Durante un viaje a Seul pasará por una experiencia que le permite disimular su propia muerte y que le hará replantearse su situación y su actitud ante la vida y cómo quiere afrontarla de ahora en adelante. Y entoces llega el COVID y el confinamiento y la posibilidad de rehacer la relación con su hijo, perdonarse de todos sus errores anteriores y recomenzar de nuevo. Éric decide compartir su experiencia catártica con todo el que lo desee, con aquellos a los que, como él, quieran enfrentarse con su propia muerte, replantearse su existencia y alcanzar así una nueva vida feliz. "Para amar la vida de un modo pleno hay que entender su otra cara: la muerte."
La historia que nos plantea la novela gira en gran medida en torno al mundo del trabajo, las relaciones laborales, la rutina cotidiana. "La vida de empresa consolida relaciones que se desintegran en cuanto se abandonan los objetivos comunes. De repente no tenemos nada que decirles a personas con las que solíamos conversar a todas horas." También nos acerca al sector del comercio exterior junto con una mirada a asuntos política nacional e internacional y sobre todo reflexiona sobre la muerte y el sentido de la vida. A pesar de los temas tan variados y delicados que trata, me ha faltado algo del pellizquito en el corazón que siempre me dan las novelas de Foenkinos; no me parece que sea su mejor novela, pero ahí y todo se deja leer con agrado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario