jueves, 9 de agosto de 2018

Volverás a Alaska

Los años 60 y 70 están resultando agitados y complejos en USA: el fracaso de Vietnam, el drama de los soldados que vuelven de aquella guerra para verse rechazados por sus compatriotas, la amenaza comunista, la crisis de los misiles, la amenaza de una guerra nuclear, las protestas contra el gobierno, los grandes enfrentamientos ideológicos que dividen radicalmente al país. En este escenario se mueven los personajes que Kristin Hannah nos presenta en su novela "Volverás a Alaska", donde justamente Alaska se presenta como el territorio salvaje donde cada hombre se defiende a si mismo y a su familia con sus propios medios, con armas o con sus propias manos, donde cualquiera puede encontrar su sitio si es trabajador y respeta a la comunidad que proporciona protección a sus miembros pero sobre todo los alaskeños deben aprender a defenderse frente a los peligros de una Naturaleza poderosa e implacable, frente al frío, los osos y la inmensa soledad. Allí arriba los hombres se enfrentan directamente a la vida lejos de los conflictos políticos o las normas sociales más elaboradas. Sin agua corriente ni electricidad, en medio de un entorno maravilloso y tan hermoso como cruel, todo se resume en adaptarse o morir. 
"En Alaska no importa quién eras cuando decidiste venir hasta aquí, sino en quién te conviertes. Estáis aquí, en la naturaleza, chicas. Esto no es ninguna fábula ni ningún cuento de hadas. Es real. Es duro. El invierno llegará pronto y, creedme, no se parece a ningún otro invierno que hayáis vivido. Matará a los rebaños. Y rápido. Tenéis que saber cómo sobrevivir. Tenéis que saber disparar y matar para alimentaros y manteneros a salvo. Aquí no estáis en lo alto de la cadena alimenticia."
A ese territorio hostil se traslada una Leni adolescente junto a su padre, veterano de Vietnam y su madre siempre dispuesta a seguir y apoyar a su marido ante todo. Alaska es un nuevo lugar, otro de tantos, otro traslado, otra escuela, de nuevo sin amigos, porque a su padre le cuesta conservar el trabajo, le cuesta controlar el carácter, alejarse de la bebida. La gran sorpresa les espera con el hallazgo de un tesoro inesperado: la intensa solidaridad de sus nuevos vecinos que forman un grupo escaso pero muy unido y que se ayudan ante todo, especialmente entre las mujeres que aprenden a sobrevivir, a cultivar y a disparar, a proteger a sus familias entre las nieves y el frío de los duros inviernos. Mientras que Ernt, el padre de Leni, se prepara para enfrentarse a un próximo holocausto nuclear cuya proximidad se incrementa al ritmo de sus delirios alcohólicos y la creciente soledad y oscuridad de los eternos inviernos que lo van apartando más y más de la realidad y de la cordura, la chiquilla crecerá en ese entorno hostil logrando adaptarse a las dificultades y al nuevo entorno acabando por convertir aquel territorio salvaje en un verdadero hogar.

A pesar de que la novela transcurre en un entorno físico y humano que está muy lejos de mi propia realidad, de mi historia personal o de mi experiencia, así y todo ha logrado conquistarme y conmoverme con una historia de hombres enfrentados a la Naturaleza más poderosa y a sus propias debilidades, pero que también son capaces de descubrir unas capacidades y fortalezas que tal vez nunca hubieran aflorado de no haberse visto expuestos a esas circunstancias extremas. Y bajo todos los sucesos que se desarrollan en el argumento discurren, fundamentalmente, enormes historias de amor de distinto cariz: amor tóxico, amor adolescente, amor maternal, amor fraterno, aquello en lo que, en definitiva, consiste el verdadero motor que mueve y empuja a todos los seres humanos a continuar luchando por sobrevivir, lo que motiva e impulsa a que el mundo siga girando desde el principio de los tiempos.

6 comentarios:

  1. ¡Hola! Es un libro que veo a menudo y he tenido entre manos varias veces en la biblioteca. El tema me llama, la lucha del hombre contra dureza de la naturaleza y unos habitantes y vecinos que se unen y solidarizan para ayudarse y que todo sea más fácil.
    Puede que acabe cayendo
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si te digo que la autora tiene una pluma verdaderamente fluida y sus libros son de los que se leen solos, ya tienes mas motivos para decidirte a leerlo, no?
      Saludos.

      Eliminar
  2. Me llama bastante este libro y más tras leer tu reseña. Pero tardará en caer, que aún tengo pendiente El ruiseñor y lo tengo en la estantería.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno!!!! El ruiseñor es bocatto di cardinale!!! No te lo puedes perder. Éste tendra que esperar su turno, me temo, pero no lo descartes del todo.
      Saludos.

      Eliminar
  3. Buenas! Hace poco que he descubierto tu blog y te felicito; aquí tienes una nueva seguidora. En cuanto a la reseña, la verdad es que tengo muchas ganas de leer este libro. Ya me he leído El ruiseñor y El jardín de invierno y en ambos casos he disfrutado mucho y además me llama mucho la atención el hecho de que pase en Alaska, un lugar que se me hace muy exótico e interesante. Una reseña genial. Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida!! Encantada de tenerte por aquí. A mí me falta por leer Jardín de invierno, espero solventar esa falta pronto. Te recomiendo esta lectura, sin duda, ya conoces la maestría narrativa de la autora, con lo que espero que disfrutes también de esta historia suya.
      Saludos.

      Eliminar