Termino de leer “El Cocinero del Dux” una novela de Elle Newmark en la que se nos cuenta la historia de Luciano, un huérfano miserable que sobrevive en la Venecia de finales del siglo XV buscándose la vida para subsistir a base de robos y pillerías varias hasta que se ve rescatado de las calles por el cocinero del Dux, el chef Ferrero que lo acoge como aprendiz y se propone enseñarle todo lo que sabe del arte de la cocina pero también convertirlo en su discípulo en otros asuntos menos mundanos y más misteriosos.
Esta es una de esas novelas (diría más bien, una de tantas novelas) que últimamente nos encontramos donde se nos presenta una hermandad secreta con que a lo largo de los siglos va transmitiendo de unos miembros a otros una serie de secretos que ponen en duda las grandes creencias del mundo occidental. En este caso estos secretos se esconden en un libro que es ambicionado por distintos gobernantes, unos creyendo que les proporcionará el secreto de la inmortalidad y otros creyendo que puede contener información que haga peligrar su supremacía. Pero dejando al margen este aspecto esotérico que, para ser sincera, ya me tiene un poco cansada por la reiteración del esquema y la similitud de la temática de unas novelas a otras, me voy a centrar en la parte que más me ha gustado del libro que, lógicamente, no ha sido la trama del aprendizaje de las verdades reveladas por el chef a su aprendiz.
Y es que la novela tiene un par de aspectos que me han gustado bastante. Uno de ellos es la recreación de la sociedad veneciana de la época en que ésta se encontraba bajo el gobierno de los sucesivos Dux y el Consejo de los Diez, ese periodo de la Historia caracterizado por el enfrentamiento constante entre el Papa, en este caso César Borgia, la República de Venecia, la Florencia de los Médici… además de reflejarse muy vivamente el contraste el lujo y la opulencia con que se vivía en los palacios y la miseria del pueblo llano en medio de la decrepitud de los barrios más míseros de Venecia.
Además del aspecto histórico también me ha gustado cómo describe el entorno de la cocina, la minuciosidad con la que se describen las magníficas recetas que crea el chef para agasajar a los invitados del Dux, su pasión por las especias a las cuales da un uso casi mágico y la fascinación por las novedades llegadas del Nuevo Mundo como la patata, el tomate, el cacao o el café que en los temerosos e incultos habitantes de la ciudad provocan más bien temor al ser considerados como alimentos venenosos e incluso malditos. Ese contraste entre los primeros representantes del Renacimiento con su fé en el conocimiento, los descubrimientos, la imprenta y los ciudadanos de a pie, dominados por el miedo a lo desconocido, sometidos a la doctrina rigurosa de la Iglesia y las supersticiones, creo que es la mejor parte de la novela y la que, en mi opinión, la salva.
La tengo pendiente en mi estantería pero después de comprarla vi algunas críticas negativas y me desanimé, creo que disfrutaré de los mismos aspectos que has señalado
ResponderEliminarun beso!
no la compres es como el alquimista per sin final
EliminarNo, no me atrae lo suficiente, lo voy a dejar pasar...
ResponderEliminarBesines,
No me llama mucho esta vez, y con tanto pendiente... La dejaré también pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Fue una de mis mejores lecturas del año pasado, yo me centré como tú en los aspectos de ambientación historica, y de pasión por la cocina, y la disfruté como una enana, en cuanto al tema de las sociedades secretas es un tema que cansa porque lo han explotado demasiado, una vez has leido cuatro o cinco libros, todos siguen el mismo patron y terminan aburriendo. Pero a mi me enamoró esta novela, hasta el punto de ser capaz yo misma de minimizar la trama de la sociedad secreta, pero ya se sabe para gustos los colores, mi reseña por cierto fue bastante entusiasta. Y no encontraras creo ninguna referencia a la sociedad secreta... porque no le di yo ninguna importancia
ResponderEliminarViendo tu opinión y la de otros blogueros, no me lo voy a apuntar. Además tampoco es que me llame demasiado la atención! Mi lista me lo agradecerá jajajaja
ResponderEliminarBesos!
No sé yo si me animaría con él, no es que me llame especialmente.
ResponderEliminarBesotes
Lo tengo en casa desde hace tiempo, lo ví en el blog de Carmina y me hice con él, pero entre unas cosas y otras aún no lo he podido coger y eso que me apetece mucho, el tema cocina me gusta. Muchos besos
ResponderEliminarLo compré hace tiempo porque me parecía muy interesante eso de ver cómo funcionaba una cocina, pero reconozco que me tiró para atrás eso de la trama de la sociedad secreta porque, como bien dices, ahora parece que no puede haber novela histórica sin una...
ResponderEliminarUn beso
Ya había visto alguna reseña de este libro pero no me termina de convencer, no me atrae lo suficiente. Muchos besos.
ResponderEliminarUUUUUh, yo de hermandades secretas y sábanas santas y santos griales estoy saturado, así que lo dejo estar!! aún así estaré atento a tus próximas lecturas! ;)
ResponderEliminarLo tengo en casa, pues me animé a comprarlo después de la reseña que hizo Carmina. Espero disfrutarlo un poco más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola a todos, estaba buscando a ver si alguien hacía referencia a la utilización del "flamenco" en Cádiz allá por finales del siglo XV que se trata al final del libro... me he quedao ojiplática al leerlo...
ResponderEliminarEntretenido el libro hasta que llega un momento que la cosa no da más de sí y eso... "pájara" total metiendo la autora cosas sin sentido, en fin, la visión de España en la Edad Media desde el extranjero, ¡vaya pufo!.
Hace ya tiempo que lo leí y no recuedo los pasajes de España, tendría que releerlo para comentarte. Claramente se ha centrado en investigar otros escenarios y la parte a la que te refieres lo habrá contado un poco de oídas, me imagino.
EliminarSaludos.