Y tras esta reflexión personal, volvemos a la reseña en sí del libro. Chipping, el protagonista de la novela, es un profesor jubilado de la escuela Brookfield para chicos donde enseñó lenguas clásicas durante cuatro décadas desde 1870 y donde todos lo conocen popularmente como Mr. Chips. Brookfield es ya una parte de él, al igual que él mismo se ha convertido en un elemento fundamental de la escuela; conoce y aprecia a sus alumnos y en muchos casos ha dado clase también a sus padres. Durante su vida profesional, el mundo atraviesa epocas de grandes cambios sociales: el fin de la época victoriana, importantes sucesos históricos desde guerra de los Boers a la Gran Guerra europea. En estos años, Chips también conoció el amor aunque de manera breve y sobre todo logró el respeto de sus alumnos y compañeros en la escuela, de los que conserva sólo buenos recuerdos, a pesar de los duros momentos por los que también pasó durante sus años de trabajo.
Esta es una emotiva historia con un protagonista que resulta entrañable por su entrega a su trabajo y a sus alumnos, conformando el retrato del profesor ideal que a muchos nos encantaría haber encontrado alguna vez en nuestra vida. Una preciosa novela llena de positivismo, grandes dosis de humor y que nos reconcilia con la convicción en la bondad humana a través de un personaje entregado en cuerpo y alma a su profesión de docente.
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