viernes, 17 de mayo de 2024

Farenheit 451

Cada vez soy más consciente de la gran cantidad de obras clásicas que voy dejando atrás con el paso del tiempo, incapaz de abarcar la inmensidad de grandes novelas que querría descubrir, como bien refleja el lema que encabeza este blog: "!La vida es tan corta y hay tantos libros por leer!" Tratando de ganar ventaja en esta carrera contra el tiempo, he rescatado un gran clásico de la literatura fantástica, una de las más destacadas distopías del siglo XX como es "Fahrenheit 451", del norteamericano Ray Bradbury.

Guy Montag, el protagonista del relato, forma parte del cuerpo de bomberos de su ciudad, pero los bomberos, en el nuevo mundo en el que vive ahora Norteamérica, ya no se ocupan de apagar fuegos sino que su trabajo consiste en quemar libros, objetos prohibidos en esta sociedad de grandes avances técnicos y control férreo del pensamiento único. La esposa de Montag, Mildred, se encuentra plenamente integrada en el sistema: vive entre pastillas para dormir, programas de televisión que resuenan a todas horas en su sala de estar y escapadas a toda velocidad con su coche por las grandes autopistas que atraviesan la ciudad con los que desahoga cualquier asomo de angustia que la amenace. Montag vive resignado con su vida y su trabajo hasta que conoce a Clarisse McClellan, su joven vecina que resulta ser el único ser que queda que continúa pendiente de la lluvia, de las flores, con sueños e ilusiones; Clarisse observa y escucha a la gente, les mira a los ojos pero también es una inadaptada social: no va colegio, pasea todo el día, se sienta en el césped y contempla la naturaleza y se pregunta el porqué de las cosas. Pero pronto la hacen desaparecer.

Las autoridades pretenden acabar con todo lo que suponga opinión, reflexión, temen el pensamiento libre y la Filosofía. Han creado lo que llaman un mundo feliz donde todo es acción trepidante, ruido ensordecedor, movimiento, velocidad, concursos de televisión a todo volumen, pantallas que ocupan paredes enteras, donde al que es diferente se le controla y somete y para eso están los bomberos: para convertir en ceniza los libros, objetos peligrosos que hacen pensar, persiguen todo aquello que suenen a poesía, que haga dudar, plantearse una felicidad diferente a la que ofrece el nuevo sistema. Mientras tanto, los bombarderos cruzan sin parar el cielo amenazando con una nueva guerra inminente que estallará en cualquier momento y devastará el país.

"Siéntate, Montag. Observa. Delicadamente, como pétalos de una flor. Cada una se convierte en una mariposa negra. Hermoso, ¿verdad? Enciende la tercera página con la segunda y así sucesivamente, quemando en cadena, capítulo por capítulo, todas las cosas absurdas que significan las palabras, todas las falsas promesas, todas las ideas de segunda mano y las filosofías estropeadas por el tiempo."

Así que Montag vive angustiado por un gran secreto: lleva un año escondiendo libros que rescata de los incendios y se lleva a su casa sin ser capaz de abrir las páginas y leer lo que ocultan dentro, sin atreverse a sumergirse en sus peligrosos contenidos que siente que le pueden cambiar para siempre. Con la ayuda de Faber, un viejo profesor de Literatura jubilado acabará contactando con una pequeña comunidad de fugitivos cuyos miembros conservan grandes obras clásicas en su memoria, como si fueran libros vivientes que garantizarán que perviva el saber y todo lo que es perseguido y eliminado en ese escenario desquiciado en que se ha convertido el mundo, soñando con que algún día no muy lejano el saber que almacenan en sus cabezas pueda ser recuperado.

Entiendo perfectamente las razones que han convertido este libro en todo un clásico contemporáneo, comprendo cómo reúne todos los elementos que hacen que una lectura destaque los aspectos más brillantes del ser humano, señale sus aspectos más oscuros y nos confirme en la esperanza de que un futuro mejor es posible siempre que permanezcamos alerta frente a los peligros que lo amenazan.

"Cuando no se tiene nada que perder, pueden correrse todos los riesgos."

lunes, 13 de mayo de 2024

Mirafiori

"Mirafiori" es la segunda novela de Manuel Jabois que leo, después de "Miss Marte" y mis impresiones sobre ella son algo contradictorias, no soy capaz de decidir si he terminado de conectar con la lectura y sus protagonistas. El narrador nos presenta a Valentina Barreiro, su amor de adolescencia cuando ambos estudiaban en Pontevedra; los conocemos desde sus años de instituto y el inicio de su relación; de hecho, su primer beso fue en el tanatorio, frente al féretro de la madre de Valentina recién fallecida. Pasan juntos veinte años, se marchan a Madrid donde Valentina se convierte en actriz y él se va buscando la vida como escritor o periodista o lo que surja. Ha pasado por malos tiempos enganchado a las drogas hasta quedarse sin amigos y ahora se ha reinventado como autor de obituarios a tiempo completo y echa de menos a Valentina de la que lleva un tiempo separado. Tras tantos años acabaron enganchados en una relación  de lo más tóxica "La mataba perderme y a mí me mataba perderla a ella, creo que porque en el fondo ya nos habíamos perdido, y nos dedicamos a sabotear, cada uno con sus debilidades." Incluso después de separarse continúan conectados y queriéndose, se echan de menos tras haber pasado juntos gran parte de su vida.

"La vida era un regalo, y la iba a explotar hasta las consecuencias finales. No quería cumplir sesenta años sin saber qué había pasado para llegar hasta allí, como si la hubiese traído la corriente de un río: quería llegar nadando, por su cuenta, matando sus propios monstruos marinos."

