miércoles, 12 de octubre de 2016

La chica del tren

Suelo ir con retraso en lo que a lecturas de novedades se refiere. Los últimos lanzamientos me suelen alcanzar cuando ya salen en edición de bolsillo, los best-sellers se van quedan atrás en mi lista de lecturas pendientes, sobrepasados por otros libros rescatados de temporadas aún más lejanas. Sólo de vez en cuando, ante la insistencia de algún buen consejo o por el generoso regalo de algún amigo, dejo todo apartado y me lanzo a la lectura de alguna novedad editorial. Pero en esta ocasión tengo que reconocer que he dejado pasar esta famosísima "La chica del tren", de Paula Hawkins, de manera totalmente voluntaria, si no la he leído antes ha sido simplemente porque no me apetecía en absoluto. Y es que suele ocurrirme que me rebelo ante estas novelas que vienen precedidas de campañas de publicidad masivas: "el libro que todo el mundo está leyendo", "el gran éxito de ventas". Soy puñetera en eso, lo sé, pero así soy yo: que todo el mundo lo lee, pues yo lo dejo para luego; me repatea estar leyendo lo mismo que todo el mundo. Aunque sepa que, tarde o temprano, acabaré leyéndolo yo también, pero ya fuera de temporada. Y así, después de pasados unos meses, cuando ya se han posado las aguas, en base a las criticas reales de la gente que lo ha leido, no a las campañas pagadas por la editorial, sino fundadas en la opinión real de mi madre, mis amigas lectoras, aquellas con las que coincido en algún grupo de Facebook y en las que confío porque sé que tenemos gustos similares o me fío de su criterio, esas opiniones son las que me llevan por fin a leer (o no) el éxito de la temporada ... o ya de la temporada pasada. Y resulta que, habitualmente, cuando ya me pongo con ello ya hay una nueva lectura imprescindible rondando por las redes y las librerías. Y nuevamente no encuentro el hueco para leerla.

Pues confesaré, después de lo expuesto, que he disfrutado mucho con la lectura de la dichosa chica del tren. Me ha parecido una novela bien construída, bien contada y con el punto justo de suspense. Así que si hay por ahí alguien de los míos que no se lanza a las novedades hasta que ha pasado un tiempo prudencial, si queda todavía en la galaxia algún lector que no haya leído esta novela, mi consejo es que lo haga, que le va a entretener bastante.

Entrando ya en materia argumental, resulta que en la vida de Rachel todo ha dado un vuelco en los últimos dos años y el alcohol ha ocupado el puesto de todo aquello que ha perdido: su trabajo, a su marido, su preciosa casa donde él continúa viviendo, ahora con su nueva esposa y su pequeña hija. Así y todo, Rachel sigue tomando el tren cada dia hasta Londres y volviendo por la tarde al piso que comparte con una antigua amiga de la Universidad, ante la que trata de pretender que nada ha cambiado. Su vida es una ruina en la que se va hundiendo más y más. Cada dia, al ir y al volver en el tren, pasa junto a la que fue su casa y observa, unas casas más allá de la suya, a una pareja que bien podrían haber sido sus vecinos; los observa al pasar, en el jardin o a través de las ventanas, y se imagina la vida que deben llevar, les ha puesto un nombre inventado y fantasea con ellos en el escaso rato en que los atisba desde las ventanas del tren en marcha. El nombre real de esa mujer es Megan y su vida no es tan idílica como Rachel imagina: insatisfecha, insomne, cargando con sufrimientos y secretos que no puede confesar a su marido, pero todo eso Rachel no lo puede saber. Y un día Megan desaparece, Rachel ve la noticia en el periódico y a partir de ahí se desata una acelerada trama donde se confunde lo que ocurrió con lo que Rachel recuerda, la cercanía de su exmarido y su nueva esposa a los que Rachel ha acosado en cierta manera, el marido de Megan que cree encontrar en Rachel una amiga en la que confiar, los policías que desconfían del testimonio de una alcohólica mentirosa... Todo se pone en contra de la protagonista y nos proporcionará unos buenos ratos de lectura en  pos de la solución de este misterio donde los trenes tienen un lugar prevalente, siguiendo la tradición británica que va desde "Asesinato en el Orient Express" hasta "Extraños en el tren nocturno" y tantas novelas en las que los trenes, sus horarios, las estaciones, son elementos fundamentales para las tramas y escenarios propicios al misterio y de los que los ingleses han sacado provecho como nadie.

8 comentarios:

  1. La verdad yo lo único que salvaría de la novela es el personaje de Rachel y algunas de las escenas ya hacia el final del libro. Tal vez lo leí demasiado pronto, pero me gustó muy poco, principalmente porque esperaba encontrarme con un gran misterio y me llevé una gran sorpresa cuando la misma autora revela al asesino hacia la mitad del libro. De hecho, acabo de vovlver de ver la adaptación a película y me dejó igual de indiferente, y puedo decir que me quedo con el libro, porque el largometraje me pareció plano y aburrido.

    Un saludo, y gracias por brindarnos tu opinión, aunque ya ves que para gustos colores :).

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    1. Pues a mí verdaderamente me resultó entretenida, me gustó el retrato de los personajes y me enganché al cacao mental de la protagonista. No sé si es "el thriller del año", que tampoco es para tanto, pero la disfruté mucho.
      Saludos.

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  2. La leí este último verano, ya lejos del boom. Y tal vez por la época en que lo hice me resultó una novela entretenida y adictiva, que terminé rápidamente en un par de tardes en la tumbona.
    Un abrazo

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    1. Estoy contigo: es entretenida y se lee rápido. Y ha tenido la suerte de recibir una promoción brutal. Mejor para ella, no?
      Saludos.

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  3. Yo también lo leí en verano. He de decir que lo leí bien, me entretuvo, pero lo terminé y pensé "bah, pues no era para tanto".
    Lo más destacado es el aguante de la compañera de piso de Rachel, qué paciencia tenía esa chica jajaja.

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    1. Ja, ja!! Tienes razón: es una santa esa chica. La verdad es que se deja leer y entretiene. ¿Qué más se puede pedir?
      Saludos.

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  4. ¡Hola! Justamente a mí me pasa como a ti. Nos parecemos mucho es eso de dejar de leer lo que todo el mundo lee, lo que está en boca de todo el mundo, para leerlo más adelante, o bien como me pasa muy a menudo, para no leerlo nunca. Y este es un libro que nunca me ha apetecido leer, más por la opinión de algunos usuarios de la biblioteca a los que no había gustado demasiado. Pero mira ahora al leerte a ti, ¿quién sabe? igual le doy una oportunidad. NO sé...

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    1. Pues yo no te diré que no te la puedes perder pero creo que es suficientemente interesante como para darle una oportunidad. Ya me cuentas.
      Saludos.

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