jueves, 24 de julio de 2014

El anarquista que se llamaba como yo

Últimamente me están dando más alegrías lectoras algunos escritores noveles españoles que muchos best sellers internacionales intensamente promocionados. Me ocurre esto ahora con Pablo Martín Sánchez que nos demuestra con su ópera prima de genial título, “El anarquista que se llamaba como yo”, que cualquier vida es merecedora de una novela, si esta sabe contarse. Y es que incluso el origen de este libro es tan peculiar que merece figurar, como así lo hace, en la propia novela. Todo empieza cuando el autor descubre en una búsqueda en Google que, junto con otros muchos, comparte nombre y apellidos con un anarquista de principios de siglo implicado en unos dramáticos hechos acaecidos en Vera de Bidasoa en el año 1924. Sólo con ese dato comenzará una investigación que le llevará a reconstruir la vida de su tocayo dándole forma de novela o lo que quiera que sea esta obra, una suerte de Crónica de una muerte anunciada, ya que conocemos desde las primeras páginas el destino que espera al protagonista, pero también una crónica de una época y la recreación de una vida de la que hasta ahora poco más se conocía que una foto en una vieja ficha policial.

El libro se compone de una mezcla de crónica periodística y novela histórica, redactada con un lenguaje limpio sin apenas florituras, aunque con una diferencia clara de estilo entre las dos partes que componen la novela y que van alternándose en paralelo a todo lo largo del libro: por un lado los capítulos relativos a la infancia y juventud de Pablo que se cuentan con un estilo novelado, con ciertas concesiones poéticas, mientras que los hechos relativos a sus últimos meses de vida, centrados en la misión revolucionaria en la que se embarcó y acabó con su vida, se nos narran en tiempo presente con un estilo mucho más frío e impersonal, al estilo de una crónica periodística. Incluso con frecuencia en esta parte de la novel el narrador se dirige directamente al lector para hacerle algún comentario, o proporcionarle alguna información de relevancia o hacer un paréntesis en la narración y aclarar o adelantar algún hecho que ha ocurrido o va a ocurrir, algún dato histórico o simplemente una reflexión personal sobre los hechos a los que estamos asistiendo.

Así, la novela narra la vida de Pablo desde su nacimiento en 1890, cuando la Regente María Cristina gobernaba una España sumida en la pobreza y el analfabetismo y donde el pequeño Pablo, hijo de un maestro y una joven de buena familia inicia su andadura vital desde sus primeros años en Durango y posteriormente, una vez que su padre consigue un puesto de inspector de educación, recorriendo la provincia de Salamanca visitando escuelas. En uno de esos viajes conocerá a Roberto “Robinsón” que se convertirá en su mejor amigo hasta el final y a Ángela, el que será el amor de su vida, de esa vida que ya sabemos que no va a ser muy larga, pero sí muy intensa y movida y que le llevará a girar por el mundo con las más variadas ocupaciones: lo encontramos en Barcelona durante la Semana Trágica persiguiendo el amor, en Madrid donde planea atentar contra el rey Alfonso XIII, incluso de camarero en un trasatlántico que lo llevará hasta América, frecuentando los ambientes anarquistas en Buenos Aires y de vuelta a París como reportero en plena Guerra Mundial; posteriormente regresa a España de donde vuelve a huir a Francia escapando de la recién establecida dictadura de Primo de Rivera. Veremos cómo sus convicciones y sus experiencias le acercan a las ideas anarquistas, al pacifismo y a los círculos sindicalistas, sin ser un activista radical ni un cabecilla de nada, trata de vivir de acuerdo con sus ideas y ello le llevará a pasar por las más variadas experiencias que lo dirigirán irremisiblemente hasta su dramático final.

