viernes, 21 de noviembre de 2025

La vida feliz

David Foenkinos sorprende siempre por sus planteamientos argumentales originales y su sensibilidad para retratar las emociones de sus personajes. Esto ocurre también en su última novela, "La vida feliz", protagonizada por Éric Kherson, un ejecutivo en Decathlon que ha ido ascendiendo desde su puesto de vendedor de tienda gracias a su trabajo serio y concienzudo. Pero Éric se encuentra ahora en medio de una crisis en su vida profesional tras veinte años de trabajo sin grandes emociones y sobre todo en el plano personal tras un mal divorcio. Cuando recibe una interesante oferta de trabajo por parte de Amélie Mortiers, una antigua compañera de instituto que le ha contactado a través de Facebook parece que las cosas van a cambiar. Su nueva ocupación le llevará a desarrollar su actividad en el gabinete de un alto cargo del gobierno de Macron en el ámbito del comercio exterior, lo que le llevará a viajar con frecuencia a distintos países.

Durante un viaje a Seul pasará por una experiencia que le permite disimular su propia muerte y que le hará replantearse su situación y su actitud ante la vida y cómo quiere afrontarla de ahora en adelante. Y entoces llega el COVID y el confinamiento y la posibilidad de rehacer la relación con su hijo, perdonarse de todos sus errores anteriores y recomenzar de nuevo. Éric decide compartir su experiencia catártica con todo el que lo desee, con aquellos a los que, como él, quieran enfrentarse con su propia muerte, replantearse su existencia y alcanzar así una nueva vida feliz. "Para amar la vida de un modo pleno hay que entender su otra cara: la muerte."

La historia que nos plantea la novela gira en gran medida en torno al mundo del trabajo, las relaciones laborales, la rutina cotidiana. "La vida de empresa consolida relaciones que se desintegran en cuanto se abandonan los objetivos comunes. De repente no tenemos nada que decirles a personas con las que solíamos conversar a todas horas." También nos acerca al sector del comercio exterior junto con una mirada a asuntos política nacional e internacional y sobre todo reflexiona sobre la muerte y el sentido de la vida. A pesar de los temas tan variados y delicados que trata, me ha faltado algo del pellizquito en el corazón que siempre me dan las novelas de Foenkinos; no me parece que sea su mejor novela, pero ahí y todo se deja leer con agrado.

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