¿Qué es lo que nos hace saber que nos encontramos ante una buena novela? ¿Por qué motivo concreto en ocasiones te paras a mitad de una página y piensas: "este libro es genial"? No sería capaz de razonar los motivos o de señalar las características que hacen bueno a un libro, pero lo cierto es que cuando lo tienes entre las manos, lo sabes. Y eso es lo que me ha ocurrido con "El asesino hipocondríaco" del escritor malagueño Juan Jacinto Muñoz Rengel. Es maravilloso cuando te encuentras con una lectura como esta, divertida, original, inteligente, sorprendente y encima bien escrita. Y más aún cuando casi no sabías nada sobre ella.
El argumento que nos cuenta es de lo más peculiar: el señor Y. es un asesino a sueldo (entendemos por tanto su discrección al no querer facilitarnos su nombre completo) que persigue a la que probablemente sea su última víctima, un tal Eduardo Blaisten de hábitos bastante rutinarios, con lo que debería ser, en principio, un trabajo fácil de llevar a cabo. Ocurre, sin embargo, que el señor Y. es, cuanto menos, un asesino peculiar, no sólo por su notable estrabismo y su deforme pie afectado de gigantismo, no únicamente por llevar adherido a su cuello como protuberancia a un potencial hermano gemelo que nunca llegó a desarrollarse; es que, además de todo esto, lo que tenemos por cierto desde el principio de la novela es que el señor Y. está al borde de la muerte, probablemente este que amanece sea su último día con vida. No se sabe muy bien cuál de todas sus gravísimas y extrañísimas enfermedades será la que acabe con él, pero su final inminente es indudable y eso a pesar de la medicación constante a la que se somete y al seguimiento escrupuloso que realiza de su temperatura, tensión arterial, pulsaciones... Pero antes de morir debe cumplir con la última misión para la que ha sido contratado, por lo que sigue a Blaisten por las calles de Madrid ideando distintas formas con las que acabar con la vida de su objetivo antes de que la muerte le sorprenda a él mismo.
El único consuelo que le queda al señor Y. es el de no ser el único perseguido desde su más tierna infancia, incluso desde antes de nacer, por la más cruel de las desventuras; a lo largo de su relato, nos vamos encontrando con una extensa enumeración de personajes célebres tales como Kant, Descartes, Tolstoi o Proust, que comparten con nuestro protagonista al menos una de estas características: haber quedado huérfanos a muy temprana edad, haber padecido incontables enfermedades gravísimas y, muy importante, haber nacido en una ciudad ubicada cerca de la desembocadura de un río. Al señor Y le enorgullece tremendamente sentirse miembro integrante de esta selecta minoría de grandes hombres perseguidos por la fatalidad y la desgracia.
El libro está narrado con un estilo sencillo y ágil a pesar de los abundantes tecnicismos médicos y las abundantes referencias literarias con una fluidez en la que las redundancias y las repeticiones no estorban, sino que marcan el ritmo, con un humor negro negrísimo y con la virtud añadida de aunar al relato de las desventuras del protagonista la multitud de anécdotas y vivencias de los personajes en los que éste se mira y que se nos van acercando hacia estas figuras del pensamiento, la literatura o la filosofía desde el punto de vista más humano, enseñándonos las miserias personales que se ocultan tras las magníficas obras intelectuales que les dieron fama mundial .
Una lectura altamente recomendable y que sorprenderá a todo el que se enfrente a ella.
Hace tiempo que tengo apuntado este libro en mi lista de pendientes. He leído muy buenas críticas de él, y la verdad es que le tengo ganas. Aunque por el momento no tengo pensado leerlo pronto. Tengo muchos libros pendientes en casa.
ResponderEliminarbsos!
Lo leí hace meses y me pareció estupenda. Mucha gen se sintió defraudada porque pensaba que era una novela de morirse de risa y tiene humor, sin duda, pero es, desde luego, mucho más.
ResponderEliminarBesos,
Leí muchas reseñas de este libro en su momento (creo que hubo una lectura conjunta) y las opiniones fueron muy dispares. Con tu reseña se me ha vuelto a reavivar el gusanillo por leerlo y darle una oportunidad. Besos.
ResponderEliminarBuena reseña!
ResponderEliminarTiene muy buena pinta, he leído reseñas super positivas de este libro =)
Besotes
He leído alguna que otra reseña muy positiva pero creo que lo dejaré pasar.
ResponderEliminarLo tengo en el ebook desde hace unas semanas pero ya veremos cuando puedo ponerme con él. Tu reseña lo hace más apetetecible aún. Un beso
ResponderEliminarNo conocía ni el libro ni el autor, pero muchas gracias por el descubrimiento porque me ha gustado el argumento y lo que nos cuentas en tu reseña, me parece interesante y original, me ha llamado la atención todo, empezando por la portada. Muchos besos.
ResponderEliminarEste es uno de los libros que ha propuesto mi Club de Lectura como lectura para el mes de noviembre. Así que dentro de nada lo empezaré a leer yo también.
ResponderEliminarun saludo,
Le tengo ganas, seguro que me va a gustar.
ResponderEliminarSiento curiosidad por este libro, pero con tu reseña me has dejado con más ganas, que se ve que lo has disfrutado. A ver si logro hacerle hueco entre tanto pendiente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Este es uno de esos descubrimientos que una hace de vez en cuando y no entiendo porqué no lo promocionan más desde su editorial, porque es de una gran calidad.
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