Nos sitúa esta novela "The interpretation of Murder" de Jed Rubenfeld en el Manhattan de 1909, a cuyo puerto llega, procedente de Europa, el afamado psiquiatra Sigmund Freud acompañado de otros dos notables colegas de profesión como son Carl Jung y Sándor Ferenczy con el objeto de dar unas charlas en la universidad de Clark, lo que será el primer paso para dar a conocer la teoría del psicoanálisis en América. Lo reciben a su llegada Stratham Younger y Abraham Brill, principales valedores de Freud y sus teorías en el nuevo continente, enviados por dicha universidad y encargados de acompañar a los invitados durante su estancia en la ciudad.
Y es precisamente el marco en el que se desarrolla la trama, la ciudad de Nueva York, uno de los principales valores de la novela: el vibrante Manhattan de principios de siglo, con la imparable construcción de los rascacielos más altos que se hubieran podido imaginar hasta la fecha, con su política influída por los grupos de poder económico, la policía corrupta dispuesta a dejarse sobornar, los ricos que reparten su tiempo entre los grandes acontecimientos sociales donde dan muestra de su riqueza y buenos contactos y sus fincas de recreo situadas a las afueras de la ciudad, las clases obreras en pie de guerra por los derechos laborales que no terminan de conquistar frente al capitalismo en su estado más puro. Todo el ambiente que tan bien encontramos ya reflejado en la novela de Edward Rutherfurd "Nueva York" se revive aquí, encontrándonos con nombres y hechos históricos que se recrean aquí integrándolos en la trama de la historia, como la construcción de numerosos edificios, la finalización del puente de Manhattan, o la huelga del sector de la confección, la acción del Tammany Hall .
Y coincidiendo con la estancia del grupo en la ciudad se produce un primer crimen en el que aparece muerta una joven en muy extrañas circunstancias, al que seguirá un segundo ataque muy similar cuya víctima, una jovencita de clase alta, sufre una amnesia a causa de la conmoción acompañada de una incapacidad para hablar, lo que hará que se solicite la intervención del doctor Stratham, que no dudará en consultar con su maestro Freud el tratamiento que irá aplicando a la paciente para tratar de descubrir el origen de sus padecimientos. Todas las pruebas del caso parecen inculpar claramente a un potentado constructor, protegido del alcalde, con lo que el concienzudo detective Littlemore tendrá que poner todo de su parte para desentrañar el complejo caso que, según avanza la investigación, se vuelve endiabladamente enrevesado hasta que nada es lo que parece ser y donde todos parecen mentir, desde los sospechosos hasta las supuestas víctimas.
En conclusión, una novela policíaca con un componente original en lo que a la aplicación de las, por entonces, nuevas teorías del psicoanálisis se refiere con el objeto no sólo de descubrir al asesino sino de tratar de conocer la motivación de los distintos personajes y la hora de actuar. Pero, sin duda, por mi parte, destacaré la novela por su aportación a una nueva recreación de la sociedad newyorkina en uno de sus periodos más apasionantes de su historia.
Novela policíaca, psicoanálisis, Freud... Muchas razones tengo para querer este libro, además de tu estupenda reseña. Así que otro para la lista!
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo este libro desde hace tiempo y no lo he leído, pero tengo que hacerle hueco, que ya va siendo hora. Besos
ResponderEliminarMe lo apunto que este año me he comprometido conmigo misma a leer más novela negra, un género que tengo muy abandonado, el hecho de que aparezcan Freud o Jung me anima y la ambientación también, son temas que me interesan. Bsos
ResponderEliminarQue atractivo nos lo pones... New York a principios de siglo, qué ganas de perderme por esa época!
ResponderEliminarBesos,