viernes, 17 de julio de 2020

La red púrpura

Nos encontramos en estos tiempos en unos momentos bastante comprometidos para los lectores de novela policíaca. Partiendo del hecho de que el género atraviesa una época de esplendor por la cantidad y calidad de los títulos publicados, también es verdad que cualquiera puede comprobar que ya no se lleva lo de publicar una novela con un caso de investigación autoconclusivo con el que disfrutar unos días de emocionante lectura y, una vez finalizada, despedirse de ella con un agradecido " a otra cosa, mariposa" y pasar a otra lectura como si tal cosa. Ahora esto es cada vez menos posible dada a la tendencia mayoritaria a que todos los éxitos editoriales de este género se organicen en series, como poco en trilogías y esto, que no es que sea algo malo en sí, pero es cierto que obliga a los lectores de alguna manera a engancharse a la serie, quieras o no; los finales generalmente abiertos te amarran al yugo de la obligación de continuar con la historia, de no perderte ninguna entrega porque los argumentos se entremezclan unos con otros y se encuentra uno así fidelizado de manera involuntaria y obligado a no perderse el nuevo caso o la continuación de la saga, a veces sin saber durante cuánto tiempo.

En "La red púrpura" Carmen Mola retoma el argumento de su historia en el punto exacto donde dejamos a la inspectora Elena Blanco y su equipo de agentes de la BAC (Brigada de Análisis de Casos) al finalizar la anterior novela, "La novia gitana". Han pasado pocos meses y el equipo investiga sobrelsobre esta Red Púrpura, una trama de negocios de lo más turbio que, amparados por el anonimato de internet y de la dark web, aquellos lugares de la red no accesibles para cualquiera, manejan asuntos de la más ilegal, inmoral y violenta categoría que se pueda imaginar, desde pornografía a apuestas, comercio de drogas o de cualquier material, servicio o sustancia imaginable, los ciberdelincuentes campan a sus anchas por lado más oscuro de internet. Allí es donde el equipo trata de localizar a los responsables de este grupo que se dedica a retransmitir  en directo desde crueles torturas hasta peleas a muerte, aceptando apuestas y manejando ingentes cantidades de dinero.

La inspectora Blanco, responsable del equipo de investigación, ha dejado todo de lado y vive sólo para su trabajo: no tiene vida privada ni amigos, sólo sus ligues de una noche, sus lingotazos de grappa y el desahogo de alguna noche en el karaoke cantando clásicos italianos. Sus compañeros de la brigada no llevan nada bien esa entrega absoluta que exige también a los que trabajan a su lado. Y es que para Elena, el resolver este caso es vital ya que sabe que probablemente este sea el único camino que le lleve a recuperar a su hijo, secuestrado hace ocho años precisamente por la gente a la que ahora persigue. Sin embargo, resolver el caso también conlleva un riesgo; la inspectora evita pararse mucho a pensar en el tipo de monstruo en el que se habrá convertido su hijo tras estos años integrado como un miembro más de la Red Púrpura, pero sabe que no parará hasta encontrarlo para cerrar definitivamente la herida que le va arrancando la vida año tras año.

No queda más remedio que ponernos en breve con la tercera entrega para descubrir hacia dónde les llevará el destino a los personajes de esta serie, si continúan trabajando en investigación policial, luchando contra el mal o si se habrán retirado de la primera fila y se limitan a poner multas de tráfico o a regar los geranios del balcón, tras tantos años librando batallas en el equipo más selecto de la policía española. Lo dicho: a seguir con la serie para saber más.

6 comentarios:

  1. ¡Hola! Veo que la has disfrutado, es una serie magnífica, dura, eso sí, hay que tener buen estómago para leerla y que te apetezca continuar con la saga. Ya sabes que yo la terminé y la tercera me gustó más aún que la segunda, de hecho a mi la segunda es la que menos me gustó (aunque también la disfruté mucho). Ahora a por La Nena...
    Saludos

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    1. Sí!! Estoy ansiosa por ponerme con la tercera porque os he leído a varias comentar que es la mejor. Odio y amo esta obligación impuesta de tener que completar series; espero al menos que valga la pena al final.
      Saludos.

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  2. ¡Hola! Yo tengo pendiente las dos, cuando pueda las quiero leer seguidas. Saludos.

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    1. Tendrás que leerte entonces los tres sseguidos. Menudo maratón de lectura te espera!!
      Saludos.

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  3. de acuerdo con lo que comentas de las trilogías, series, etc. de novela negra. Y a mi que me gusta empezar siempre por el primero, seguir el orden, y al final tengo varias series sin acabar, pero es imposible llegar a todo.
    Pero "La nena" la leeré, porque en las otras dos novelas consiguió atraparme de principio a fin. A pesar de las escenas escabrosas.
    Un abrazo

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    1. Yo prefiero las series tipo Camilleri o Donna Leon, con el mismo protagonista que tratan temas personales de los personajes pero no te obliga a leer todas las entregas ni a hacerlo en orden para disfrutarlas.
      Yo también leeré La Nena antes o después, seguro!
      Saludos.

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