miércoles, 9 de octubre de 2024

Blackwater I. La Riada

No he podido evitar (tampoco lo he intentado) caer en la tentación de la última serie viral entre los lectores de este país: Blackwater es una saga escrita por Michael Mcdowell, novelista y guionista norteamericano, compuesta por seis entregas que Blackie Books ha editado ahora en España en unos tomos de pequeño tamaño y con unas portadas espectaculares de bonitas, lo que, unido a una masiva campaña de promoción, ha convertido la serie en un éxito inmediato.

Con la primera entrega de esta serie, "La Riada", nos situamos en Perdido, un pueblo al sur de Alabama, cuya razón de ser ser encuentra en los tres aserraderos situados a la orilla del rio Blackwater, propiedad de las tres familias más adineradas: los Caskey, los DeBordenave y los Turk. Cuando unos días antes de la Pascua de 1919 los ríos Blackwater y Perdido se desbordaron a su paso por la localidad la crecida afectó a la práctica totalidad de las casas y sus ocupantes, que tardarían algún tiempo en regresar a la normalidad. Lo único bueno que el dramático suceso trajo al pueblo, una vez que el lodo se retiró, fue a la señorita Elinor Dammert, una joven maestra con una intensa conexión con el río, que se instala en casa de James Caskey y no deja indiferente a ningún habitante del pueblo. El joven Oscar Caskey comienza a hacerle la corte a la nueva vecina a pesar de que su madre, Mary-Love, sin poder justificarlo con ninguna razón concreta, no aprueba a la chica; de hecho, es la única en el pueblo que no ha sucumbido al embrujo de la adorable Elinor. Y seguramente sea el instinto de Mary-Love el único que intuye que algo turbio e inquietante se oculta tras la encantadora fachada de la señorita Dammert.

"Sister creía que Elinor era una joven poderosa, y que el poder que ejercía era ni más ni menos que el tipo de poder al que la propia Mary-Love estaba habituada. Elinor Dammert ponía las cosas en su sitio. Movía los hilos. Ponía orden. Cogía a las personas y las colocaba donde quería, como un niño jugando con las figuritas de un arca de Noé en miniatura."

El libro, que se podría situar en un punto intermedio entre la fantasía y el gótico norteamericano, nos presenta un universo lleno de magia y encanto con unos personajes que en seguida conquistan al lector iniciando una saga que se hace verdaderamente apetecible, por lo que no dudo que no tardaré en embarcarme en el siguiente volumen para descubrir cómo van a evolucionar las tramas y qué va a ser de los habitantes de Perdido en los capítulos sucesivos.

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