"Los buenos suicidas"es la segunda novela del escritor catalán Toni Hill, y continuación de "El verano de los juguetes rotos" que leí hace no mucho tiempo. Como se puede comprobar, no he faltado a mi palabra de ponerme con ella tan pronto como he podido, y es que la anterior me dejó un buen sabor de boca y tenía ganas de repetir con este autor. En esta nueva entrega ya no nos encontramos en verano, han pasado seis meses desde aquellos hechos y se acaba de iniciar el nuevo año. Si bien reencontramos a los mismos personajes de la novela anterior, el inspector Héctor Salgado, su ayudante, la agente Leire Castro, apartada del servicio debido a su avanzado estado de gestación, la subinspectora Martina Andreu y, en fin, los mismos habitantes de la comisaría de los mossos d'esquadra de Barcelona, con alguna nueva incorporación, ello no supone que esta novela tenga que leerse obligatoriamente a continuación de aquella anterior, aunque sí reconozco que ayuda a situarse y a empatizar desde el principio con los personajes, al conocer previamente sus antecedentes personales y profesionales. Así ocurre con el caso de la desaparición de Ruth Valldaura, la exmujer de Salgado, que sigue sin resolverse. El inspector continúa visitando periódicamente al psicólogo y tratando de seguir adelante con su vida y ocuparse lo mejor posible de su hijo adolescente, mientras que la agente Castro decide reincorporarse extraoficialmente al trabajo, incapaz de soportar la obligada inactividad que su estado le impone y decide retomar, a espaldas de su superior, la investigación del caso que continúa, seis meses después, en punto muerto.
Y si en la anterior novela el sofocante calor del verano lo cubría todo, ahora acabamos de pasar las fiestas navideñas, fechas no muy gratas para nuestros protagonistas que no son precisamente gente familiar. En este inicio de año el inspector Salgado se enfrenta al suicidio de una mujer en el metro de la ciudad, un hecho que podría pasar más bien desapercibido si no fuera porque, casualmente, resulta que la suicida trabajaba en la misma empresa que otro individuo que acabó con su vida y la de su mujer e hija pocos meses antes. Esa extraña coincidencia es la que enciende las luces de alerta en Salgado que decide investigar los motivos reales de ambas muertes.
La novela está muy bien escrita, diría yo que supera a su antecesora, resulta más compleja y más completa. La trama está muy bien hilada y profundiza bastante acertadamente en los distintos personajes, tanto protagonistas como secundarios. La narración es ligera y se lee sin dificultad, de manera que es fácil acabarse el libro en pocos días, manteniendo todo el rato el interés, especialmente al final, cuando debe desvelarse la trama. Sin duda, una novela recomendadísima para estas vacaciones y, por si alguien no se ha iniciado aún con Toni Hill, recomendaría incluso leerse las dos novelas seguidas, a pesar de que cada una supone un caso diferente, los temas en común permiten verlas como dos capítulos de una misma serie; no son demasiado largas ninguna de las dos, se leen fácilmente y resultan muy entretenidas. Es una opción muy válida para las largas tardes del verano. Y además, así ya estaremos listos para recibir la siguiente entrega de la serie que, estoy convencida, tiene que llegar, sí o sí.
Una novela que disfruté un montón (aún más que su antecesora) y cuya continuación estoy esperando desde que cerré la última página con muchas ganas.
ResponderEliminarBesos.
Te has quedado como yo: deseando continuar con la historia. Ojalá no tengamos que esperar demasiado.
EliminarSaludos.
Este es un libro que en su momento me moría por leer pero que ahora no lo sé, la verdad.
ResponderEliminarPues yo los he leído prácticamente seguidos uno de otro y me ha gustado más este segundo que el primero. Anímate con él.
EliminarSaludos.