La verdad es que si alguien me hiciera la pregunta de si me gusta especialmente la novela policíaca mi respuesta inmediata sería probablemente un "no" bastante categórico. Pero resulta que me paro a pensarlo y tengo al menos diecinueve lecturas con esa etiqueta en mi blog (también reconozco que no soy muy estricta en el tema del etiquetado y no descarto que haya algún otro libro con policías de por medio que no lleve dicha etiqueta) Ocurre además que sigo fielmente la serie de novelas de Camilla Lackberg y que el comisario Montalbano de Camilleri está entre mis personajes preferidos de todos los tiempos. Así que algo falla en mi percepción de la realidad. ¿Es posible que sea una aficionada a la novela policíaca y yo misma no lo sepa?
Pues esa reflexión me surgía hace pocos días mientras devoraba sin respirar las primeras cincuenta páginas de esta novela "El guardián invisible" de la autora navarra Dolores Redondo, una obra de intriga en torno a unos macabros asesinatos de jóvenes que debe resolver la inspectora de la policía foral Amaia Salazar, además de lidiar al mismo tiempo con sus propios fantasmas personales y familiares. Y es que, al margen de los escabrosos detalles de los crímenes que pueblan esta novela, de la investigación sobre los brutales asesinatos que amenazan el boscoso y casi místico valle de Baztán, abundan también en el relato los pasajes en los que se nos muestra la vida y las preocupaciones de los personajes, más allá de lo puramente relacionado con las cuitas propias de la investigación policial. Las reflexiones sobre esos problemas personales, las relaciones familiares, las cuestiones que preocupan íntimamente a las personas, se dediquen a la profesión que se dediquen, la importancia de los asuntos privados que siempre están por encima de los profesionales, aunque habitualmente se trate de evitar que los unos entorpezcan a los otros, tienen un peso específico en esta novela. Mientras que un asesino en serie atemoriza los pueblos de la zona rural de Navarra comprobamos cómo se ponen en funcionamiento por parte de los investigadores los métodos científicos que habitualmente asociamos con las series norteamericanas, cómo se define el perfil psicológico del criminal y se va cerrando el cerco en torno al misterioso asesino, todo ello en medio de un ambiente lleno de leyendas y personajes fantásticos, de viejas historias de la tradición navarra y de los personajes que pueblan el bosque desde hace cientos de años y que, aparentemente, aún subsisten en las creencias de los habitantes de la zona. El libro combina muy bien las facetas de la más metódica investigación criminal con la cara más esotérica, mezclando en muchos momentos realidad con fantasía en una muy justa medida.
De ahí que, volviendo a la cuestión que me planteaba al principio de estas letras, no diría que me gusten especialmente las novelas con crímenes y polis de por medio, sino que me gustan las novelas que me cuentan las historias sobre las personas, que me acercan a sus sentimientos, a sus problemas y a las relaciones, siempre complejas y dinámicas con su entorno familiar y profesional. Lo que ocurre es que, en ocasiones, todo esto transcurre entre asesinatos o con policías, jueces y delincuentes de por medio. Con lo que deduzco que me gustan, en conclusión, las buenas novelas que me cuentan buenas historias, eso es todo.
Está claro que si te gustan las historias más cercanas, historias sobre personas "reconocibles", sus sentimientos, problemas, relaciones... pues cierto que va a ser inevitable que "toques" todos los géneros, porque así somos las personas, cabemos en todas las categorias: thriller, romántica, policiaca, humor... ;)
ResponderEliminarSaludos!
Tienes toda la razón, Ana, no sé decir qué género me gusta, sé decir qué libros me gustan, cada uno tiene su mérito independientemente del tema o de la categoría en que se encuadre.
ResponderEliminarSaludos.
A mí me pasa que hay épocas en que me da por un género y me lanzo de cabeza, hasta que me canso, y luego paso a otro. Ahora llevo un par de años en que me gustan sobre todo las novelas negras, pero antes tuve un par de años de histórica. "El guardián invisible" me pareció muy interesante y creo que seguiré la trilogía. Besos
ResponderEliminarA mí este libro me entusiasmó. Y yo sí sóy de novela negra, me encanta
ResponderEliminarBesos
Muy buena reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, a mí me pasa lo mismo. Siempre digo que la novela policiaca no es mi género preferido, pero siempre, siempre, tengo necesidad de leer una de las buenas, de las que además te transmiten sentimientos.
ResponderEliminarEl libro ya lo conocía y la verdad no me atrae demasiado, en principio.
Besos
Todas las reseñas que he visto de esta novela son positivas así que no sé a qué estoy esperando para hacerme con ella y leerla.
ResponderEliminarEn cuanto a los gustos literarios, me pasa lo mismo que a tí, me gusta que me cuenten una buena historia, sea de la trama que sea.
Besos!
Le tengo unas ganas enormes a esta novela, espero poder leerla muy pronto. Besos.
ResponderEliminarAntes de derretirte, lee "muerte en la clínica privada" y las páginas enteras...eso. Por empezar a degustar el asunto.
ResponderEliminarPues ya sé a qué te refieres y ha copiado páginas enteras, sí señor. Increíble.
EliminarMe gustó muchísimo este libro, por estar ambientado en mi tierra, por la trama, por los personajes... y estoy deseando leer el mes que viene el segundo. Muchos besos.
ResponderEliminarLa verdad es que retrata la zona de una manera que apetece acercarse por allí para conocerla. Yo sólo conozco Pamplona pero la próxima vez que vaya por allí no dudaré en visitar el valle del Baztán.
EliminarSaludos.
Podías probar con otro guardián: EL GUARDIÁN DE LA LEYENDA - Javier Gómez Hernández - Editorial Éride Ediciones.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. La tendré en cuenta.
EliminarSaludos.
No había ni oído hablar de esta escritora española. El policiaco sí que me apetece ahora. Estoy empezando con Wallander, no te digo más, ¿lo conoces?
ResponderEliminarHaces bien en no pensar en etiquetas, es un misterio por que unos libros nos llegan y otros no.