domingo, 5 de julio de 2015

Irène

Llevada por el interés que el autor francés Pierre Lemaitre despertó en mí tras leer su magnífico "Vestido de novia", me he propuesto recuperar su producción literaria anterior a esa enorme novela, tarea que he comenzado con la primera entrega de su serie sobre el comisario Camille Verhoeven, "Irène". Esta en una novela de desarrollo lento, ritmo pausado, a pesar de tratarse de una investigación criminal que habitualmente se narran con ritmo más acelerado, en este caso nos encontramos con un lenguaje pausado, con un protagonista, el comisario Verhoeven, un hombre peculiar físicamente, altamente inteligente y excelente profesional que, a pesar de su activa e imparable vida profesional, es un hombre calmado, de naturaleza más reflexiva que activa, que medita los hechos, analiza los elementos y que intenta no dejar de lado, cuando la acción de sus casos lo permite, su apacible vida familiar con  su amada esposa Iréne, especialmente ahora que se encuentra embarazada de ocho meses. Las escenas del relato de su relación matrimonial están cargadas de ternura y reflejan vivamente la relación de amor total que les une.

No era buena señal que el título de la novela sea justamente el nombre de la esposa del policía protagonista, no hará falta ser muy despierto para intuir enseguida que Iréne va a tener mucho que ver en la trama de la novela. Es uno de esos casos en los que la traducción, en esta ocasión del original francés "Travail soigné" (yo tampoco soy especialista en la lengua gala, pero no me cuadra nada que esto se traduzca literalmente por "Irene", de verdad) nos prevenga demasiado sobre hacia donde se encaminará en algún momento la acción de la novela. Tal vez me pueda consolar que tambíen los editores anglosajones han optado por este título en sus traducciones. Bueno, en realidad este sería un caso típico de aquello de "mal de muchos..." A pesar de todo ello, aún sospechando hacia donde nos dirigimos en esta historia, debo decir que la novela está muy bien elaborada, los hechos desembocarán en el clímax previsto, eso sí, sin prisa ninguna, con ese tono reposado que antes comentaba, incluso en medio del frenesí lógico de la investigación criminal hay espacio para la descripción detallada, para el retrato de personajes y sentimientos. 

Volviendo a la trama que nos ocupa, tras perseguir sin gran éxito a un asesino bastante peculiar que reproduce en sus crímenes escenas de novelas de género policíaco con extremada precisión, sin ahorrar ningún detalle de las escabrosas descripciones plasmadas en los libros, el comandante Verhoeven entablará una relación directa con el criminal que le irá informando detalladamente de su proceso "creativo". Sin embargo todo dará un giro inesperado cuando nos demos cuenta de que nos encontramos en una novela dentro de otra novela; descubriremos con asombro que lo que estamos leyendo no es sino la "obra maestra" creada por el propio asesino, la sublimación de la novela negra, una narración en la que el asesino va plasmando por escrito sus macabros crímenes así como el trabajo de los mismos policías que le persiguen para atraparlo, convirtiéndolos de tal modo en personajes de esta novela suya, con lo cual será preciso distinguir entre la realidad y lo que nos ha estado contando el asesino a través de sus escritos. 

El lenguaje del libro es depurado, abundante en frases cortas y efectivas, pero que logra transmitir el ambiente y las sensaciones de los policías que persiguen a un criminal en un caso que me ha evocado por momentos al asesino de la novela "Crímenes exquisitos". Si bien en aquel caso lo que se reproducía con los cadáveres eran cuadros famosos y en este otro son escenas de novelas, en ambos relatos nos encontramos con asesinos obsesionados por recrear obras de arte a través de sus crímenes y convertirse de ese modo ellos mismos en "artistas" por llamarlos de algún modo. No puedo determinar si esta coincidencia argumental entre las dos novelas es fruto del azar o si se ha debido a una inspiración de una sobre otra. El caso es que la coincidencia existe. En cualquier caso, no puedo dejar de recomendar la lectura de "Irène" como una novela muy bien estructurada, muy bien contada y que provoca gran inquietud en el lector, cosa que, al fin y al cabo, es uno de los objetivos que se persiguen con este tipo de novelas, ¿o no?

7 comentarios:

  1. El título original parece eludir más a algo relacionado con "trabajo delicado" que con "Irene", la verdad. Tienes razón con que no parece un acierto la traducción del título, o el "retitulado". Parece que no voy a poder seguir eludiendo mucho más a este autor...

    Un abrazo

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    1. Pues te diré que, siendo buena esta novela, con un argumento cuya complejidad se aprecia al final de la lectura, no puedes perderte "Vestido de novia", una de las lecturas más impactantes con las que me he encontrado últimamente. Y ya me contarás.
      Saludos.

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  2. Hace poco he leído "Vestido de novia" y ha sido una buena experiencia. Así que tengo ganas de seguir leyendo a este autor.
    ¿El de "Irene" es el primero de una serie? ¿Y cuáles son los siguientes?
    UN abrazo

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    1. "Irène" es el primero de una serie, sí. Le sigue "Alex" y termina con "Camille" que no sé si ha salido todavía en España. Y me temo que es de las trilogías que hay que leer en su orden correcto.
      Saludos.

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  3. Me la he comprado y espero leerla este veranito. Me encanta saber que tú también la has disfrutado.

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