viernes, 3 de agosto de 2018

Eleanor Oliphant está perfectamente

No es de extrañar que "Eleanor Oliphant está perfectamente" sea una de esas novelas que se convierten con rapidez en libro del verano o, incluso, en libro del año. Y es que el personaje creado por Gail Honeyman en esta exitosa ópera prima es una soltera casi en el limite de convertirse en solterona, insulsa y solitaria, con un trabajo rutinario de contable en la ciudad de Glasgow, sin amigos ni más familia que su madre con la que tiene una relación más que complicada, y que no tiene nada que nos pueda resultar atractivo en principio. Lo cierto es que esta muchacha es bastante peculiar, enormemente inteligente pero absolutamente inadaptada socialmente, lo que no quita para que sea una atenta observadora y analista perspicaz de los usos de sus congéneres; ella no participa en el mundo pero los observa desde fuera, a sus compañeros de oficina, a la gente con la que se cruza, sin entender muy bien su comportamiento: la falsedad generalizada en las relaciones humanas, la dependencia de la apariencia y de la opinión ajena, son muchas las cosas que Eleanor, con su mente analítica no alcanza a comprender. Ella vive en su mundo de rutinas donde no añora la vida social ni el contacto íntimo con el mundo y con otros seres humanos que se limita en su caso a coincidir con algún compañero de oficina junto a la maquina del café y a las visitas programadas de las asistentes sociales que comprueban con regularidad que Eleanor Oliphant está perfectamente.

Eleanor nos va suministrando un goteo de información sobre sí misma, sobre su aspecto, sus orígenes, su pasado, su manera de pensar... Cada elemento que descubrimos es más sorprendente que el anterior y van configurando un personaje nada común que comienza dando bastante grima y hasta un poco de miedo. Y es que su súbito enamoramiento del cantante de un grupo de música al que por casualidad ve actuar en un bar, supone toda una revolución en la vida de Eleonor que coloca a su "enamorado" en el punto de mira de un plan de acción destinado a convertirlo en el hombre de su vida. Eleanor investiga sobre su "víctima", se prepara para conquistarlo como si de una misión bélica se tratara, ha encontrado el amor definitivo y no está dispuesta a dejarlo escapar. Por suerte para Eleanor, se cruzará por medio Raymond, un nuevo compañero de la oficina encargado de los asuntos informáticos y que encuentra agradable conversar con ella e incluso inician una rutina de salir a comer juntos, quedar a tomar unas cervezas y hablar de sus vidas, algo muy parecido a lo que en el mundo real se entiende por amistad y que para nuestra protagonista es absolutamente novedoso.

Poco a poco iremos satisfaciendo nuestra curiosidad por su intrigante pasado y, a pesar de su carácter antisocial y sus hábitos de eremita, la relación con Raymond la ayudará a abrirse al mundo, a descubrir nuevas fortalezas de su personalidad y acabará por lograr conquistarnos gracias a su autenticidad y pureza, a su absoluta ausencia de maldad o doblez. Incluso entenderemos que es realmente la sociedad y sus convenciones las que son ilógicas, absurdas y crueles.

El resultado es una historia con un perfecto equilibrio entre humor y drama, con un argumento original, emocionante, muy divertido y que nos descubre una nueva visión del mundo observado desde los ojos libres de convencionalismos de nuestra protagonista, un personaje entrañable a la que resultará muy difícil no cogerle un inmenso cariño.

2 comentarios:

  1. Es un libro muy muy especial. A mí me encantó
    Hace ya un año que lo leí y no lo he olvidado
    Besos

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    Respuestas
    1. Es que Eleanor es un personaje inolvidable, tan de verdad!!!
      Saludos.

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