miércoles, 22 de enero de 2014

Canadá

Vamos a ver cómo hago esto. Se supone que me encuentro aquí, ante una página en blanco de mi blog, dispuesta a hacer una crítica de una novela que aparece en la práctica totalidad de las listas de mejores libros del año 2013, de los más recomendados, y no solamente a nivel nacional, razón misma por la que me dispuse a leerla en cuanto cayó en mis manos. Y resulta que, a pesar de ello, lo primero que puedo decir de este libro de Richard Ford, de título Canadá, así, a grandes rasgos, es que no me ha gustado demasiado, que me he aburrido en ocasiones, que lo he encontrado reiterativo y lento y que estaba deseando terminarlo. ¿Con qué cara vengo yo a llevarles la contraria a todos los grandes críticos literarios de este país y de parte del extranjero? Pues no me queda otra que hacerlo así, sin paños calientes. Y me da rabia, porque esperaba bastante de esta novela, entre otras razones, aparte de las excelentes críticas, porque aún recuerdo vagamente lo mucho que me gustó la única novela que, hasta el momento, había leído de este (muy afamado) autor norteamericano: El día de la independencia. Pero ninguno de estos antecedentes positivos han logrado que pueda decir que la lectura haya estado a la altura de mis expectativas.

El problema con el libro comienza en las primeras páginas. Desde el principio el propio narrador, Dell Parson, un adolescente con sueños e ilusiones que nos apetezcan que se cumplan, porque el chico se hace de querer enseguida, nos cuenta que todo empezó cuando sus padres atracaron un banco y que luego vino lo de los asesinatos. Y tras este prometedor inicio y durante unos cuantos cientos de páginas debemos asistir a una repetitiva descripción de los peculiares miembros de la familia, de su inestable situación familiar, primero por los continuos cambios de destino del padre, militar, y después, por los siempre fracasados intentos de triunfar en los negocios. El dibujo de los personajes y de sus relaciones queda bien definido enseguida y sin embargo la primera parte del libro se hace larga y carente de acción, a la espera del anunciado atraco que se hace de rogar. Durante muchas páginas no ocurre nada, solamente tenemos a los personajes comportándose como ellos mismos, sin nada que añada interés a la acción, solo esperando que ocurra lo que nos han anunciado. Y se hace larga esa espera.

Una vez comienza la segunda parte de la novela todo parece que se va animando un poco. Hay movimiento de los personajes, cambios de escenario, la vida del joven Dell da un vuelco total, pero pronto vuelve de nuevo a convertirse en una lectura lenta y sin progresión en la historia. Y eso que sabemos que es cuando viene lo de los asesinatos, pero ni así. Repetimos descripciones de paisajes y lugares que ya se nos han mostrado, aparecen nuevos personajes pero una vez presentados ya no aportan nada, son reflexiones sobre lo ya reflexionado. Así y todo, algo avanza la trama. Sólo la tercera parte del libro me ha resultado más entretenida, no sé si porque ya vislumbraba el fin o porque realmente cobra algo de viveza la narración. Lo cierto es que la historia, al menos, tiene un colofón donde las cosas se mueven y se colocan en su lugar definitivo y hasta nos queda la satisfacción de dejar a nuestro protagonista bien situado en la vida, a pesar de todo.

No suelo ser lectora que me amedrente ante novelas de introspección o en las que la acción queda en segundo plano frente a las descripciones, la prevalencia de los sentimientos o la profundización en la vida interior de los personajes; en ningún caso preciso asistir a una acción trepidante para que un libro me atraiga, con frecuencia me he regodeado ante una narración lenta y puntillosa, pero en este caso concreto diría que la historia se podría haber contado en la mitad de páginas. La indiscutible habilidad descriptiva del autor hace que en unas breves pinceladas te introduzcas en la ambientación, la personalidad de los protagonistas, sus relaciones personales, su forma de pensar y sentir, por lo que me ha resultado reiterativo en exceso. En ocasiones sentía deseos de poder gritarle al autor: "¡¡Todo eso que me vuelves a contar ya lo sé, ya conozco a esta familia como si fuera la mía. Haz el favor de ponerlos a hacer algo de una vez, mándalos ya a robar el dichoso banco y acabemos con esto!!"

