jueves, 16 de septiembre de 2021

El verano que volvimos a Alegranza

"Mi tía Constanza —mi dulce, buena y sonriente tía Constanza, mi madrina— acababa de acuchillar en el office a mi tía Valentina, su hermana mayor, y yo sólo podía concentrarme en resolver cómo limpiaría aquella maldita mancha de vino, porque ese mantel de la abuela formaba parte de mi herencia y me parecía tremendamente injusto que se fuera a echar a perder." Este es el arranque de "El verano que volvimos a Alegranza" el debut literario en la narrativa de ficción de la periodista María Fernández-Miranda, donde conoceremos a Leandra, una joven periodista algo desubicada en el mundo, luchando constantemente contra la ansiedad y sus inseguridades de todo tipo. Recién divorciada tras un breve matrimonio, se enfrenta al asesinato de una de sus tías en plena cena de Nochebuena.

Aunque sabemos que ninguna familia es perfecta y que todas tienen sus secretos y sus rarezas, también habrá que reconocer que algunas son más imperfectas que otras. Las hermanas De la Vega, tías de Leandra, son sin duda unas mujeres bastante peculiares que han sido los modelos a seguir por su sobrina desde que esta perdió bastante pronto a su propia madre. Estas mujeres centrarán el relato de la saga familiar plagada de personajes sorprendentes, cada una con su propia historia personal, a cuál más sugerente. Leandra pretende desentrañar, a través de esas historias, los motivos que llevaron a su tía Constanza a asesinar a su querida hermana y para ello regresa a Alegranza, la casona familiar en Asturias, refugio en sus veranos de infancia pero que oculta tantos secretos que siendo ella niña nadie le contó y, como bien le dice su tío: "Las preguntas sin respuesta son las que nos acaban matando por dentro." 

Asturias, Madrid y París son los escenarios donde transcurre la novela que está impregnada de recuerdos, de historias familiares, de viejos secretos y también de flores y aromas, como los perfumes que obsesionan a Leandra que juzga y cataloga a las personas en función del olor que desprenden. En su entorno profesional en la revista femenina en la que trabaja, Leandra se encuentra siempre rodeada de lujo, de bolsos carísimos y tacones de vértigo pero son los perfumes los que significan algo importante para ella, son su manera de expresarse y de entender a los que la rodean. A lo largo de la novela veremos cómo la protagonista, al tiempo que descubre el verdadero pasado de su familia, trata de encontrar su verdadera vocación profesional, recomponer su matrimonio y hallar, en fin, su camino en el mundo. Una novela que se lee con una sonrisa en los labios aunque en ocasiones nos proporcione un pellizco en el corazón. 

2 comentarios:

















  1. Muchas gracias por esta reseña tan bonita.





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    1. Me alegra que te haya gustado. Es una novela que me ha parecido muy agradable de leer y así lo cuento.
      Saludos.

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