Si a mí, que no he sentido nunca debilidad por las novelas de capa y espada, me ha resultado apasionante esta novela de Juan Gómez Jurado, "La leyenda del ladrón", ya me puedo imaginar el efecto que tendrá en aquellos que sean devotos del Siglo de Oro español y de los relatos ubicados en esta época histórica. Y es que, a pesar de estar ambientada en el siglo XVI y de contener todos los elementos típicos de las novelas de caballeros, incluyendo numerosa luchas con espadas, la trama es totalmente absorvente, los personajes altamente atractivos y el retrato histórico muy evocador. No creo andar muy desencaminada si afirmo que es una de las mejores novelas que he leído en este año.
El argumento se centra en la vida de Sancho de Écija, un huérfano a causa de la peste que es llevado hasta un hospicio de Sevilla para que allí los monjes se ocupen de sacarlo adelante proporcionándole algún trabajo, pero las circunstancias le llevarán a buscarse la vida como ladrón bajo el amparo del enano Bartolo que le enseñará a manejarse en el difícil mundo de las duras calles de Sevilla. Sin embargo Sancho es un joven con un gran sentido de la justicia por lo que tratará de vengarse de los más canallas de entre los maleantes que controlan el comercio del crimen en la ciudad y de aquellos que causaron la muerte del que fue su mentor. Al mismo tiempo, la protagonista femenina del relato de la que Sancho caerá enamorado, es Clara, una esclava, propiedad de un rico comerciante que es enviada a la casa del médico Monardes con el objeto de que aprenda las técnicas necesarias para aliviar a su amo de su dolencia de gota. Bajo la tutela del maestro, la joven aprende la utilización de las plantas y muchos remedios para sanar y encontrará en la huerta del médico un oasis de paz y conocimiento que la aleja de su triste realidad de esclava y le permite entrever la posibilidad de dedicarse a algo que la apasiona.
La trama de la novela es muy rica, con muchos personajes de gran relieve, entre los que destacan dos que probablemente nos suenen de antes: un tal Miguel de Cervantes, comisario de tributos del rey que rescata a Sancho de la muerte y lo entrega a los monjes y un actorucho inglés, maese Guillermo Shakespeare, huído de su país por no se sabe bien qué oscuro motivo. Ambos tendrán un papel importante en la trama vital de Sancho y le ayudarán a llevar a cabo su venganza. La verosimilitud del hecho de encontrar a estos dos personajes rondando por la Sevilla de la época es del todo probable, dado lo poco documentadas que las vidas de ambos estuvieron en torno a los años en que se desarrolla a trama. Lo cierto es que dan un interesante toque metaliterario a la novela, con numerosas referencias a obras posteriores de ambos, que enriquece enormemente la lectura.
También destacaría el vivísimo retrato que se hace de la ciudad de Sevilla, digno escenario del que se considera como el centro del mundo en aquel momento histórico, ya que a su puerto llegaban las riquezas de la América recién descubierta lo que hace que la ciudad se convirtiera en el centro del comercio y el poder de toda Europa lo que hace proliferar un submundo que siempre aparece en paralelo con la abundancia de riqueza: el mundo de los delincuentes, las prostitutas, los mendigos, los pillos y los más desafortunados que junto a los artesanos, los posaderos, la soldadesca, tratan de aprovechar las migajas de las fortunas en forma de toneladas de oro y demás mercancías que se descargaban a diario a través del puerto del Arenal.
En resumen, una magnífica novela histórica, estupenda novela de aventuras con las cantidades justas de lucha, venganza, romance y con muy interesante información sobre los usos de vida de la época. Muchos personajes todos muy bien retratados, un ritmo narrativo muy ágil, sin momentos muertos ni caídas en el interés con el que se sigue la trama. Una lectura absolutamente recomendable, por tanto.
Del autor solamente tengo en casa Espía de Dios, y aún no lo he leído. Me llama más la atención este libro, pese a que no soy muy seguidor de las narraciones sobre El siglo de oro. Lo tengo en cuenta como futura lectura.
ResponderEliminarNo tengo más remedio que apuntármelo, Sevilla y un pícaro ladrón. Apuntado queda.
ResponderEliminarUn saludo.
Estoy deseando leerla, a ver si encuentro el tiempo y el momento. Besos
ResponderEliminarLeí muchos libros de esta época hace años y era adictiva.
ResponderEliminarYa lo tenía entre mis pendientes pero después de tu fantástica reseña, me has dejado con unas ganas...
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo muchas ganas de leerla pues las tres novelas anteriores del autor me gustaron mucho y la temática de ésta me atrae aún más.
ResponderEliminarBesos
Tendré que buscar alguno de los libros anteriores del autor, ya que éste es el único suyo que he leído. A ver si me gustan tanto como éste.
ResponderEliminarCon la novela histórica me pasa algo curioso, me da pereza leerla, como que no me termina de llamar la atención pero luego, las pocas que he leído las he disfrutado mucho. Muchos besos.
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