jueves, 20 de enero de 2011

Carta de una desconocida

Hace ya algún tiempo que vengo leyendo críticas más que elogiosas sobre Stefan Zweig y su obra, veo como mucha gente se vuelve fan de este autor nada más conocerlo y, sinceramente, tenía ganas de acercarme a él, siendo el último impulso que necesitaba la "Semana de Stefen Zweig" iniciada en el genial blog de Carmen y amigos.

Bien es cierto que hace ya algunos años leí su libro sobre María Antonieta (mi pasión por la Historia y las biografías) pero no lo conocía como narrador. Me he decidido a iniciarme, por tanto, con una obrita breve que he logrado intercalar entre otras lecturas de más amplitud, se trata de "Carta de una desconocida" y tengo que decir que mis impresiones son contradictorias.

Empezaré por lo positivo: realmente me ha admirado el estilo narrativo de Zweig, la intimidad que alcanza al hacer hablar a la protagonista que cuenta en primera persona su vida, dominada por una pasión, más bien habría que decir absoluta obsesión, por un hombre que ni siquiera ha reparado en ella. La expresión de sentimientos, la profundización en los pensamientos me recuerda al lenguaje de un gran autor que admiro profundamente: Sandor Marai, maestro de la introspección y la exploración de los sentimientos.

La historia se hace algo claustrofóbica, esa vida sometida a una pasión sin esperanza, una mujer que convierte a su amor imposible en el centro de toda su existencia me ha producido un poco de angustia, pero ¿para qué se lee si no es para sentir cosas?

Por ese lado, la novela es del todo recomendable. Pero, qué sería yo sin un pero. Me falla la base de la trama: ¿es posible, realmente, que ese hombre no la conozca/reconozca, incluso habiendo compartido con ella momentos de intimidad? ¿Es posible esa indiferencia absoluta, ese desapego? Ese detalle me rechinaba a lo largo de toda la narración, pero bueno, tal vez sea posible algo así.

Dice la mujer hacia el final:
“No notarás mi falta; eso me consuela; nada cambiará en tu vida brillante y gozosa...; no te molesto con mi muerte..., eso me consuela, querido mío. ¿Pero quién?... ¿Quién te mandará las rosas blancas en tu cumpleaños?”
Y es ahí donde yo me digo a mí misma: eso es lo que quiero saber, ¿qué pasa después?, ¿como reacciona el escritor ante la carta, qué piensa, qué se plantea, cómo continúa su vida después de saber lo que ahora sabe? Me niego a ver al escritor como un sujeto pasivo que sólo recibe la información y continúa impasible con su vida, Querría saber cómo continuaría esta historia. Me quedo con las ganas, me temo.

11 comentarios:

  1. Muy buena reseña. Ya sabes que yo la leí hace poco y la he disfrutado de verdad. Pero lo dejo en el plano de la ficción, si no también me haría muuuchas preguntas...
    Un beso,

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  2. Si quieres, pásate por mi blog. Te he dejado un premio...
    Un beso,

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  3. Hola:
    Te acabo de conocer por el blog de Carmen precisamente. A mí me gustó mucho el libro y por aportar algo al tema, te diré que yo sí que me creo que un hombre mujeriego como es el objeto de su amor (u obsesión) se olvide por completo de las mujeres que han pasado por su lado. Y sobre todo de los encuentros más fugaces, como es el que nos ocupa.
    Será que tengo el día feminista jejeje.
    Un saludo, voy a seguir echando un vistazo al blog.

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios. Isi, tengo una manía por intentar ponerme en la piel de los personajes de los libros, que a veces quiero que piensen o actúen como yo lo haría, pero no es posible, claro. Carmen, muchísimas gracias por nominarme en tu blog.

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  5. Me encantó este relato del autor, aunque veo que no me hice tantas preguntas como tú ;)
    Un saludo.

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  6. Grata sorpresa el ir a encontrarme con tu blog. Soy también un lector empedernido y de esta visita a tus reseñas ya he tomado buena nota. Con tu permiso volveré a visitarte en cuanto me sea posible. No se si abras leído el tiempo entre costuras. A mí me lo acaban de recomendar y tiene buena pintaUn abrazo

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  7. Luisa: creo que a veces pienso demasiado, :)
    Juan Andrés: seguro que leo El tiempo entre costuras, es casi una obligación con los comentarios que todo el mundo hace de él, por cierto, la autora vive al otro lado de la carretera frente a mi casa, qué casualidad, no? aunque no la conozco personalmente.

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  8. Es el primer libro de Zweig y me enamoré totalmente del estilo de este escritor, se ha convertido desde entonces en uno de mis favoritos, y lo mejor de todo, es que aún no me ha defraudado ni unno solo de sus libros.

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  9. Aún me falta conocerlo, a pesar de leer en tantos lados que es un excelente autor. Pero de este año no pasa.

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  10. Inmaculada, lo bueno de este libro es la inquietud que crea en el lector, los sentimientos encontrados, la rabia que da de que él no se de cuenta de nada y ella sea así tan abnegada. Está escrito con maestría.

    B7s
    L;)

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  11. Me estrené con este autor precisamente leyendo este libro y me agradó mucho. Hace poco he leído a Sándor Márai y me ha recordado a Zweig. Dos autores a tener muy en cuenta.
    Con tu permiso seguiré paseando por tu blog porque me gustan tus reseñas.
    Un abrazo

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