lunes, 12 de noviembre de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó

Hay novelas que te atraen de primeras solamente por su título y te predisponen positivamente ya antes de leerlas, pero como eso de los gustos es como es, lo que menos me atraía de este libro era precisamente su título absurdo de “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, es que no me inspiraba nada, la verdad y tampoco me gusta nada su portada, ¿qué le voy a hacer? a cada uno tiene sus gustos. Sin embargo era obvio que acabaría por leer la novela del escritor sueco Jonas Jonasson, y es que el hecho de que el año pasado no dejara de triunfar y de ser de lo más recomendado entre los lectores indicaba que algo había ahí que valía la pena. Y, efectivamente, hay historias que hasta que no las lees no te puedes ni imaginar lo que es capaz de dar de sí un título tan llamativo y a la vez tan poco atractivo, y la verdad es que sí que tiene miga y de la buena además.

El argumento de la novela se centra en el relato (disparatado) de las andanzas del anciano Allan Karlsson que, en el día en que cumple 100 años, decide escapar saltando por la ventana de la residencia en la que vive sin un objetivo determinado, simplemente por cambiar de aires, por vivir un poco la vida alejado de aquel lugar, y ¡vaya si va a vivirla! Al poco de haber huído se tropezará con un delincuente con pocas luces que arrastra dentro de una maleta el botín de la última transacción de su banda con la mafia rusa. Sin saber en lo que se mete, Allan, que no se para nunca mucho a reflexionar sus decisiones, decide llevarse la maleta, sin saber que esta esconde una auténtica fortuna. A partir de ahí se desata una incansable huida del anciano, perseguido por una parte de la policía local que trata de hacerle volver a la residencia y por otra de los propietarios de la maleta, empeñados en recuperar lo que es suyo. En su huida Allan se irá encontrando con una serie de personajes que se unirán a él en esa caótica escapada en la que irán dejando un reguero de cadáveres y que acabarán por conformar un peculiar grupo, bastante parecido a una troupe de circo, con elefanta incluída.

Pero esta aventura no es nada al lado de otras muchas, no menos absurdas y disparatadas, que el anciano Karlson ha protagonizado a lo larga de su larga vida; vamos a ir conociendo esta fructífera vida, desde su infancia y su temprana pasión por los explosivos, hasta cómo llegó a cumplir los cien años sin tener jamás en su vida una opinión firme sobre ningún asunto, sin tener una ideología determinada ni ningún interés en discutir nunca de política ni de ninguna otra cosa medianamente seria y cómo ha vivido dejándose llevar a donde le quisieran arrastrar las circunstancias, disfrutando del momento y sin intención de entrar nunca en discusiones. De este modo vamos reviviendo sus andanzas que incluyen, sorprendentemente, su participación en la Guerra Civil española donde salvó la vida a Franco, una borrachera de tequila con el presidente Truman, su intervención en los conflictos políticos de la revolución en China, su papel fundamental en la Guerra Fría… Entenderemos que después de haberlo visto todo en este mundo y haber vivido lo que ha vivido, Allan pase impávido, imperturbable, por las más extrañas experiencias sin que nada le altere ni le robe la paz, lo más disparatado es lo más natural para él que lo observa todo impasible y disfruta de los acontecimientos más formidables como lo más habitual en su existencia.

El estilo de la novela, aparte de ser absolutamente divertida, es fresco, desenfadado, cargado de ironía, desternillantemente absurdo, con unos diálogos que parecen sacados de una escena de manicomio, y unos personajes a cuál más disparatado y todos ellos con la cabeza bastante hueca, desde los delincuentes hasta las grandes figuras políticas del siglo XX, todos los personajes provocan una la sonrisa: los policías despistados, los criminales fanfarrones con pocas luces, los cómplices entusiastas, los periodistas disputándose las exclusivas y sobre todo ese abuelo al que nada le afecta y que vive su disparatada aventura con la serenidad que da el haber estado durante décadas en el centro de todos los huracanes políticos de un siglo bastante convulso pero que no han sido capaces de arrebatarle en ningún momento la paz interior que más bien es el reflejo de su filosofía de vida basada en tener como únicos incentivos el conseguir tener el estómago lleno, un buen trago a mano siempre que sea posible y un techo bajo el que dormir. Y lo demás, que sea lo que tenga que ser. Vamos, el nihilismo en estado puro.

Me ha quedado, por tanto, gratamente sorprendida con este libro plagado de humor irónico y disparatado pero sobre todo políticamente incorrecto, que se ríe de todo y de todos, haciéndonos pasar un montón de buenos ratos por el mero placer de reírnos hasta de nosotros mismos y de nuestra Historia pasada y actual, de los hechos más serios y de las circunstancias más extremas y con ese triunfo de la amistad y del amor con el que culmina la historia. Totalmente recomendable para desconectar de los dramas cotidianos.

13 comentarios:

  1. No me llamaba, pero en vista de lo bien que habla la gente de él, me lo bajé al lector. A ver si le hago un hueco.

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  2. Te sugiero que quites la verificación de los comentarios, es muy molesto.

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    1. Leira, gracias por hacerme saber que aparecía la verificación. A mí también me resulta incómoda cuando me la encuentro en otros sitios, pero como cuando yo misma comento en mi blog no me aparece, no me había dado cuenta de que la tenía activada. Problema resuelto.

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  3. Lo tengo pendiente de hace tiempo y por lo que cuentas, me parece que me va a gustar. Se ve una lectura ligera y entretenida, ideal para intercalar entre otras más densas y de mayor grosor.
    Besotes!!!

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  4. Esta por todas partes últimamente!!!
    Probablemente al final me anime con él...

    Besotes

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    1. Este libro lo leímos en el club de lectura hace unos meses y me pareció muy divertido. Un personaje totalmente fuera del orden social que curiosamente consigue sobrevivir gracias a su "inocencia" y eso le hace feliz.
      Muy buena recomendación.
      Un saludo.

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  5. Desde luego el título y la portada son de los que no olvidas, y además desde que salió lo he visto por todas partes. En la biblioteca está en cola de préstamo, pero seguro que en algún momento me llegará el turno. Me apetece una lectura irónica, como dices, para desconectar.
    Un abrazo

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  6. Pues fíjate que a mí me acabó cansando mucho la última parte del libro. Empezó muy bien, era muy divertido y original,y luego mi interés cayó en picado y me costó terminarlo. A mi marido en cambio también le gustó mucho. Un beso

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  7. Desde que lo vi en Página 2 le tengo muchas ganas a este libro, a ver si un día de estos le encuentro un hueco. Besos.

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  8. Yo lo sigo teniendo pendiente de leer. Ya me he hecho a la idea de que este año no podrá ser, ¡con todo lo que tengo en casa pendiente!

    bsos!

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  9. A mí me lo ha pasado en pdf para el ebook una amiga y voy a hacerte caso, porque me pasa igual, tanto el título como la portada me echan para atrás, pero si luego está bien, habrá que darle al menos una oportunidad ¿no? Bsos

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  10. me acabas de recordar que lo tengo aún pendiente y ganas de ponerme con él.

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