Cuando una novela comienza con un capítulo tan impactante y atractivo como lo hace “El último pasajero” del polifacético (además de abogado, presentador y guionista) autor gallego Manel Loureiro, con un ambiente cargado de tensión y miedo a lo desconocido, ya te engancha sin remedio y te predispone a continuar con su lectura ansiando descubrir qué se oculta tras los extraños sucesos como los que se nos presentan ante los ojos. Y esta novela es, verdaderamente, de las que enganchan hasta el final.
Nos encontramos en el año 1939 cuando los tripulantes de un carbonero que navega por mitad del Atlántico se cruzan con un enorme barco “fantasma” aparentemente abandonado y completamente vacío, envuelto además en una atmósfera extrañamente gélida en medio de una espesísima niebla donde no se escucha ni un sonido, ni tan siquiera el golpeteo del agua contra el enorme casco. Todo es quietud y ausencia de vida. Dentro del inmenso crucero alemán, de nombre Valkirie y decorado de esvásticas en todas sus versiones, no encuentran absolutamente a nadie. La cena está recién servida sobre las mesas del comedor, los botes de salvamento permanecen amarrados y ningún rastro de vida acompaña a todo eso. Solamente un bebé con una cruz judía al cuello como único indicativo y envuelto en una manta aparece en mitad de la sala de baile. Los marineros del carbonero lo sacan apresuradamente del barco y lo remolcan hasta el puerto más cercano, al que llegan cuando ya se ha declarado la que será la segunda Guerra Mundial.
Setenta años más tarde, ese niño, convertido ahora en un excéntrico millonario de nombre Isaac Feldman, dueño de lucrativos negocios a nivel mundial, ha rescatado aquel barco del depósito militar donde ha pasado las últimas décadas, lo ha restaurado y devuelto su esplendor original y reúne en él a un variopinto grupo de científicos y expertos para recrear el viaje inaugural (y único) del viejo Valkirie para tratar de descubrir qué fue lo que ocurrió entonces, a dónde fue a parar la tripulación y los pasajeros de aquel inmenso barco y porqué sólo él sobrevivió. La protagonista de la novela es Kate Kilroy, de soltera Catalina Soto, una joven periodista española que es enviada por el periódico londinense en el que trabaja a cubrir la noticia, en base a la cual espera escribir un reportaje de investigación, para lo cual consigue ser invitada por el señor Feldman a tomar parte en el crucero. Este trabajo le servirá también a Kate como distracción para mitigar el dolor por la reciente muerte de su marido en un accidente y tratar así de recuperar su vida anterior, enfrascándose de lleno en su actividad laboral.
La novela reúne muchos elementos atractivos del género de intriga o misterio, todo bien combinado para dar lugar a una novela muy emocionante que cuenta con su buena dosis de suspense, bastante acción y fenómenos inexplicables, rayando con el género de terror. La narración es muy visual, en seguida te introduce en las escenas y recrea vivamente los escenarios. Las diversas historias que se cuentan sobre varios casos de barcos fantasmas aparecidos a lo largo de la Historia son fascinantes, al margen de que se puedan o no creer, que se tomen más o menos en serio, no dejan de ser uno de esos misterios sin resolver que pueblan las leyendas desde la Antigüedad y que despiertan la curiosidad en cualquiera que las escuche, junto con la posibilidad de viajar en el tiempo, uno de los más atractivos tópicos de la ciencia ficción. En esta ocasión, el pasado al que nos transporta la historia es a la Alemania nazi, en su versión más esotérica, con su fuerte simbolismo y su carga de leyenda de alcanzar una sociedad perfecta sometida al líder todopoderoso, vamos, terror en estado puro. Este libro combina estupendamente la ambientación en el tiempo actual con todos los elementos de modernidad, tecnología y realismo con los elementos arcanos e irracionales, mantiene el equilibrio entre los razonamientos científicos y las hipótesis más esotéricas, nos permite asomarnos a las posibilidades de lo desconocido con los pies en la realidad más lógica.
El ritmo del relato es ágil y la transición entre capítulos te arrastra de uno a otro sin pausa. Bien es cierto que a partir de un determinado momento la alternancia del presente con el pasado se hace un tanto confusa, la realidad se entremezcla con lo imaginado igual que les ocurre a los personajes, dudando en ocasiones sobre si lo que vemos es real o imaginado. También indicaría que algunas escenas de violencia o sexo son más explícitas de lo que mi gusto suele apreciar, pero creo que una vez enfrascados en el ambiente de la historia, asumiendo que no estamos ante una novela realista sino ante una mezcla de suspense, fantasía y acción desatada, se puede aceptar la irrealidad con la que nos enfrentamos y asumir todos los trucos que nos plantea el autor. Dicho esto, no resulta difícil sumergirse en el inquietante misterio, deslizarse hacia la niebla insondable que sabemos que oculta secretos que nos sorprenderán y dejarnos llevar por un rato hacia el lado más tenebroso de la realidad. Puro entretenimiento en definitiva.
La tengo pendiente desde hace tiempo, a ver si la doy salida este verano,
ResponderEliminarbesucus
Es entretenida y emocionante. Espero que la disfrutes.
EliminarSaludos.
Entretenida sin más. En mi caso creo que iba con muchas expectativas y me decepcionó un poco.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo desconocía el argumento e incluso el género de la novela, más allá de que se trataba de un barco perdido, por lo que me sorprendió la acción y el misterio. Entretenida, sí.
EliminarSaludos.
Cuando apareció esta novela tuve ganas de leerla pero la verdad es que como no la tengo y ya ha pasado el tiempo pues no me llama demasiado la atención. Me alegro que la hayas disfrutado.
ResponderEliminarBueno Eva, lo mismo te cruzas con ella en algún momento. Nunca se sabe.
EliminarSaludos.
Me has dejado con ganas de leerla!! A ver si puedo hacerme con ella este verano :-)
ResponderEliminarPues a ver si fuera posible y ya nos cuentas.
EliminarSaludos.
Me encanta el autor!!
ResponderEliminarEste lo tengo ya por casa!
Besotes
Pues yo no he leído nada más de él. Igual en algún momento vuelvo a ponerme con algo suyo.
EliminarSaludos.