Siempre digo que me encantan los libros que me permiten conocer cosas nuevas, disfrutar de lugares lejanos, descubrir episodios interesantes de la Historia, y esas son sólo algunas de las cosas que me ha proporcionado la lectura de esta novela de Javier Sierra. Con el joven protagonista de "El maestro del Prado" recorremos nuestro principal museo con una nueva mirada, ya no estamos solamente ante una colosal colección de obras de arte, sino ante una especie de enciclopedia visual donde se ocultan las claves que explican numerosos misterios relativos a una multitud de temas que incluyen la interpretación de los Evangelios, los secretos de la vida desconocida de Jesús y su familia, a aquella parte de la Historia Sagrada que se ha quedado atrás en el tiempo y cuya revelación no ha sido permitida más que a unos pocos que han sabido interpretar los rastros dejados en ciertos escritos y, por supuesto, en numerosas obras pictóricas que funcionan como misteriosas puertas de acceso a secretos inexpugnables. Y además del museo, el autor nos pasea por otros escenarios fabulosos como la biblioteca del Monasterio del Escorial además de por épocas históricas apasionantes como la Europa del Renacimiento, la España de Carlos V o Felipe II, donde tratamos de comprender la mentalidad del momento y lo que inspiraba a los artistas de la época.
El argumento de la novela se nos presenta como una experiencia real del propio autor, que no es necesario creer que sea cierta pero que, sin duda, funciona como técnica para acercarnos la historia de una forma más personal, realmente nos convencemos de que lo que nos cuenta es algo que en verdad le ocurrió. De este modo el autor nos cuenta en primera persona su encuentro casual en el madrileño museo de El Prado, en su época de estudiante universitario, con un misterioso individuo, el doctor Fovel, erudito del arte y otras disciplinas, que le embarcará en una emocionante aventura en torno a los secretos ocultos en diversas obras de arte de dicho museo y que le abrirá al joven estudiante de Periodismo los ojos a todo un mundo de mensajes esotéricos llenos de significados ocultos en el que irá profundizando a lo largo de varios encuentros que se suceden entre los dos personajes, siempre en el interior de la pinacoteca y frente a sus más impresionantes obras. Toda la acción se enmarca en el espacio temporal de los apasionantes años 90 en Madrid, en el entorno universitario, con los conflictos internacionales en plena ebullición, donde el aspirante a periodista se debate entre el interés por seguir los hechos de la más rabiosa actualidad internacional y el deseo de zambullirse en los secretos más arcanos que ocultan las grandes obras de arte del Renacimiento. Da Vinci, Rafael, Boticelli, Tizziano, los grandes maestros pasean ante nuestros ojos y nos dejan ver sus significados más ocultos gracias a la guía del doctor Fovel.
Y es que este libro me ha conquistado sin necesidad de entrar a creer en la parte más esotérica de lo que nos desvela la novela a la que podemos considerar como una nueva revisitación de tantos misterios que ya son "clásicos" en este tipo de literatura y que hemos encontrado repetidos hasta la extenuación en numerosas novelas anteriores que tratan de profundizar en los (supuestos) significados ocultos de los Evangelios, en la existencia de los cátaros, la conservación del santo cáliz, las sectas milenaristas... y es que junto con esta faceta de la novela, su lectura me ha proporcionado el placer de disfrutar en otro plano diferente como es el que se refiere a la oportunidad de poder acercarme a grandes obras maestras de la pintura cuyas ilustraciones (acertadísima idea) acompañan el texto; me ha permitido reflexionar sobre los cuadros, de ver detalles antes invisibles para mí por desconocimiento. Y aún sin caer rendida ante las supuestas verdades que se esconden tras los elementos esotéricos, igualmente he gozado de ese paseo por el Arte con mayúsculas. Igualmente me ha quedado claro que no es posible hoy día llegar al fondo de la verdadera intención que guiaba a aquellos pintores de hace cientos de años antes pintaron aquellas maravillas, no sabemos si sólo con intención de ensalzar a Dios o si realmente pretendían exponer otras verdades ocultas o transmitir mensajes misteriosos que sólo comprenderán unos pocos iniciados en tales materias. Así y todo, entiendo que son unos temas tan cargados de secretos que seguirán apareciendo en otras novelas y continuarán despertando nuestro interés por mucho que no lleguemos nunca a conocer la verdad de muchos de ellos.
De todas las maneras acepto que todo es posible, que cada uno verá los cuadros con sus propios ojos y cada uno recibirá de ellos un mensaje diferente porque es innegable que las obras analizadas en esta novela resultan mágicas más allá de su mera ejecución formal y que son algo más que lienzo y pigmentos. Probablemente oculten toda una serie de claves en cuya interpretación intervienen miles de años de cultura, religión, filosofía y nos acercan a asuntos tan fascinantes como la presencia de los ángeles entre nosotros o las innumerables profecías que, durante siglos, la sociedad occidental se ha esforzado por interpretar y situar en función de hechos históricos reales…. Agradezco a Javier Sierra que nos proporcione en esta novela tanto materia sobre el que reflexionar en torno a tan variados temas, sin dejar de entretenernos magistralmente con su fresca y ágil escritura, que no pierde el ritmo en ningún momento.
De Javier Sierra solo he leído El ángel perdido y no me gustó, así que por ahora no creo que vuelva a leer nada del autor. Muchos besos.
ResponderEliminarEste libro me tienta mucho, quizás por tratar un tema que me gusta como es el arte. Y por lo que cuentas, parece tener muy buena pinta, así que tendré que adelantarle puestos en la pila de pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ando con dudas respecto a este libro, he visto comentarios de todo tipo. Y tengo la sensación de que tendré que leerlo con "San Google" al lado. Sé que más tarde o más temprano caerá y tu reseña lo acerca al "más temprano". Gracias y un saludo.
ResponderEliminarhe leído otros libros de él y me han gustado, así que lo apunto pues como dices, ya el solo pasear por el arte es una gozada. Como dices, hace pensar ;)
ResponderEliminarun abrazo,
Ale.
Si no recuerdo mal esta es la primera reseña que leo de esta novela y la verdad que has conseguido picarme la curiosidad. Me recuerda bastante a "El código Da Vinci" y como lo disfruté tanto, seguro que con éste también lo haré.
ResponderEliminarBesos!
Hola!
ResponderEliminarHe oído mucho hablar de este libro y la verdad, me atrae. No sé si lo leeré porque temo que sea muy comercial, pero si al final lo hago volveré a tu reseña.
Gracias y un beso!