miércoles, 2 de mayo de 2012

La Brecha

Quiere la suerte y la casualidad que sea hoy, día dos de mayo en que se conmemora el levantamiento del pueblo de Madrid frente al ejército invasor francés, allá por 1808, cuando publique esta entrada sobre el último libro que he leído. Así que ni planeándolo me sale tan redonda la cosa, ya que la trama del libro que traigo hoy en mi comentario, “La Brecha” de Toti Martínez de Lezea, se centra precisamente en esta época histórica, más concretamente en la situación de la ciudad de San Sebastián durante la ocupación francesa por parte del ejército napoleónico y la liberación de la misma que tuvo lugar en el año 1813 a manos de las tropas inglesas y portuguesas en apoyo del rey Fernando.

La protagonista central de la novela es Maritxu Altuna, una joven y decidida viuda que regenta un encantador local, “La Casa del Chocolate”, en el centro de la ciudad, lugar de reunión de los miembros más destacados de la sociedad local del momento y a través de esta protagonista asistiremos a los complicados tiempos que vivió la ciudad y los habitantes que decidieron quedarse al frente de sus negocios y no abandonaron la ciudad a pesar de la amenaza que suponía el previsible enfrentamiento.

Habría que destacar la complejidad que suponen las interpretaciones de las distintas posturas políticas en torno a la invasión napoleónica y la imposición de un nuevo rey en sustitución del absolutista Fernando VII, que resultan bastante complejas de resumir. Había liberales que apoyaban la invasión francesa por lo que significaba de fin de la monarquía absoluta, igual que otros la rechazaban por el mero hecho de suponer una intrusión extranjera en los asuntos internos. Lógicamente, había ciudadanos a los que los privilegios de clase les favorecían, pero que no por ello veían mal la extensión de derechos y libertades que preconizaba la Revolución, por lo que ello tenía de beneficioso para la sociedad en general y para el comercio en particular. Igualmente, existían liberales que rechazaban las ideas de la Revolución por su marcado acento anticlerical. En esta novela, a pesar de no ser una obra excesivamente extensa y de resultar bastante ágil de leer, se presentan bastante bien estas y otras contradicciones ideológicas, las distintas posiciones de uno y otro bando, fundamentalmente a través de las conversaciones que se desarrollan en torno a un chocolate y unos bollos en el local de la señora Maritxu donde se manifiestan los distintos puntos de vista por boca de los variados personajes que allí se dan cita.

Y me cuestiono, a raíz de la lectura de esta novela, mi parcial conocimiento de nuestra historia, pues si bien es cierto que todos estamos más o menos informados sobre los hechos del citado dos de mayo madrileño o de la Constitución de Cádiz de la cual acabamos de celebrar el segundo centenario, me planteo que la invasión francesa y la llamada Guerra de la Independencia ocupó una serie de años a todo lo largo del territorio nacional, por lo que desconocemos otras muchas circunstancias ocurridas en tantas otras ciudades y cómo se vivieron aquellos hechos en tantos otros lugares de los que en general no tenemos conocimiento. Una vez más, Toti Martínez de Lezea nos acerca a los hechos históricos con sencillez y profundidad; a través del relato de unos casos particulares nos hace ver el panorama general de la situación y aumenta nuestro conocimiento de la Historia de nuestro país. Es por esto que sigue estando entre mis autoras favoritas en lo que a novela histórica se refiere.

El libro plantea una reflexión profunda en torno a la utilidad de las guerras, al sentido que tiene el plantearlas y participar en ellas y el papel que a lo largo de la Historia ha tenido la población civil en los enfrentamientos bélicos, que no es otro que el de víctima.
–¿Por qué hay guerras? –había preguntado a su padre siendo niña.
–A veces, hija, es preciso que haya guerras para que las cosas cambien –le explicó él.
–¿Qué cosas?
–La explotación de los seres humanos, el abuso de los poderosos, la miseria, la esclavitud...
–¿Y cambian?
–¿Qué?
–Las cosas.
El padre no respondió a la última pregunta.

9 comentarios:

  1. Buenísima reseña. Tengo este libro entre mis pendientes así que me parece que voy a ir adelantándole puestos. Y el fragmento que has puesto me ha gustado mucho. Buena pregunta...
    Besotes!!!

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  2. Todavía no he leído nada de esta autora y dado que el género histórico es de mis favoritos, tengo que ponerle remedio, tu reseña me ha dejado con muchas ganas de leerlo
    besos

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  3. No he leído nada de esta autora y no es por falta de ganas, que he visto reseñas muy positivas que me han animado mucho a leer alguna novela suya... Espero que este sea el año que me estrene con ella. Besos!

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  4. Todavía no me he iniciado con esta autora y mira que me gusta el género histórico. Estupenda reseña, incita a leer el libro. Bss.

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  5. Yo también tardé en conocer la obra de Toti Martínez de Lezea, pero os diré que es muy abundante, tiene varias decenas de novelas, además de variada en temática y súper entretenida, así que ya es momento de que la conozcáis. Merece la pena.

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  6. Que buena pinta tiene el libro y la portada.
    No me sonaba de nada, pero voy a tener que buscarlo para darle una oportunidad, pinta muy bien
    Besos

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  7. Es el único libro que he leído de esta autora, y no sé por qué no he repetido con ella, porque me gustó bastante. La tenía un poco olvidada así que voy a buscar algún otro libro suyo. Un beso

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  8. Es uno de mis preferidos, entre otras cosas porque está situado en mi ciudad.
    Besos

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  9. Pues podrías apuntarte, jeje, al sorteo y lectura conjunta de La guerra del francés en mi blog. Podrías conocer un poco más al menos cómo vivió la invasión francesa la ciudad de Tarragona... Es un estupendo libro!
    Besines,

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