viernes, 5 de septiembre de 2014

Diario de una dama de provincias

A pesar de que siempre he mantenido que no era aficionada al género humorístico, he descubierto que sí que siento cierta debilidad al menos por una variante de dicho género: el humor inglés. Ese estilo sutil, discreto, ajeno al chiste fácil y centrado en la leve aunque acerada ironía y en sacar a la luz las debilidades humanas que se ocultan tras la corrección y la extrema urbanidad, las absurdas costumbres arraigadas fundamentalmente entre la burguesía media y las estrictas diferencias de clase social que permanecen grabadas en el ADN de los ciudadanos británicos. De todo esto hay algo en "Diario de una dama de provincias", la divertida novela de E,M. Delafield, y es que los ingleses son muy dados a eso: a convertir cualquier novela de corte costumbrista en una nada sutil crítica a su propio modo de vida, a su cultura y a su organización social.

Nos encontramos ante el diario de una dama de provincias, como el título bien indica, casada con el administrador de la representante de la nobleza local, madre de dos hijos de corta edad y presente, por obligación, en todos los actos sociales que en la zona se organizan. Vemos a nuestra protagonista realizar auténticos malabares para organizar las tareas del hogar gestionando la bastante mermada economía familiar al tiempo que trata de no ofender al irascible personal doméstico, tan complicado de conseguir y de conservar, la encontramos tratando de cultivar bulbos sin mucho éxito, ponerse al día con las últimas tendencias de la moda que llega de Londres y mantener conversaciones lo más inteligentes e ingeniosas posibles en las más bien desabridas reuniones sociales de la comarca donde todos tratan de aparentar una falsa opulencia que los acerque, al menos a ojos de sus vecinos, a las clases verdaderamente acomodadas. Todo ello en una pequeña localidad rural del sur de Inglaterra a principios de los años 30, con sus lluvias constantes, las calefacciones insuficientes, las viviendas precisando constantes reparaciones pero el orgullo y la imagen pública siempre impecables.

A lo largo de toda la novela y sin que se produzca ningún acontecimiento demasiado extraordinario que obligue a ampliar mucho la extensión de la obra, compartimos con nuestra dama sus siempre absurdas preocupaciones sobre los temas más banales que imaginarse pueda, pero que centran y dan sentido a la vida de esas y de tantas otras damas de provincias más o menos prósperas que pasan sus días entre la organización de acontecimientos benéficos, algún picnic pasado por agua o una breve escapada al sur de Francia que le hace imaginar que ha alcanzado el estatus social de la nobleza. Un entretenimiento que resulta breve pero que se disfruta, aunque sin llegar a ansiar pasar a la siguiente entrega de la misma serie donde parece ser que nuestra dama prospera algo más. Suponemos, visto lo visto, que no va a superar su cortedad de miras por mucho que trepe en la escala social.

8 comentarios:

  1. Tienes que haber pasado un buen rato. Me lo apunto. Saludos.

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    1. La verdad es que es muy entretenida. Poco profunda pero ingeniosa muy al estilo inglés. Un buen rato, si.
      Saludos.

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  2. No puedo estar más de acuerdo contigo. El humor en los libros que me gusta, al menos hasta ahora, es el humor inglés: sutil e irónico y poco chabacano. Con profundidad o sin ella, pero al menos a mí, me gusta. Es de los libros que quiero leer, ahora que he visto que esta damas de provincia prospera :)

    Besos

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    1. Pues si ese es el humor que te gusta (como a mí) no dudes en ponerte con ella. Y encima si te sabe a poco puedes seguir con la segunda parte, qué más se puede pedir, ¿no?
      Saludos.

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  3. Tampoco soy muy aficionada al humor, pero también he descubierto que tengo debilidad por el humor inglés, así que este libro lo tengo muy bien apuntado. A ver cuándo encuentro su momento.
    Besotes!!!

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    1. La verdad es que es un encanto leer esta novela que te mantiene con una leve sonrisa en los labios a todo lo largo del relato, y con alguna que otra carcajada que se llega a escapar de vez en cuando también. Espero que la disfrutes.
      Saludos

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  4. Yo sí acabé con ganas de continuar, como ya sabes. Y ahora espero con las mismas ganas la tercera entrega.
    Saludos,

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    1. Te veo enganchada a la serie, je,je,je!!! Yo no descarto continuar con ella, aunque le daré algo más de tiempo.
      Saludos.

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