martes, 4 de julio de 2017

El aniversario

"El aniversario" es una novela de Imma Monsó que podría describir como algo extraña, con un ritmo desigual, un ambiente bastante desasosegante que tal vez sea lo más logrado del libro, unos personajes complicados con los que me ha costado algo conectar y dos historias paralelas que cuentan con tonos narrativos diferentes pero acaban confluyendo apropiadamente. La historia comienza con un matrimonio que atraviesa una crisis en su relación, o tal vez sería más correcto decir que siempre han tenido una relación peculiar; son dos personas muy distintas entre sí, como dos mundos que se rozan pero no llegan a interconectar. El tema es que ambos parten en su coche a celebrar un aniversario hacia un destino desconocido para ella; el marido quiere sorprenderla por una vez y la sorpresa, según descubriremos, no necesariamente tiene que ser agradable. Lo cierto es que los protagonistas han desarrollado una extraña relación: él es pragmático y con los pies en la tierra mientras que ella mantiene una intensa conexión con las palabras, con el silencio, con los idiomas, la forma de lo que se dicen las cosas le parece tan importante como su contenido y su intención. Tras muchos años de convivencia dudamos de si se han llegado a conocer en profundidad.

Por otro lado, en el otro hilo argumental, tenemos a Carmina, una mujer que se oculta en la casa que se ocupa de mantener en ausencia de sus propietarios, en su biblioteca, en sus libros; a pesar de no saber apenas leer, sueña con las historias que contienen, se crea una vida ficticia entre las paredes de esa casa que es su refugio y el de su hijo, un niño en el que tiene puestas todas sus esperanzas. Carmina está segura de que el pequeño Guillem sí que sabrá manejarse con los libros y con el mundo, no tendrá miedo a todo como le ocurre a ella. Pero Guillém es un niño solitario que también vive dentro de los libros, que recrea las aventuras de las novelas que lee en la realidad, que juega a perseguir a Moby Dick o a emular a sus héroes literarios. Sólo tiene un amigo, Mateu, con el que comparte aventuras durante las vacaciones escolares.

Ambas historias avanzan lentamente, no encontramos conexión entre las dos hasta bastante avanzada la novela. Lo cierto es que el meollo de la historia se hace de rogar y, además, cuando llega es incómodo y desasosegante, incluso afirmaría que me ha llegado a poner mal cuerpo, no he logrado disfrutar de la historia a causa de la incomodidad del escalofriante plan de celebración de aniversario. Me da la sensación, además de todo, de que la historia se podía haber resuelto en la mitad de páginas, que la autora se regodea demasiado en conversaciones que no van a ningún lado y desde el momento en que convergen ambas tramas puedo decir que comienzo a perder interés por lo que voy leyendo y ya veo que no voy a tener un desenlace espectacular.

En fin, una lectura que formalmente es muy correcta pero a la que le falta algo de chispa en el argumento para terminar de enganchar y que no puedo decir que la considere como una novela memorable. Entretenida y diferente, como mucho.

2 comentarios:

  1. Imma Monsó es una autora que nunca me ha llamado especialmente la atención... y por tu reseña, seguiré sin decidirme a cogerme una de sus novelas.
    Un abrazo.

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    1. Es cierto que le falta algo para ser una novela perfecta, se queda en correcta, nada más. Pero supongo que todo se aprende y tal vez en otra ocasión me pueda convencer como escritora. No lo descarto.
      Saludos.

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