, asumir la pérdida, entender que se portó con su madre lo mejor que supo y pudo y que a continuación le tocará convertirse definitivamente en la mujer adulta que a sus cuarenta años ya le corresponde. Y tendrá que hacerlo apoyada en el constante recuerdo y sometida al peso enorme de la ausencia de su madre.
"Hice lo que pude, a veces hice lo que tenía que hacer, no siempre, no soy demasiado buena para enfrentarme a la miseria"
Compré este libro por el título, luego he visto comentarios muy contradictorios respecto a la lectura de También esto pasará, lo que ha servido más que nada para que sepa que lo tendré que leer sí o sí para decidir. Espero disfrutarlo como tú.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto que es una lectura que no deja indiferente, para bien o para mal. Tal vez se deba a esa sinceridad brutal con la que la autora muestra sus miserias y debilidades. Espero que la disfrutes de verdad.
EliminarSaludos.
Me queda muy claro qeu tengo que estrenarme con esta autora.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo creo que vale la pena ponerse con ella, al menos con este libro; no sé si todo lo que escriba estará al mismo nivel. Ya nos cuentas.
EliminarSaludos.
A mi me gustó especialmente por ser una novela intimista, donde se muestra el amor de una hija a una madre, sin llegar a extremos sensibleros. Y el final y el epílogo me transmitieron muchos sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo
Coincido con tus apreciaciones. Una historia muy emotiva sin ser sensiblera en absoluto.
EliminarSaludos.
A mí también me ha gustado, pero ha habido momentos en los que la protagonista me ha caído mal. Aunque eso no es una crítica literaria sino más bien personal.
ResponderEliminarA eso me refiero cuando digo que me dorprende la falta de pudor de la autora: no duda en mostrar aspectos poco favorecedores de su personalidad, se muestra como es, incluyendo sus defectos sin importarle quedar bien con el lector. Lo encuentro muy valiente.
EliminarSaludos.