lunes, 10 de noviembre de 2014

Gone girl (Perdida)

Me ocurre con cierta frecuencia que tengo una novela, como ha sido el caso de esta Gone girl (Perdida) del norteamericano Gillian Flynn, que pasa meses apuntada en la lista de lecturas recomendadas y esperando turno para ser leída y de repente me entero de que acaban de estrenar la película basada en ella. Eso hace que me salte olímpicamente la lista de espera (nunca demasiado rígida ni formal) y me ponga manos a la obra antes de que se me presente la ocasión de ir al cine y perderme el placer de conocer el libro antes que la película. Y es que nada supera el placer de crear por uno mismo en tu mente los paisajes, recrear las situaciones y pasar las páginas siguiendo una historia ansiando el final. Aunque, no lo puedo negar, mi protagonista tenia, sin duda, la cara de Ben Affleck.

La novela reconstruye la relación de una joven pareja, Nick y Amy, que abandonan NY tras perder sus trabajo y regresan al pequeño pueblo natal de Nick en Missouri para cuidar de la madre enferma de éste. El día de su quinto aniversario de boda Amy desaparece de casa. A lo largo de las páginas vamos conociendo a dos voces el pasado del matrimonio, los orígenes familiares de ambos, su relación de pareja, cómo se va deteriorando el romance inicial hasta que conoceremos la situación de la pareja en los momentos inmediatamente anteriores a la desaparición de Amy. La información se nos va dando poco a poco, por lo que nos sorprenderemos con frecuencia al descubrir hechos o detalles desconocidos, aspectos inesperados de la personalidad de los protagonistas. Cada uno de ellos nos descubre sus propios sentimientos pero también nos da una visión del otro que aporta gran información, los vamos conociendo por lo que de ellos mismos nos cuentan y por lo que los otros nos cuenta del ellos. La intriga del caso es creciente, desde la desaparición inicial, sin apenas ninguna pista de lo que ha podido ocurrir, no sabemos si la joven ha sido secuestrada o se ha ido por su propia voluntad. El marido aparentemente inocente, nos genera dudas por su actitud, pero también descubrimos cosas nuevas sobre ella, con constantes conjeturas, inquietantes dudas, sin pruebas en las que basarse, sólo mediante suposiciones, juzgando por las apariencias, por unos hechos que no sabemos sin son reales o creados.

El relato atrapa desde el principio, la tensión es creciente sin saber en ningún momento a dónde nos conduce, qué postura defender; pasamos de odiar a uno y comprender al otro a cambiar de opinión cuando vamos conociendo más aspectos de la relación que permanecían ocultos. Nick pasa de marido desolado a canalla insensible y de nuevo a víctima de un enorme embrollo. Al mismo tiempo Amy abandona el papel de encantadora esposa perfecta para mostrar otro ángulo de su personalidad, descubrimos algo nuevo y sorprendente a cada paso, se convierte en mentirosa y manipuladora. Constantemente se nos presentan nuevos aspectos del pasado que iluminan algo la situación, que nos confunde aún más y lo complica todo nuevamente, en cualquier momento esperamos que todo dé un giro completo y que lo que pensábamos se nos trastoque totalmente.
Cartel de la película Perdida
El retrato de los personajes es fabuloso, tanto de las personalidades de Nick y Amy, como del resto de los secundarios, de la familia, los policías, los vecinos y de los demás que rodean a los protagonistas, todos tienen un papel bien definido y aportan al relato algún nuevo elemento. Todo el entramado de distintas versiones, mentiras, medias verdades y secretos conforman una genial combinación de elementos muy bien dosificados para crear una atmósfera desasosegante de principio a fin, con personalidades que se retuercen según avanza la trama y te atrapan en una trama tejida con detalle creando una red que atrapa a sus protagonistas y que te preparan para un final que se espera apoteósico, donde deseamos descubrir cómo se resuelve la complicada urdimbre tejida en torno al matrimonio. Pero debo decir que ese final esplendoroso y tan elaborado como el resto de la novela no se produce: la historia se desinfla en el último capítulo y nos deja sin la gran conclusión que esperábamos, libres para imaginar el final de una historia que nos ha mantenido cogidos en un puño durante toda la lectura para dejarnos caer al vacío en la última página. Como final me ha parecido decepcionante, lo que no quita para que haya disfrutado con el resto del libro. Tal vez sea una artimaña de escritor para dejarnos durante unos días dándole vueltas a la trama tratando de imaginar en qué acabará la historia de Nick y Amy ¡y mira que se me ocurren opciones posibles! Tal vez sea eso.

4 comentarios:

  1. Qué pena lo del final! No he leído este libro pero me apetece mucho. Al menos ahora voy advertida de ese desenlace...
    Besotes!!!

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    1. Lo mismo a alguien le satisface el final abierto, prefiere imaginar cómo continuará la historia. La verdad es que te deja pensando, después de tanta intensidad. Bueno, cada uno que decida, pero recomiendo leerla a pesar de todo.
      Saludos.

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  2. Coincidimos en las sensaciones con esta novela. Yo la empecé con muchas ganas pero terminé mareada de tanto giro y tanta historia. Para mi gusto se desinfla a partir de la primera mitad hasta un final en el que todo decae estrepitosamente. No he visto la peli, pero me gusta mucho Fincher, así que no dudo que me dejaría mejores sensaciones que el libro. No sé si has leído la novela anterior de la autora, "Heridas abiertas". Si no lo has hecho, te animo, a mí me gustó mucho más que esta.
    Besos.

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    1. Me apunto la recomendación. Muchas gracias.
      Es cierto que después de cierto frenesí, la parte final mantiene un nivel un tanto plano pero yo iba animada esperando un final apoteósico que volviera a tirar para arriba la historia. En fin, lo mismo no se le ocurrió algo más ingenioso para rematar la novela.
      Saludos.

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