viernes, 8 de abril de 2016

Una pasión rusa

Con frecuencia tengo la sensación de que dedico más tiempo a leer opiniones, críticas, reseñas, argumentos, a la búsqueda de una novela que considero que me puede llegar a emocionar por su forma y su fondo, que el tiempo que dedico a la lectura efectiva propiamente dicha. Y es que la elección correcta de la siguiente lectura es generalmente complicada; influyen en ella no sólo mis gustos, la calidad del autor o el argumento de la historia en sí, sino cosas tan ajenas al propio libro como mi humor en ese momento, el estado emocional en que me encuentre e incluso las modas o tendencias que impone el mercado: lo mismo todo son historias de vampiros que pasamos al boom de la novela histórica o nos da por leer a todos autores japoneses. Hay veces que, como algunas mujeres frente a un armario lleno de ropa, dices aquello de "No tengo nada que ponerme leer". Y después de esa búsqueda incansable de la siguiente lectura, no siempre se da el afortunado hecho de que una novela de la que esperabas mucho te llegue a satisfacer completamente a pesar de las bazas a su favor que te hicieron decidirte por ella. Pero aún más extraño es que te enamore un libro que comienzas porque ya te has cansado de verlo comentado, recomendado, alabado y ensalzado, como es el caso de "Una pasión rusa", una novela que durante meses me iba apareciendo a lo largo de esas interminables búsquedas pero, por la razón que sea, por ese "instinto arácnido" que, al estilo de Spiderman, también tenemos (o creemos tener) los lectores, no acaba de llamarme y la he ido aplazando pensando que no le veía el interés a la vida de una señorita española que acaba casada con un genio de la música y viviendo en la Unión Soviética de los más duros años del stalinismo. Pues parece ser que mi instinto en este caso me había estado engañando a base de bien, porque la historia que  Reyes Monforte nos cuenta es apasionante, emocionante, llena de información sobre una época de la Historia mundial que resultó compleja, alborotada, excitante y peligrosa en muchos casos.

La protagonista de la novela es Lina Codina, hija del tenor español Juan Codina y de la soprano rusa Olga Nemisvskaia. La propia Lina comenzó su carrera profesional como cantante en un entorno social y cultural que daba por sí solo para toda una novela. A principios del siglo XX el mundo en el que se movía Lina era una mezcla de cultura, arte, política, dentro de los complejos años que llevaron de una gran guerra a la siguiente. Viajando por el mundo, de París a Nueva York, rodeada de lo más granado del arte, la cultura, la empresa y las grandes riquezas, Lina, adornada además con una gran belleza y elegancia natural, apuntaba a convertirse en una gran diva del canto y a brillar en medio de esa élite cultural. Y en ello estaba cuando en 1918 conoce al compositor Serguéi Prokófiev que por entonces ya era considerado uno de los grandes genios de la música mundial. La historia de la pareja es, desde sus comienzos, una fabulosa mezcla de amor, pasión, creación artística, conflictos políticos y personales. Ambos poseen personalidades fuertes, creativas e intensas, por lo que su vida en común supone un excitante viaje personal desde la más alta cumbre de la fama y el lujo, rodeados de privilegios junto a las grandes personalidades de la época en los más sofisticados teatros, palacios y salones del mundo occidental hasta lo más profundo, cruel y deshumanizado de la Rusia sometida al régimen estalinista y a sus irracionales y sanguinarias políticas. No voy a entrar en los detalles del argumento más allá de lo ya mencionado porque creo que merece la pena asistir a ese descenso a los infiernos, acompañar a Lina a lo largo de su vida, sufrir con ella y comprobar todo lo que es posible experimentar en una sola vida. Una intensísima historia que vale la pena leer.

6 comentarios:

  1. Creo que es la opinión más entusiasta sobre este libro que leo. Por eso de que también dedico tiempo a leer opiniones, y es cierto que a veces me hacen decidirme a buscar un libro o no. Y seguramente me pierdo algunos que me gustarían, aunque a otros no les haya entusiasmado.
    De vez en cuando debería volver a recorrerme las estanterías de las bibliotecas o de las librerías y escoger al azar, así he encontrado a veces libros inolvidables.
    Un abrazo

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    1. Esa debe de ser una buena técnica para elgir lecturas, sobre todo porque te evitas dolores de cabeza, leer reseñas, sopesar opiniones... Igual algún día la pongo en práctica.
      Saludos.

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  2. Por temática este libro me atrae así que ya me tenías medio convencida antes de empezar la reseña. Y cuando la he terminado, he acabado convencida por completo.
    Besotes!!!

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    1. Pues comprobarás, según avanza el relato, cómo se vuelve más y más intenso. A mí se me encogía el corazón según lo iba leyendo. Espero que lo disfrutes.
      Saludos.

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  3. Vale mucho la pena leer, a mi me gustó un montón :D

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    1. Coincidimos en la opinión. Me alegro de que la disfrutaras.
      Un saludo.

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