Los personajes de esta novela son magníficos a pesar de que el  narrador nos parezca esencialmente un tipo patético y Valentina a veces resulta misteriosa y otras una completa idiota, pero no se puede negar que es un personaje que no se parece a nadie; ve fantasmas desde niña que conviven con ella dentro de su propio mundo absolutamente peculiar.

"No son los médiums, son los muertos. No es la capacidad de ver de los que están vivos, que tienen los mismos ojos que los demás. Son los muertos los que eligen quién puede verlos; es asunto suyo, es su poder. Son ellos, no nosotros."

Reconozco que Jabois es un narrador extraordinario y que tiene la capacidad de crear un universo propio de gran intensidad pero con el que no siempre he logrado conectar; algunos pasajes me parecen fabulosos mientras que otros me han dejado fría. He tratado de empatizar con el narrador y con Valentina pero lo mismo los amaba que los detestaba, igual me hacían reir que los encontraba bobos de remate. El resultado ha sido una lectura irregular, con sus más y sus menos a la que ha salvado, sin embargo,un sorprendente final que, lo confieso, no vi venir y que me ha explicado muchas de las cosas extrañas que había ido sintiendo a lo largo de la lectura.

jueves, 9 de mayo de 2024

Una biblioteca de verano

"Una biblioteca de verano" es un relato muy breve en el que la escritora norteamericana Mary Ann Clark Bremer narra como, tras heredar de su tío Marcel La Nienhereuse,  la casa en la que pasó sus veranos de infancia, regresa a Francia una vez finalizada la guerra, en la que la misma Mary Ann fue herida, para hacerse cargo de su herencia, especialmente de la surtida biblioteca.

En un viejo cobertizo de la casa y a solicitud del alcalde monta una nueva biblioteca municipal con los libros heredados de su tío, ya que la biblioteca del pueblo ha sido víctima de los ataques alemanes. Su plan es dedicar el verano a esta tarea mientras se plantea si volver después a América o instalarse en Inglaterra. Durante estos meses reparte entre los habitantes del pueblo libros clásicos franceses, ingleses y también alemanes que, a pesar de haber sido los enemigos en la guerra, siguen contando con grandes obras maestras. Traba amistad con Tourne el cura y mejor amigo del difunto tío Marcel, con la joven maestra Suzane y con todos aquellos vecinos que al principio encuentra simples y faltos de interés pero a los que termina por apreciar sinceramente.

Esta es una historia que, a pesar de su breve extensión, concentra en sus pocas páginas la pasión por los libros y la esperanza que la buena Literatura es capaz de sembrar en los corazones de quienes aprenden a disfrutarla.

"Comenzaba a sentirme adulta por primera vez en la vida. Y me sentía diferente también cuando elegía una nueva lectura: la pasión se había calmado, y, en cierta manera, cada nuevo libro me producía un placer mayor, ya no había impaciencia en la lectura. Me demoraba cuanto quería. Y aprendí a elegir el momento que cada libro necesitaba."

sábado, 4 de mayo de 2024

En plena noche

Cuando busco una lectura que me permita evadirme de la realidad y sumergirme en una historia absorbente llena de emociones, una opción más que óptima es, sin duda,  cualquier novela del gran Mikel Santiago. En esta ocasión la elegida ha sido "En plena noche", la segunda entrega de la trilogía de Illumbe que se inició con "El mentiroso". En esta ocasión regresamos al mismo escenario de la costa de Vizcaya con una historia que es independiente de la anterior y que puede, perfectamente ser leída por separado, a pesar de compartir escenarios, ambiente y pidiendo al mismo universo creativo.

El argumento del libro gira en torno a Diego Letamendia, más conocido por su nombre artístico, Diego León, famoso cantante en borrar balas que regresa a su pueblo para asistir al funeral de su viejo amigo Bert. Hace veinte años que Diego y sus padres tuvieron que escapar prácticamente de Illumbe tras verse implicado en la desaparición de la que por entonces era su novia, Lorea Vallejo. Allí quedaron sus antiguos amigos y compañeros de su banda, Deabruak, con la que soñaron con llegar a triunfar, pero solo a Diego se le ofreció la oportunidad de convertirse en una estrella.  Javi, Ibón y Nura se quedaron atrás haciendo su vida en el pueblo donde mucha gente todavía le guarda rencor o incluso odio profundo convencidos de que Diego tuvo algo que ver en aquel asunto cuyo verdadero autor sigue sin aparecer

La trama se irá complicando, los acontecimientos se acelerarán y Diego se encontrará investigando tanto la sospechosa muerte de Bert como la desaparición de Lorea hace veinte años. La narración nos irá llevando en flashes a 1999 y así podemos ir reconstruyendo lo que ocurrió en aquella noche que cambió las vidas de los compañeros de la banda para siempre. Y ahora tienen la oportunidad de resolver aque misterio, aunque ello suponga poner en peligro sus vidas nuevamente.

"La desaparición de Lorea es como una enfermedad que ha ido devorando a todos los que estábamos allí aquella noche. Una especie de radiación que nos ha quemado. Me he dado cuenta de que llevo veinte años tratando de escapar de ese agujero, y de que he intentado llenarlo con todo: trabajo, dinero, alcohol, drogas, mujeres..., pero es que el agujero es insaciable. Es un saco roto. Me ha destruido a mí también... Diría que incluso a mi talento. Por eso me voy a quedar: quiero resolverlo para siempre, cerrar esa maldita tumba de una vez por todas."

Con un ritmo trepidante y completamente adictivo, la narración se desarrolla de manera ágil y supone unas fácil y rápida a base de capítulos cortos que se devoran. El narrador se dirige directamente al lector hablándole de tú a tú, lo que favorece la plena implicación en la historia haciéndola más emocionante todavía, logrando mantener la tensión hasta la última pagina.