"Y entonces llegó el día en que Addie Moore pasó a visitar a Louis Waters. Fue un atardecer de mayo justo antes de que oscureciera."
Así comienza "Nosotros en la noche", directo y sin rodeos ni preámbulos innecesarios. La novela de Kent Haruf que es prácticamente una obra póstuma ya que fue lo último que escribió el autor conociendo ya la inminencia de su muerte y publicada después de que esta sucediera, presenta a sus protagonistas en la primera línea del texto y así de inmediata es en todo: Addie tiene una propuesta clara que hacer a Louis, ambos viven en la misma calle de una pequeña ciudad provinciana y aunque se conocen hace muchos años nunca han tenido demasiada relación. Ahora, una vez jubilados y viudos tiene ocasión de reunirse, recordar y repasar sus vidas relatándoselas el uno al otro y, sobre todo, de hacerse mutua compañía. Ella es clara y asertiva como lo prueba su propuesta, él tiene más dudas al principio, tal vez porque le pilla por sorpresa, pero enseguida ve las ventajas del plan.
"No, sexo no. No lo enfoco así. Creo que perdí el apetito sexual hace tiempo. Yo hablo de pasar la noche. De acostarse calentitos, acompañados. Meterse juntos en la cama y que te quedes toda la noche. Las noches son lo peor, ¿no crees?"
La novela es breve, con capítulos cortos, emplea una gran economía de lenguaje por medio de frases simples de gran eficacia narrativa, con una ausencia total de retórica que no se demora en descripciones innecesarias. Así y todo, el relato no resulta frío, sino que logra transmitir con eficacia una historia de personas que, a pesar de su edad, están dispuestas a seguir adelante, a continuar viviendo con nuevas ilusiones, sin miedo al que dirán, incluso a empezar todo de nuevo. Ambos son conscientes de los errores cometidos con anterioridad, nada trata de edulcorar su pasado, pero se encuentran capaces de actuar ahora de acuerdo con lo que verdaderamente creen que es correcto.
Una novela breve pero que condensa eficazmente el mensaje que trata de transmitir: la capacidad de cambiar, el peso de la familia y el valor de actuar de acuerdo con lo que nos hará felices a pesar de todo. Una maravillosa lectura que, sin llegar a ser melancólica, te deja pensando en cómo afrontamos nuestra propia vida y las decisiones que tomamos, en la posibilidad de que cuando lleguemos a la vejez nos podamos arrepentir de lo que no hicimos cuando pudimos o debimos.
Comparto tus impresiones, fue una lectura que me dejó un muy buen sabor de boca.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que la hayas disfrutado tanto como yo. Es una novela maravillosa.
EliminarSaludos.
Sólo leo reseñas positivas de esta novela. Me la apunto en esa lista interminable.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo dudes! Yo la cogí con cierta desconfianza y me conquistó enseguida. Espero que te ocurra igual.
EliminarSaludos.
Me encantó, Inmaculada. Es una preciosidad de libro con un punto tierno que encoge el corazón. La peli... psé
ResponderEliminarBesos
No he visto la película, aunque sólo sea por curiosidad lo mismo la busco, pero es difícil trasladar sentimientos a la pantalla sin pasarse de ñoño. Ya veremos qué me parece.
EliminarSaludos.
Vi la película...y me gustó bastante. No me pareció ñoña. Quizá los actores que la interpretan saben retratar una vida de encuentro en una etapa muy diferente de la vida. El libro, por su puesto, debe estar mejor...y espero leerlo pronto.
ResponderEliminarSaludos
Pues me animas entonces para verla. A mí lo que me cuesta es hacer el camino inverso: leer un libro después de haber visto la película. Me condicionan demasiado las imágenes y ya sólo tengo en la cabeza lo que ya he visto
EliminarSaludos.