viernes, 16 de marzo de 2012

Apartamento 16

El de terror no es un género que suela frecuentar en mis lecturas y de hecho no recuerdo haber leído nada que pueda considerarse como tal desde los lejanos tiempos de Carrie y otros títulos de Stephen King o de La semilla del Diablo. Lo cierto es que sí que me gusta el género en el cine y, tal vez por ello, al ir leyendo este “Apartamento 16” de Adam Neville no he podido evitar ir visionando lo que daría de sí esta historia una vez llevada a la pantalla. Lo cierto es que la narración resulta muy visual, es fácil imaginar que el libro pueda acabar, si no lo ha hecho ya, teniendo su versión cinematográfica.

Pues para ponerme con el argumento comenzaré diciendo que hay dos historias que corren paralelas con dos protagonistas que no se encuentran hasta casi el final del libro, a pesar de compartir los mismos escenarios. La novela se inicia con una impactante e intrigante escena en la que encontramos a Seth, joven aspirante a pintor y portero de noche en Barrington House, un lujoso bloque de apartamentos situado en un exclusivo barrio de Londres, que entra en contacto con los misteriosos fenómenos que ocurren en el apartamento 16, deshabitado, en teoría, hace más de cincuenta años pero del que no dejan de surgir extraños ruidos y que oculta algún oscuro secreto que los más veteranos vecinos del edificio e incluso el jefe de los porteros parecen esforzarse por ignorar.

La otra protagonista es Apryl, una joven norteamericana que acaba de heredar uno de los lujosos apartamentos tras el fallecimiento de su tía abuela Lillian de la que la familia no ha tenido noticias en los últimos decenios. Apryl se instala en el apartamento y descubre que su tía pasó de un estilo de vida acomodado y lleno de glamur en compañía de su esposo, un ex militar británico, a hundirse en una especie de depresión tras la muerte del esposo, de modo que parece que durante los últimos años de su vida desarrolló un comportamiento obsesivo y no era capaz de alejarse a muchas manzanas de distancia del edificio en el que vivía, circunstancia que no parece exclusiva de Lilian sino que también le sucede a otros propietarios del inmueble.

También Seth comenzará a sentir la misma atracción irresistible después de haber husmeado en el apartamento 16. Una serie de sueños desasosegantes comienzan a ocupar su mente y a hacerle confundir sus imágenes con la realidad. El joven cree que la falta de sueño es la causa de estas alteraciones, de esta pérdida de control sobre sus actos, de que comiencen a aparecérsele horribles personajes de aspecto monstruosos procedentes de otra dimensión, terribles imágenes que le inspiran para ponerse frenéticamente a plasmar en dibujos las escenas dantescas que parecen cobrar vida ante sus ojos.

Lo cierto es que la historia protagonizada por Apryl avanza con bastante interés, según la joven va descubriendo unos diarios de su tía donde esta relata los desasosegantes fenómenos que se desarrollan en el edificio tras la muerte de un extraño artista que se instaló en él tras la guerra y que alteró la convivencia de los vecinos hasta límites insospechados. Esto le lleva a investigar sobre el pintor y descubrir su extraña obra. La parte de Seth, el portero, pasa por una fase en que el relato se vuelve muy tétrico, cuando el joven comienza a verse acosado por las visiones y por la aparición de un extraño niño que le sigue a todas partes, lo que le lleva a un estado próximo a la locura, pero pronto se recupera el ritmo y llegamos a unos capítulos finales en que no puedes soltar el libro a la espera de ver cómo se resuelve el misterio y se logra reconducir la terrible situación en que viven los habitantes del edificio.

En realidad se trata de una historia de miedo clásico, con sus situaciones tensas, la intervención de fuerzas del más allá, unas imágenes espeluznantes de un mundo infernal que amenaza con romper la débil frontera que lo separa de la realidad. Una lectura intensa y bien llevada que recomiendo a quien quiera liberar bastante adrenalina y no le tenga miedo, por supuesto, a abrir las puertas de las casas abandonadas.

8 comentarios:

  1. Hace tiempo que no leo un libro de terror y en éste ya me había fijado, por lo que cuentas tiene muy buena pinta, espero leerlo
    besos

    ResponderEliminar
  2. Me pasa un poco como a ti, el terror me fascina en el cine pero no leo mucha literatura de terror, y sin embargo tengo que decirte que las pocas incursiones que he hecho en este género han sigo del todo satisfactorias. Me voy a anotar el libro que el terror con miedo del clásico es el que me gusta. Bss.

    ResponderEliminar
  3. No es un género que frecuente mucho, pero de vez en cuando si me gusta meterme el miedo por el cuerpo. Y este libro tiene muy buena pinta, así que me lo apunto.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. Creo que de momento...este libro puede esperar. No suelo leer libros de mucho miedo...aunque hay algunas historias de fantasmas, goticas, o policiacas que sí me entretienen.
    De todas formas la ambientación del libro en Londres, cómo parece ser que cuentan la historia, etc...suena original...
    Un beso, Inma y buen día!!

    ResponderEliminar
  5. Me gusta bastante el género, ya le tenía echado el ojo a esta novela, a ver cuándo cae =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  6. necesito mandarte un mail, pero no lo encuentro por ningun sitio, me podrias mandar tu uno???
    bebyboarrobagmail.com
    mil gracias.

    ResponderEliminar
  7. Pues soy muy miedosa y lo que mencionas al final de las casas abandonadas... no gracias!
    Besos,

    ResponderEliminar
  8. No suelo leer muchas novelas de terror, pero esta tiene buena pinta. Me la apunto para cuando me apetezca algo del género.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar