Hace bastantes años que no tenía ente las manos una novela de Arturo Pérez-Reverte, autor que, por otro lado, me ha dado abundantes alegrías lectoras en otros tiempos. La razón de tal abandono se debe, sobre todo, a que la serie Alatriste no logró atraerme suficientemente, pero basándome en el buen recuerdo de tantas otras novelas suyas que he disfrutado con anterioridad, me lancé con bastante buen ánimo a la lectura de estos "Hombres buenos" de reciente publicación. Confieso que en la página 20 ya estaba enamorada. Pérez-Reverte comienza su relato colándonos dentro de la Real Academia de la Lengua, permitiéndonos codearnos con los mismísimos académicos, siguiendo el relato del narrador que es, casualmente, un escritor que no se nos dice que sea Pérez-Reverte, aunque se le parece mucho y que cita sus auténticas obras con títulos ficticios. Así que comienzo con muy bien pie esta obra que mezcla aventura, actualidad, historia y amor por la cultura y los libros.
El argumento de la novela se basa en la misión que a finales del siglo XVIII se encomendó, por parte de la RAE, a dos de sus miembros, dos "hombres buenos" elegidos de entre los académicos y que resultaron ser el bibliotecario D. Hermógenes Molina y el almirante D. Pedro Zárate, de traer a España los 28 ejemplares de la primera edición de la Encyclopédie francesa, máximo exponente del avance intelectual de la época, del triunfo razón y libertad hombre que iluminaría los años futuros. La Ilustración, en definitiva, que costaría mucho esfuerzo hacer llegar a una España sometida al poder de la Monarquía y la Iglesia. Pero esta misión no estará bien vista por todos los académicos. Por razones diversas, hay sectores intelectuales que se niegan a que la luz de la Enciclopedia ilumine la razón de los españoles y es por ello que la misión se verá amenazada por la acción oculta estos sectores por medio de la acción de Pascual Raposo, mercenario contratado por los enemigos del plan para hacer fracasar la misión.
El arriesgado viaje de académicos los llevará hasta el París prerrevolucionario donde conviven las ideas innovadoras de los filósofos ilustrados, los mundanos lujos de la aristocracia y la extrema miseria de las clases desfavorecidas. De la mano del abate Bringas, un español exaltado y radical, partidario acérrimo de la Revolución y exiliado en Francia, los académicos iniciarán la búsqueda de los libros y al tiempo se pasearán por los distintos ambientes de la ciudad.
El relato está puntuado por frecuentes intervenciones del propio autor en las que se nos va mostrando el proceso de creación de la novela, los mecanismos del oficio de escritor. Desde la inspiración de la que surgió el germen de la historia que se nos cuenta, el autor recorre el camino que lleva a los protagonistas desde Madrid hasta París y nos va haciendo partícipes de su proceso de documentación, el estudio de mapas y publicaciones de la época, sus conversaciones con interesantísimos personajes reales, especialistas en diversos ámbitos y materias, como Carmen Iglesias o el profesor Francisco Rico, que le ilustran y asesoran en la recreación lo más fidedigna posible del siglo XVIII español y francés. Constantemente se mantienen los dos planos del relato de manera que el autor nos va aclarando términos, introduciendo la época y los escenarios, aportando datos históricos y apuntes complementarios que enriquecen y hacen la lectura más interesante y completa facilitando al lector la inmersión total en la aventura.
El argumento de la novela se basa en la misión que a finales del siglo XVIII se encomendó, por parte de la RAE, a dos de sus miembros, dos "hombres buenos" elegidos de entre los académicos y que resultaron ser el bibliotecario D. Hermógenes Molina y el almirante D. Pedro Zárate, de traer a España los 28 ejemplares de la primera edición de la Encyclopédie francesa, máximo exponente del avance intelectual de la época, del triunfo razón y libertad hombre que iluminaría los años futuros. La Ilustración, en definitiva, que costaría mucho esfuerzo hacer llegar a una España sometida al poder de la Monarquía y la Iglesia. Pero esta misión no estará bien vista por todos los académicos. Por razones diversas, hay sectores intelectuales que se niegan a que la luz de la Enciclopedia ilumine la razón de los españoles y es por ello que la misión se verá amenazada por la acción oculta estos sectores por medio de la acción de Pascual Raposo, mercenario contratado por los enemigos del plan para hacer fracasar la misión.
El arriesgado viaje de académicos los llevará hasta el París prerrevolucionario donde conviven las ideas innovadoras de los filósofos ilustrados, los mundanos lujos de la aristocracia y la extrema miseria de las clases desfavorecidas. De la mano del abate Bringas, un español exaltado y radical, partidario acérrimo de la Revolución y exiliado en Francia, los académicos iniciarán la búsqueda de los libros y al tiempo se pasearán por los distintos ambientes de la ciudad.
El relato está puntuado por frecuentes intervenciones del propio autor en las que se nos va mostrando el proceso de creación de la novela, los mecanismos del oficio de escritor. Desde la inspiración de la que surgió el germen de la historia que se nos cuenta, el autor recorre el camino que lleva a los protagonistas desde Madrid hasta París y nos va haciendo partícipes de su proceso de documentación, el estudio de mapas y publicaciones de la época, sus conversaciones con interesantísimos personajes reales, especialistas en diversos ámbitos y materias, como Carmen Iglesias o el profesor Francisco Rico, que le ilustran y asesoran en la recreación lo más fidedigna posible del siglo XVIII español y francés. Constantemente se mantienen los dos planos del relato de manera que el autor nos va aclarando términos, introduciendo la época y los escenarios, aportando datos históricos y apuntes complementarios que enriquecen y hacen la lectura más interesante y completa facilitando al lector la inmersión total en la aventura.
Se combinan así el presente y el pasado, personajes reales y ficticios, actuales e históricos, con una agilidad narrativa increíble, con un ritmo ligero, salpicado de numerosos juegos metaliterarios que nos sumergen dentro de todo un mundo de libros, libreros, lingüistas y amantes de las letras en general. El resultado es una viva estampa de la época en la que a España no llegó la Ilustración, a pesar del esfuerzo de aquellos que abogaban por la necesidad de extender la educación a toda la población, no permitiendo el sometimiento absoluto a la Iglesia. Incluso contando con un rey de mente abierta como fue Carlos III, preocupado por mejorar las condiciones del pueblo, desde las obras públicas a la educación, las complejidades políticas y los intereses de muchos, las luchas en las colonias americanas, los conflictos con Inglaterra por Gibraltar y Menorca y otros tantos problemas políticos y militares no le permitieron centrarse en mejorar las condiciones de vida de la población. No deja, sin embargo, el autor de ensalzar, en boca de los personajes, la grandeza de la cultura española, de las grandes figuras de la literatura que brillaron durante el Siglo de Oro y que todavía en el momento en que transcurre la acción iluminan y sirven de motivo para ensalzar la grandeza de la cultura española, aún en contraste con la incapacidad de los gobernantes de extender ese brillo al común de la población.
En definitiva, esta es una novela que me ha hecho disfrutar muchísimo y que enamorará fácilmente a todos los amantes de la Historia y de la buena literatura. Una apuesta segura, lo puedo garantizar.
En definitiva, esta es una novela que me ha hecho disfrutar muchísimo y que enamorará fácilmente a todos los amantes de la Historia y de la buena literatura. Una apuesta segura, lo puedo garantizar.
Lo tengo pendiente e lectura inminente, pero hay tantos por delante que no se cuando le tocará. Veo que unas cuantas blogueras os habéis adelantando .
ResponderEliminarPaso en un vuelo por tu reseña solo para motivarme.
Un abrazo.
Yo me alegro de haberlo leído en cuanto ha caído en mis manos porque últimamente tenía al autor muy abandonado y si llega a caer en el montón de libros pendientes, lo mismo se pasa allí meses y meses. Y vale la pena leerlo.
EliminarSaludos.
Hola. Pérez- Reverte es un autor que despierta admiración y rechazo a partes iguales. No me considero un autor asiduo de su obra, pero admito que defiende el valor del libro y la lectura con un fervor que no se advierte en muchos escritores de nuestro país. En ese sentido es una figura literaria a la que respeto. Lo que has contado acerca del libro, y como lo has hecho, ha alentado mi curiosidad por este título. La combinación de historia,literatura y oficio de escritor me parece irresistible. Un placer pasar por aquí Inmaculada. Feliz Día de la Madre.
ResponderEliminarEn mi opinión es un autor cuya vehemencia en expresar sus opiniones no deja indiferente a nadie, efectivamente: a nivel personal o le amas o le odias.
EliminarAl margen de ello, esta novela te reconciliará con su versión de amante de los libros.
Gracias por la felicitación. Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFíjate, a mí la serie Alatriste no me emocionó del todo y aunque leí algún otro libro suyo que sí me gustó, sobre todo por su forma de escribir, cuando vi este en la biblio no tenía pensado leerlo, pero ahora me has provocado todo lo contrario. Creo que me puede encantar. Siempre te visito buscando ideas para mis lecturas y siempre las encuentro
ResponderEliminarBesos
Yo tampoco me sentí muy atraída por Alatriste, pero te aseguro que esta novela puede apasionar a cualquiera que disfrute con los libros sobre libros, con la novela histórica y con los personajes bien dibujados.
EliminarTe agradezco que confíes en mis opiniones para elegir tus lecturas. Espero no defraudarte demasiadas veces aunque ya sabes que en esto de los gustos, cada uno es un mundo. Bienvenida siempre.
Saludos.