Insisto en que cualquiera que lea esta reseña puede perfectamente echarse las manos a la cabeza y decir que no he entendido nada, que he dejado pasar una magnífica obra literaria, y supongo que tendrá toda la razón, pero cuando una novela no te llega, no te llega. ¿Qué le vamos a hacer? Así es como funciona esto de los libros.


13 comentarios:

  1. Jejeje, me he reído muchísimo con lo que le habrías dicho al autor, a mí me ha pasado muchas veces. Pues qué quieres que te diga, tenía este libro en el punto de mira por las críticas, por la editorial que lo publica... pero me has hecho dudar bastante, que sea tan repetitivo y que no pase nada durante tantas páginas... Por el momento me has convencido. Un beso.

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    1. Espero que por mi culpa no os vayáis a perder una obra maestra, eh? que así la ponen en muchas críticas. Yo cuento lo que a mí me ha transmitido. Espero que no tenga nadie que culparme en el futuro de haberle privado del privilegio de leer el mejor libro de su vida... Qué responsabilidad!
      Saludos.

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  2. Pues me parece que, por ahora, lo voy a descartar, sobre todo porque eso de que sea tan repetitivo me aburre un poquito.
    Besotes!!!

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    1. En cualquier caso, si algún día os decidís a leerlo alguna y os encanta, por favor, hacédmelo saber, que lo mismo es cosa mía y a vosotras os encanta.
      Saludos.

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  3. Me has recordado cuando me enfrenté a escribir mi opinión sobre "Libertad". Y es que a veces es tan sencillo como que un libro te llegue o no.
    Un abrazo

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    1. Libertad es otro que tengo pendiente. Es cierto, en ocasiones depende del humor con el que te enfrentas al libro, de la concentración que tengas o simplemente, que no salta la chispa. Es algo así como el amor a primera vista, si no se da, no se da.
      Saludos.

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  4. a mi me pasa mucho, lo de ir a contracorriente en gustos literarios... que escriban mejor, que le vamos a hacer jeje

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    1. Ja,ja!!! Tampoco diría yo que Richard Ford no escriba bien, Dios me libre de ser tan atrevida! Simplemente en este caso no hemos conectado. Dejémoslo así.
      Saludos.

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  5. Yo no la descarto, pese a que no te ha gustado, porque es de esas novelas que cuando se te mete entre ceja y ceja, sabes que la vas a leer digan lo que digan (los demás). Tampoco pasa nada porque habiendo tenido tan buenas críticas, tú no estés de acuerdo (además, lo argumentas bien), son cosas que pasan con los libros, no siempre nos llegan igual y si un libro se te atraviesa, por muy bien valorado que esté, pues eso, que se te atraviesa.

    La lástima es que no lo has disfrutado.. Cuando lo lea espero volver por aquí para cotejar impresiones.

    Besos

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    1. Espero tus comentarios, entonces. De verdad que deseo sinceramente que la disfrutes más de lo que yo lo he hecho. Ya me cuentas.
      Saludos.

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  6. Pensaba que yo era la unica excepción pero veo que tu piensas como yo...aun estoy leyendolo y he estado googleando sobre este libro porque me sorprendía que a nadie mas le pareciera tan lento! Pero veo que no soy la única jajaja. El caso es que a pesar de lento, me está gustante lo bastante para no dejarlo...que yo normalmente soy drastica, si no me gusta un libro lo dejo. Que mi tiempo es oro! Un saludo y enhorabuena por el blog.

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  7. estoy comenzando a leer Canada y como me parece un peñazo,busquè algun comentario y.mira por donde encuentro a Inmaculada,y me da por el palo!cuanto me alegra no ser la unica,que va contra corriente! gracias

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    1. Ja,ja,ja!!!! Me alegra haberte consolado de no estar sola contra este libro tan renombrado. Es que los gustos lectores es lo que tienen, si algo no te gusta no hay premio literario de que te convenza de lo contrario. Buenas lecturas!
      Saludos.

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