domingo, 8 de septiembre de 2013

Una reina en el estrado

Sin solución de continuidad, nada más terminar la anterior novela de Hilary Mantel, "En la corte del lobo", me sumerjo directamente en la continuación de esta serie sobre la familia Tudor, titulada en esta ocasión "Una reina en el estrado". Encontramos a los personajes de la historia exactamente donde los abandonamos al terminar la anterior novela: Ana Bolena no ha logrado engendrar un hijo varón, Enrique sigue obsesionado por el asunto y ahora ha fijado sus ojos en una dama de la corte, Jane Seymour, una insignificante mujer sin nada que llame la atención pero que con su sencillez, casi simplicidad, ha atraído la atención del monarca al que, habituado como siempre a moldear la realidad a la medida de sus caprichos e intereses, asaltan ahora las dudas sobre la legalidad de su enlace con la Bolena. Después de enfrentarse a toda la cristiandad para que ratificaran su matrimonio, ahora al monarca no le duelen prendas en retomar las posturas que unos años antes se presentaron en contra de sus pretensiones para justificar ahora la ilegalidad de su unión con la nueva reina.

Mientras tanto, las complejas redes de intereses de la corte no dejan de complicarse. Los Bolena ven peligrar su supremacía, las antiguas familias que nunca aceptaron a la nueva reina ven su oportunidad de volver a ganar los favores del rey, la familia Seymour no tiene inconveniente en manejar a la anodina Jane como una mera pieza en el juego del poder. Mientras tanto, la reina repudiada, Catalina, fallece de enfermedad y abandono, lo que despeja otra vía de conflictos que se pudieran oponer a una posible nueva boda. Thomas Cronwell, sin embargo, encontrará una solución más directa para disolver el matrimonio real sin necesidad de alegar nulidad: la reina es sospechosa de mantener relaciones con otros hombres. Sea o no esto cierto, siempre hay personas en palacio dispuestas a confesar lo que han visto u oído o sospechado, de apoyar rumores y aprovechar para inclinarse ahora del lado de los nuevos intereses del rey, cualquier acusación más o menos fundada es válida si favorece los volubles deseos del monarca, y esa es la misión principal de Cronwell, buscar, no la verdad, sino la parte de verdad que conviene a los intereses de Enrique. Nuevamente el hombre fuerte a la sombra del rey demostrará su capacidad de manejar las voluntades, su profundo conocimiento de la naturaleza humana y de las relaciones y luchas de poder entre los cortesanos para inclinar la balanza del lado que más interese a su señor.

Si recientemente me quejaba por el tema de la traducción de los títulos de las novelas, vuelvo hoy sobre el asunto ya que no puedo dejar de mencionar aquí la traducción del título de la primera novela de esta serie que se titula en castellano "En la corte del lobo", traducción literal de "Wolfhall", título que hace referencia a la casa familiar de los Seymour que aparece frecuentemente en la novela y que además remite a la clásica sentencia de "el hombre es un lobo para el hombre" que tan bien retrata la realdidad diaria de la corte de los Tudor; sin embargo, considero que cualquier persona que no conozca el idioma inglés suficientemente no podrá percibir todo esto, ya que en la novela siempre se nombra la casa con su apelativo en inglés, Wolfhall, con lo que podría no relacionarse este nombre con el título del libro. En esta segunda parte de la serie, sin embargo, el título original "Bring up the bodies" que significaría algo así como "Traed los cuerpos", se ha sustituído por "Una reina en el estrado", un título que nada tiene que ver con la traducción literal pero que sí resume el argumento de la novela en cuestión. ¿Qué conclusión saco de todo esto? Pues que no siempre una traducción literal es mejor que una libre, que el título de una novela ha de reflejar la letra pero también el espíritu del original y más vale una modificación que mantenga el mensaje que una traducción estricta que no transmita la intención del autor al titular.

3 comentarios:

  1. Sí, la verdad es que las editoriales entre las traducciones de los títulos (algo comentado muchas veces) y las sinopsis destripaargumentos están que se lucen. Yo entiendo además que quién traduce el título es el traductor del libro, con lo que entiendo que se lo ha leído, así que se me hace más difícil entender a veces algunas traducciones.

    Saludos!

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  2. Tengo muchas ganas de leer a esta autora, de hecho me gustaría empezar con este =)

    Besotes

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    1. Pues yo te recomendaría hacerlo con En la corte del lobo. Éste es la continuación de aquel, más bien parece la misma novela en dos volúmenes (a falta de la tercera)

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