El relato novelado de la vida de Pablo Martín va alternándose con la narración de sus últimos meses de vida, estoy ya basados en documentación real, crónicas periodísticas y demás documentos históricos. Establecido en París, Pablo se relaciona inevitablemente con los españoles allí exiliados y frecuenta los ambientes anarquistas, sindicales y en general todos aquellos contrarios al régimen dictatorial impuesto en España, donde se urden numerosos planes para combatir el Directorio de Primo de Rivera, acabar con la monarquía y extender la revolución por todo el país. Pablo se verá involucrado, casi sin proponérselo, en una misión casi suicida protagonizada por un reducido grupo de revolucionarios que sólo cuentan con su enorme entusiasmo, informaciones inciertas sobre el apoyo que iban a recibir al llegar a España y algunas armas viejas con las que planean cruzar la frontera y entrar al país donde, según les cuentan, les espera la población descontenta que pronto se pondrá de su lado y les ayudarán acabar con el tirano, liberar al país y establecer una república libertaria. Este amago de revolución llamada claramente al fracaso desde el principio llevará a nuestro protagonista hasta la cárcel de Pamplona, donde aguardará el resultado de los juicios que deben aclarar su implicación en los hechos. Y es que, como se repetirá a lo largo del libro:
“la revolución se puede hacer sin héroes pero no sin mártires“
El esquema de la novela es completamente circular, ya que una de sus partes acaba en el momento en que comenzó la otra, proporcionándonos así una visión completa los hechos de la vida del protagonista; conoceremos sus orígenes, su infancia y adolescencia y asistimos a su final, anunciado desde la primera página. Pero el autor, no sé si como última broma genial o siguiendo realmente un fleco en su investigación, nos deja al concluir la novela un hilo suelto por el cual podríamos conjeturar a un final diferente para esta vida tan intensa. Pero ya me quedo con la duda de saber si es un truco de novelista o si existe realmente ese posible final alternativo que se nos queda ahí planteado.

En cualquier caso, como casi siempre me ocurre con las novelas enmarcadas en periodos históricos interesantes (¿y cuál no lo es? habría que preguntarse) este libro conlleva un plus de valor, ya que al interés por el relato de los avatares personales del protagonista se le añade el trasfondo de la época histórica en que estos transcurren, a los hechos políticos, el ambiente cultural y social de los tiempos en los que se enmarca el relato y que me atraen tanto o más que el argumento central de la novela. Y eso ocurre en este caso, en que el entorno histórico está muy bien dibujado, si bien es cierto que la visión de los hechos están contemplados básicamente desde el punto de vista de los grupos contrarios al régimen político instalado en España, pero así y todo sus posturas, sus actividades y sus protagonistas históricos quedan muy bien retratados, tanto los que aparecen directamente en el relato como aquellos datos que se nos dan en aquellos fragmentos en los que el autor, al hilo del relato principal y dirigiéndose directamente al lector, nos va dando una serie de apuntes con datos históricos y hechos que ilustran y complementan el escenario de la ficción. Un recurso que acerca esta obra al estilo de la estupenda “Soldados de Salamina” de Javier Cercas, donde la ficción y la realidad conviven, aparentemente cada una por su lado, pero que, en definitiva, completan una realidad en la cual no acabamos de saber cuál es más cierta, si la de los hechos conocidos y publicados o los creados por el autor al hilo de aquellos. Y es que este es uno de los casos que prueban que en aquella intrahistoria que definió Unamuno, la de las vidas particulares y anónimas, está muy a menudo escrita la verdadera Historia del mundo.

4 comentarios:

  1. Muy buena reseña. Y un libro que no conocía. Y me dejas con muchas ganas de leerlo. Apuntadísimo.
    Besotes!!!

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    1. Un libro original por su estructura e interesante por su argumento. Recomendable sin duda.
      Saludos.

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  2. Había visto el libro por ahí, no sabía el origen del mismo, curioso. La parte histórica parece interesante, y lo que comentas de la estructura circular me parece original, así que voy a echarle un vistazo.

    Besos!

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    1. Espero que te guste. A mi me ha parecido interesante.
      Saludos.

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