sábado, 31 de marzo de 2012

Todo cuanto amé

Siendo como soy una seguidora confesa de Paul Auster, no podía tardar ya mucho en caer en mis manos alguna novela de su mujer, Siri Hustvedt, a la que no seré yo quien le niegue en ningún caso el hecho de ser una autora absolutamente valiosa por sí misma y su obra propia, pero habrá que reconocer que el cargar con la etiqueta de “mujer de” le concede un indiscutible valor añadido, al menos a priori, si bien eso no tenga necesariamente que significar sea Auster el que enriquezca exclusivamente la obra de su esposa por el mero hecho de estar a su lado y respirar el mismo aire, sino que seguramente exista una corriente de influencias, inspiración y enriquecimiento mutuo que discurre en ambos sentidos.

Y lo cierto es que el ambiente, el entorno en el que trascurre “Todo cuanto amé” no nos es extraño a los lectores habituales de Auster: todo (o casi todo) ocurre en Nueva York en torno a unos personajes que pertenecen mayoritariamente al mundo universitario, de la cultura y el arte. La historia se centra en dos amigos, en dos familias: la de Leo Hertzberg, profesor universitario de Historia del Arte y la de Bill Wechsler, pintor de éxito creciente. Ambos se conocen a raíz de la compra de un cuadro y a partir de ahí su amistad se desarrollará a lo largo de varias décadas en las que compartirán buenos y malos momentos, crisis matrimoniales, el nacimiento de sus hijos, una vida entera de vivencias de todo tipo. Al arrancar el libro Leo rememora estos años y los hechos más destacados y que más les marcaron a todos los que los vivieron.

Uno de los pilares sobre los que descansa el libro es acercamiento al mundo del arte: las reflexiones sobre la obra de arte en sí y todo lo que supone su comercialización. Con mucha frecuencia el relato se adentra en el proceso de creación artística, abundan los pasajes en que se describen obras, tanto pictóricas como de ensayo, poemas o instalaciones que nos aproximan al proceso creativo y al análisis de la obra terminada. Se aprecia el profundo conocimiento de la autora de las tendencias y figuras más destacadas del arte y la cultura norteamericanas de los últimos decenios a través de las abundantes referencias que jalonan el texto. Al hilo de este mundo, también se nos presenta la transformación que entre los 70s y los 80s sufrieron los barrios del centro de Nueva York, el surgimiento del SoHo, la revalorización de los antiguos almacenes convertidos en lofts, frecuentamos las zonas donde conviven artistas y jóvenes adinerados, críticos y aspirantes a estrellas, viejos fracasados y jóvenes sin aspiraciones de futuro.

Pero la historia que se cuenta es, fundamentalmente, la vida de unas personas, los temas básicos sobre los que se estructura el argumento de la novela son la amistad y el matrimonio, la familia, el peso de los recuerdos y la herencia histórica y sentimental recibida de nuestros mayores. Se reflexiona sobre la vida y la muerte, sobre el paso del tiempo y sus efectos, sobre los recuerdos y los proyectos cumplidos o no. Y sobre todo se habla de la paternidad: el papel de los hijos en la vida de las personas, como todo cambia cuando se es padre, las expectativas que se crean ante el futuro, la imagen prediseñada que en ocasiones nos creamos sobre el adulto en que se convertirá algún día el niño de hoy y su confrontación con la realidad, la asunción como propios de los fracasos y los éxitos de los hijos.

Destacaría de la autora su exquisita sensibilidad para narrar hechos dramáticos y describir el dolor más intenso con una extrema delicadeza. Ni siquiera el hecho de que la voz del narrador sea masculina aparta a la autora de lograr ese fin. A lo largo de la novela se suceden algunos hechos trágicos que se cuentan sin caer en ningún momento en la sensiblería, sin forzar escenas conmovedoras. El relato no es apasionado sino que mantiene un tono de absoluta racionalidad: conocemos al detalle los pensamientos y sentimientos de los personajes a partir de la detallada observación de la realidad que incluye tanto lo material como lo sensorial: los comportamientos y las relaciones personales, las motivaciones de sus acciones y reacciones están plasmadas tratando de profundizar en la mente y el alma humanas. Pero todo esto no es obstáculo para que entendamos el dolor de los personajes. Se nos permite asomarnos a lo más profundo de su ser y entender así sus corazón y su sufrimiento. Una forma de contar la realidad que me ha gustado mucho y me hace anotarme a Siri Hustvedt como una autora a seguir.

9 comentarios:

  1. Inmaculada, me han hablado muy bien de esta autora, de su sensibilidad a la hora de escribir. Me anoto el título. Gracias por la reseña.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Pues tiene muy buena pinta.
    No hace mucho me lo recomendaron y estaba un poco a ciegas hasta ahora que te he leído.
    Gracias por la reseña!

    Besotes

    ResponderEliminar
  3. Jaja a mi me pasó lo mismo, soy fiel lectora de Paul Auster y me dije pues voy a leer algo de su mujer a ver si me gusta tanto,me leí el año pasado Elegía para un americano y no me defraudó en absoluto, estoy de acuerdo contigo este también tiene una atmósfera "austeriana". El libro de Todo cuantó amé lo tengo pendiente desde hace mucho pero ya sabes... al final te lias con otros primero y lo vas dejando

    ResponderEliminar
  4. No conocía este libro, pero voy a tener que ir también haciéndole hueco, que me has dejado con muchísimas ganas.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. Tiene muy buena pinta, así que me lo anoto para futuras lecturas. No he leído nada de Auster así que también tengo que ponerle remedio a eso... Besos!

    ResponderEliminar
  6. Soy fan de Auster y este libro precisamente no me lo he leído! D: Tras tu reseña, parece que me animaré a abrirle un huequito este mes ^^

    Por cierto, quería decirte que te he otorgado un premio a tu blog. Pincha mi perfil, ve a mi blog y lo verás ;)

    Espero que puedas recibirlo.

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
  7. Auster es también de mis fijos. Tendré que conocer este título. Visita obligada
    Besos

    ResponderEliminar
  8. No conocía esta novela, pero me gusta lo que nos cuentas de ella así que me la apunto.
    Gracias por el descubrimiento. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Vuelvo para decirte que tienes un premio en mi blog.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar