Atrapada en la boca del lobo, la perspicaz detective pondrá en funcionamiento sus dotes de observación y deducción para resolver, tanto el caso que la ha llevado hasta allí, como unos asesinatos cometidos en el interior del propio manicomio. Pronto se verá sumida en una auténtica pesadilla al convertirse en verdadero el encierro que era fingido. Los métodos empleados por Alice Gould me ha recordado a una Señorita Marple más joven que aquella pero que igualmente se basta de su inteligencia y afilado olfato detectivesco para desentrañar los misterios ante ella presentados. Este es un personaje que conquistará rápidamente al lector tal y como ocurre con todos aquellos que la conocen personalmente, por su inteligencia y locuacidad, además de ser admirada por su apariencia, lo que se refleja en los comentarios que sobre su belleza y buena planta hacen de ella otros personajes de las novelas, tanto entre el personal médico como entre los pacientes que comparten espacio con ella. Pero tanta perfección no dejan de ser sospechosa, existe la sensación de que todo es una fachada, un personaje que Alice interpreta y que nos oculta otra cara no visible de su personalidad. Con el avance de la historia veremos si esto finalmente es así.
Hay que tener siempre en cuenta al leer esta novela en la actualidad, el año en el que ésta se escribió, 1979, ya que este detalle se refleja en algunos de los comportamientos de los personajes, y sobre todo en el tratamiento que se da a las enfermedades mentales, en la actitud absolutamente paternalista hacia estos pacientes o en el retrato de la protagonista como una señora burguesa de buena cuna que se encuentra encerrada en un sanatorio que más bien se parece a una casa de reposo donde alguno de sus miembros están un tanto desquiciados y donde asesinos peligrosos conviven con los deprimidos o los obsesos en buena sintonía, si bien de vez en cuando se da algún crimen o un suicidio que, dentro de lo que cabe, se consideran hechos que no terminan de sorprender en un lugar como aquel. Pero lo más sorprendente para mí ha sido el tratamiento que se da a dos "políticos" miembros de ETA que son encerrados acusados de locura y sociopatía y que actúan como auténticos locos homicidas, moviéndose a sus anchas entre el resto de pacientes del sanatorio.
Dejando al margen estos elementos un tanto discordantes por anacrónicos, la novela cuenta con muchos elementos positivos en el tratamiento del suspense, en la variada galería de personajes, en la manera de jugar con el lector que es engañado tal y como lo son los propios doctores por la astuta protagonista y por la interesante resolución del misterio que se plantea basada fundamentalmente en factores psicológicos, manteniendo la tensión narrativa hasta el mismísimo final. Ahora sólo nos falta disfrutar también de la versión cinematográfica y comprobar si esta ha conservado algo del espíritu de la novela en la que se ha inspirado.
Holaa!!
ResponderEliminarBuena reseña, pero pasare el libro, no es muy mi estilo, muchas gracias..
Un besote!!
La verdad es que si has pasado sin él los últimos cuarenta años, tampoco es obligatorio que lo leas ahora porque haya vuelto a la actualidad gracias a la película. Es un buen libro pero no imprescindible.
EliminarSaludos
Este lo leí hace años y me impactó muchísimo en su momento. Es de esos libros que me gustaría volver a leer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo creo que no te impresionaría tanto si lo recuperarás ahora. Es mi opinión, que lo he leído ya bien adulta.
EliminarSaludos.